Lorenzo Montatore homenajea a los Talking Heads: "Lo importante de un cómic es el ritmo, la musiquilla"
- El dibujante publica Si bailáis entenderéis mejor las letras, una inmersión en la música del grupo estadounidense
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David Byrne, Tina Weymouth, Chris Frantz y Jerry Harrison, los componentes de la famosa banda británica The Talking Heads, se convierten en personajes de cómic en Si bailáis entenderéis mejor las letras (Un tebeo de Lorenzo Montatore sobre Talking Heads (ECC Ediciones). El nuevo trabajo del autor de ¡Cuidado, que te asesinas! o Aquí hay averia, nos vuelve a sorprender mezclando la historia del grupo con su propia biografía y las aventuras de un curioso personaje: Cabecita. Un cómic inclasificable sobre el que hemos hablado con él.
Y empezamos pidiéndole que nos comente ¿por qué Talking Heads?: "Desde el momento que me propuse trabajar en un tebeo musical tuve claro que tenían que ser Talking Heads. No solo hace tiempo que nombrarles me resuelve la difícil pregunta "¿cuál es tu grupo favorito?” –para la que en realidad no tengo una única respuesta–, además me di cuenta del importante vínculo emocional que tengo con muchas de sus canciones". Han sido banda sonora en momentos muy importantes de mi vida".
"La primera vez que los escuché -continúa-, fue en la película La revancha de los novatos (Revenge of the Nerds, Jeff Kanew, 1984) en una escena donde suena Burning Down the House, pero en ese momento no había medios para saber de quién era ese temazo. Fue un tiempo después que, un profesor del instituto, Juan Bautista Gallardo, me grabó una cinta de cassette recopilando canciones de Talking Heads y ¡ahí estaba! ¡Bendito sea!.
"La musiquilla es lo más importante en el cómic"
Lo más sorprendente de este cómic es que, a pesar de que sea mudo, hay páginas en los que casi podemos escuchar la música. "El título es una traducción libre de una frase que David Byrne lanzó al público en un concierto -nos comenta Lorenzo-. Y pienso que define muy bien el espíritu de la banda: una música muy bailable pero que requiere entenderse; o sea que es simple y a la vez compleja, hay un elemento muy primario que esconde otro muy estudiado. Y esto mismo también define el espíritu de los cómics, en los que el ritmo, el tiempo, las pausas, o sea la “musiquilla”, que de forma tan brillante define mi amigo Antonio (Hitos), son lo más importante. Ese dibujo que leemos con movimiento es la esencia del tebeo".
Pero: ¿Qué relación hay entre el ritmo de esas viñetas y el ritmo de la música? ¿Cómo se consigue transmitir esa sensación de baile y movimiento? "Es la parte más compleja -confiesa el dibujante. Resolver esto en el guion gráfico es el verdadero trabajo del autor. Cuando decidí que este tebeo tendría más sentido sin texto, sin letras –por irónico que parezca– me di cuenta que requería enfatizar más todavía este sentido del ritmo. ¡Y mucha prueba y error! Algunas cosas se vuelven muy difíciles de contar cuando no te permites usar diálogos. Aunque en verdad a mí las limitaciones siempre me ayudan. Casi todo mi proceso de trabajo está basado en las auto-limitaciones".
Un cómic con distintas líneas narrativas y temporales
En el cómic hay tres líneas narrativas y temporales (los datos sobre Talking Heads, Cabecita y sus historias y la parte autobiográfica). "La idea de las distintas líneas temporales viene del libro El quinto postulado/Dobleces (Sexto piso, 2017) de Luigi Amara -nos explica Lorenzo-. Entre el ensayo y la poesía, una de las muchas ideas que me sugirió tenía que ver con líneas paralelas que, tal vez, puedan converger en algún momento. Esos cruces que surgen en la vida… el profesor y yo, Brian Eno con los Talking Heads o Cabecita con el pequeño rey. También la idea de las dobleces, o pliegos del papel que son memoria permanente. Este tebeo está cargado de estas ideas: la memoria, los encuentros, los descubrimientos…"
Además, este tebeo tampoco es una biografía al uso, como nos confiesa Lorenzo: "Tras la experiencia de biografía nada ortodoxa o canónica de Umbral en La mentira por delante (Astiberri, 2021) quería tirar por el mismo camino, pero un paso más allá. Produzco rápido, soy muy impaciente, pero esto me permite mejorar en la siguiente obra en lugar de corregir sobre la que esté haciendo, y así. Si bailáis es una versión actualizada o mejorada de La mentira. Aquí también cuento mis Talking Heads, que pueden ser más reales o no. Casi siempre los muestro en pleno proceso, grabando, creando… me interesaba mucho su manera de abordar cada disco. Las capas y texturas, lo que tomaban prestado de otros estilos musicales, otras culturas o disciplinas artísticas. He querido traducir todo esto en la gráfica. Y además mostrar mi relación con sus canciones en concreto.
Sufrió un infarto durante la pandemia
La segunda línea temporal es en la que Lorenzo Montatore comparte con los lectores un momento muy duro que vivió durante la pandemia de coronavirus de 2019. 6) "Sufrí un infarto que afectó a dos coronarias. Como suele decirse, casi no lo cuento. Me operaron de doble bypass, a corazón abierto, para entendernos. En plena pandemia las restricciones fueron terribles para una experiencia ya de por sí tan dura, pero bueno… ¡aquí estoy! A los pocos días de la operación, estando aún en la UCI, una auxiliar al verme tan triste después de todo lo vivido me preguntó por mi grupo favorito, yo le dije “talking heads”, ella los buscó en su móvil, y me puso la primera canción que salió: This Must Be the Place (Naive Melody). Dejó el móvil en mi almohada mientras yo la escuchaba allí, sin poder moverme, con cables y tubos por todas partes. Es bonito poder compartir estas experiencias, cada día me apetece más hacerlo, y pienso que está bien permitirse ser un poco cursi, por qué no".
En la tercera línea temporal del cómic vemos a Cabecita, un simpático personaje que se dedica a recoger objetos de la basura para intentar repararlos: "Cabecita es un personaje que podría estar en cualquiera de mis otros tebeos, y protagoniza la parte de ficción en este. Su nombre, a parte de la obviedad, también tiene que ver con Antonio Hitos que, a veces, me llama así".
"Las páginas en las que aparece arreglando cacharros, con el rey (un pequeño rey con sombrero de plomo), la amistad que se crea entre los dos… me pasaría miles de páginas dibujando solo a este personajillo haciendo cosas sencillas y cotidianas. Pero tiene muchas capas también: Es un homenaje a las mascotas de identidad gráfica que tanto me obsesionaban de pequeño (y ahora), a los cortos animados de Chuck Jones, a WALL-E de Pixar (Andrew Stanton, 2008), a mis amigos y amigas, a mi familia…"
Un cómic con su propia playlist
Por supuesto, este cómic tiene su propia playlist, como nos comenta Lorenzo: "¡Claro! Aquí va la lista que hice
"He vuelto a escuchar todos los discos de Talking Heads, por supuesto, pero sobre todo a Brian Eno. Es curioso que trabajando en este tebeo, me he hecho más fan de él que de Talking Heads, ja, ja, ja. De su extensa discografía, todo lo instrumental lo tenía menos controlado, y ahora no puedo dejar de escucharlo, he entrado muy a fondo en todo su universo, en sus colaboraciones con otros músicos, en la poética que entraña su obra".
"He disfrutado del puro placer del dibujo"
Destacar los dibujos de Lorenzo y ese movimiento y energía que derrochan: "En este me he dejado llevar por lo que iba surgiendo -nos comenta-, aunque había cosas decididas previamente como el uso del rojo, negro y blanco o las tramas de semitonos. Aquí es donde menos literal he intentado ser, quiero decir que todas las referencias que siempre he nombrado o se me han atribuido, no las he tenido tan en cuenta. Me puse a dibujar lo que quería contar y esto es lo que ha salido. Hay viñetas con mucho detalle y otras que son casi un garabato, he preferido tachar o dibujar encima a corregir o empezar de nuevo. Más que todo, he disfrutado del puro placer del dibujo que, a fin de cuentas, es mi oficio".
Destacar sus caricaturas de los miembros de Talking Heads. "Llegar a esa imagen tan sencilla fue muy complicado. Hice muchos cambios en los rostros hasta depurarlos, quitando líneas hasta dejarlos en la raspa. Quería que se reconocieran con el menor número de líneas posible. Eno, por ejemplo, me fue imposible, no daba con su careto, la idea de la bombilla es una demostración de que a veces se tienen más recursos que talento, ja, ja, ja".
Mientras realizaba este cómic, Lorenzo Montatore ha ido mostrando sus técnicas de trabajo y explicando algunas de sus elecciones en un blog. "Esto no recuerdo si fue idea de mi editor o mía, pero me pareció divertido probarlo. En un principio la idea era crear un pequeño hype promocionando el tebeo desde que se concibe hasta las presentaciones, pasando por la imprenta, bocetos, etc. Al final resultó casi un ejercicio más literario que una descripción del proceso, porque acabé escribiendo sobre cualquier cosa que me iba surgiendo, y estos textos los he acabado incorporando a otros proyectos paralelos. Me han servido más a mí que a los lectores, me temo. Aunque ha habido gente que me ha escrito diciendo que les encantaba y que siguiera con el blog".