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Marina Marroquí: la violencia psicológica contra la mujer "te destruye y te convierte en la sombra de lo que eras"

  • "La violencia de género es el crimen perfecto, te destruye [...] y no logras identificarlo", comenta la experta
  • Marroquí considera que la violencia psicológica y sexual son las que más están mutando en las generaciones jóvenes

Por
Marina Marroquí ofrece algunas claves para identificar la violencia invisible hacia las mujeres
Además de su labor educativa, Marroquí ha formado a profesionales de diversos ámbitos. MARINA MARROQUÍ

"Siempre digo que soy el ejemplo a no seguir. No identifiqué la violencia hasta que no llegó a costarme casi la vida", afirma Marina Marroquí a RTVE.es. Esta granadina sufrió violencia de género mientras comenzaba a adentrarse en la adolescencia. Nunca se atrevió a interponer una denuncia. "Me sacó mi familia en el último momento, cuando él llamó a todo el mundo amenazando que se iba a suicidar, pero que antes me mataría". Su propia vivencia le motivó a buscar respuestas y convertirse en educadora social, especializada en violencia de género, para entender cómo había acabado siendo la víctima. "Me preguntaba cómo había conseguido que yo pidiera perdón", reflexiona. 

Marina se dedica a orientar, especialmente a los jóvenes, en la identificación de las señales de la violencia de género. "Es fundamental reconocer las formas en las que actúa un maltratador y darle nombre a esos procesos, para que la víctima logre reconocer las señales". Asimismo, subraya que, como el propio agresor, la propia sociedad también puede contribuir a invisibilizar esta violencia.

Retrato 100 x 100 feminista: Marina Marroquí

Además de su labor educativa, Marroquí ha formado a profesionales de diversos ámbitos, como el policial, jurídico o sanitario, en la identificación, intervención y prevención. Es autora de los libros Eso no es amor: 30 retos para trabajar la igualdad y Eso no es sexo: Otra educación sexual es urgente, donde aborda la importancia de la educación en igualdad y la necesidad de una educación sexual adecuada para prevenir la violencia de género.

PREGUNTA: ¿A qué nos referimos con violencia invisible hacia la mujer? 

RESPUESTA: Son todas aquellas formas de violencia que no son fácilmente perceptibles o que no se identifican de manera inmediata como abuso, porque están normalizadas culturalmente, no dejan marcas físicas visibles o se ejercen de manera sutil. La violencia de género me parece el crimen perfecto, te destruye, te anula, te hace sentir de menos y no logras identificar más del 80% de los delitos que cometen en ti. La víctima los justifica y trata de conectar con el agresor por medio de la pena.

P: Sigue siendo normalizada y, en ocasiones, ignorada por nuestra sociedad. ¿Qué puede estar influyendo?

R: El aspecto cultural tiene mucho que ver. Películas, series y libros están creando un escenario cultural que hace creer que las relaciones de pareja deben de ser de maltrato, las erotiza. Tenemos que establecer líneas claras sobre aquellos comportamientos que son considerados como violencia de género. Por ejemplo, si te pega, no te quiere. No tienes que estar justificando todo el rato para que no se enfade, si te pone en contra de tus amistades o tu familia o tienes que tener sexo con él para que no pienses que esté con otro. Eso no es normal, es violencia.

P: Se puede hablar de varios tipos de violencia invisible, pero ¿cuáles consideras que son las más prevalentes?

R: Creo que la violencia psicológica y sexual son las que más secuelas dejan y a las que menos importancia se les está dando, o las que más están mutando en estas nuevas generaciones.

P: Hablas de maltratadores de manual, ¿qué patrones suelen seguir?

R: La etapa inicial es como una bomba de amor. Es decir, el maltratador es muy cariño, superdetallista, y está exageradamente pendiente de ti, para que te relajes e idealices la relación. Luego empieza a retirar ese cariño, haciéndote sentir mal y echándote la culpa por cosas que dice que has hecho. Comienza a acumular mucha tensión, mientras te va destruyendo la autoestima, para luego tener esos estallidos de violencia: gritos, puñetazos en la pared, que te hacen cambiar todo tu comportamiento, para evitar que vuelva a suceder. Marina ha creado un termómetro en su web donde refleja cada una de estas etapas.

Violencia psicológica: "Destruye a la víctima si nunca hacerle un moratón"

P: Decías que la violencia psicológica o emocional es una de las más prevalentes...

R: Se ejerce para destruir la autoestima, la dignidad y la autonomía de la persona, así como poder someterla dentro de una relación. Te destruye y te convierte en la sombra de lo que eras. Suelo decir a las familias que estén pendientes de si está más seria, si ve que cambia de comportamiento cuando él está delante, si pone muchas excusas y ya no quiere quedar, si lo justifican en todo momento, entre otras cosas.

P: ¿Qué efectos a largo plazo puede dejar en la víctima?

R: Podríamos mencionar una lista interminable. Dificultad para la toma de decisiones, trastornos de alimentación, de ansiedad, del sueño, digestivos, incluso acciones suicidas. Un maltratador perfecto ejerce una violencia psicológica que destruye a la víctima si nunca hacerle un moratón. Las secuelas son peores que la peor de las palizas que te puedas imaginar, por eso hay que poner el foco en ello.

P: ¿Qué ejemplos están más normalizados?

R: El maltratador busca corregir a la víctima en todo momento para dejarla de tonta, así como recalcar que, especialmente de puerta para afuera, ella es la agresiva. Están muy normalizadas frases como "quien la conozca que la compre" o lo "que tengo que aguantar con ella". Si en las conversaciones ella siempre es la mala o la tonta, eso puede dar bastantes pistas.

Violencia económica: "Los maltratadores son estrategas natos"

P: La violencia económica se puede dar en los casos de maltrato y no se tiene tan en cuenta...

R: Los maltratadores son estrategas natos y la violencia económica se ejerce porque es la principal fuente de salida de la víctima, tanto a la hora de rehacer su vida como de poder tener ocio. No es solo el control del dinero, sino también en qué se lo gasta él, por lo que acaba siendo una trampa para que cuando quieras salir no puedas disponer del dinero. Es una de las violencias más efectivas dentro del maltrato.

P: ¿Se protege económicamente a las víctimas de violencia de género?

R: No como se debería. Salir de una situación así no es algo que debiera ser por impulsividad o supervivencia, que es como hacemos la inmensa mayoría. Huimos del maltrato, estando totalmente destruidas y rotas. En ese momento, no tienes la capacidad para decir: "bueno, estas son las cuentas del banco, las escrituras, el historial económico…" Creo que todos los profesionales deberían de ir encaminados a protegerla económicamente, así como se hace físicamente, para que después pueda subsistir y desarrollarse

Se ejerce porque es la principal fuente de salida de la víctima

Violencia jurídica: "Hay que volver a hacer que confíen en el sistema"

P: ¿La violencia también surge dentro de los mismos sistemas que deberían de proteger a las mujeres que sufren violencia de género?

R: Sí, este sistema es tremendamente cruel con las víctimas, se les pide que identifiquen a su agresor solas y que sean coherentes en un momento casi de huida. Hay un estudio del ministerio que dice que una víctima para ver su maltrato de forma objetiva pasaría un mínimo de 8 años de ayuda psicológica y se va hasta 25 para las relaciones de más de 15 años. Los sistemas deberían de adaptarse a las a la situación y a la vulnerabilidad de la víctima, no al revés. No puede ser un trauma añadido y las víctimas no pueden tener el mismo miedo al sistema, que a su maltratador.

Aumentan las peticiones de asistencia legal ante la violencia de género

De unas 160.000 denuncias que se ponen al año, aunque solo denuncian una de cada tres, hay un total de 30.000 condenas. El porcentaje de absoluciones es tan brutal, que genera una indefensión increíble. La prueba sigue siendo la propia víctima. Tampoco existen peritos psicológicos que midan la violencia de género y el síndrome de mujer maltratada, que está baremado a nivel mundial. Sí, se identifica, pero no tenemos los medios para poder dar un valor real.

P: ¿Qué cambios consideras necesarios en el sistema legal?

R: Es una problemática muy compleja que necesita de una formación específica y amplia en el sistema policial y judicial, además de que en cada comisaría hubiera un equipo psicosocial con psicólogos y educadores sociales. Las víctimas acuden a al ámbito sanitario y a las asociaciones pidiendo ayuda, pero luego dan un paso atrás cuando llegan al ámbito legal. Hay que volver a hacer que confíen en el sistema.

Violencia sexual: "El control disfrazado de cuidado"

P: También en la adolescencia, la violencia invisible cada vez es más evidente, ¿cómo se suele materializar?

R: La violencia invisible en adolescentes se refleja en actitudes como el control disfrazado de cuidado, los celos por amor, la normalización de micromachismos o la violencia digital. Aunque estas conductas se ven como "normales" o "románticas", pueden causar un daño psicológico, baja autoestima, ansiedad y normalizar la violencia en futuras relaciones, además de llevar al aislamiento social y aumentar el riesgo de violencia física.

P: ¿Por qué dices que la violencia sexual es una de las que más está mutando en las nuevas generaciones?

R: La violencia sexual en los más jóvenes está experimentando una transformación preocupante, influida por el acceso temprano y sin restricciones a la pornografía. Al consumir este tipo de material, estos pueden normalizar comportamientos violentos y desarrollar una percepción distorsionada de las relaciones sexuales. Muchas veces sin ser plenamente conscientes de las implicaciones y las consecuencias de sus acciones.

P: Al mismo tiempo, ¿por qué sigue estando tan invisibilizada?

R: Creo que existe una falta de educación sobre el consentimiento y las relaciones igualitarias. También los mitos sobre la violencia sexual, como que solo ocurre en contextos extremos o con desconocidos, dificultan que las víctimas la reconozcan o se atrevan a denunciarla. Al educar en estos temas, se enseña a los jóvenes a reconocer señales de abuso, establecer límites y tener relaciones sanas y respetuosas, lo que es clave para erradicar las violencias de género.

P: ¿Y a la hora de proteger a los jóvenes en el entorno digital?

R: Proteger a los menores en redes sociales requiere una educación digital que les enseñe a reconocer los riesgos, como el control digital o el acoso. Es fundamental fomentar espacios de confianza para que los jóvenes se sientan seguros al hablar sobre sus experiencias y denunciar abusos. También destacaría la importancia de educar a padres y educadores para detectar señales de alerta y acompañarles en el uso de estas plataformas, siempre desde el respeto y el consentimiento.

P: ¿Qué podemos hacer nosotros para apoyar a las víctimas y luchar contra esta violencia invisible?

R: A nivel individual, debemos de empezar a cuestionar los estereotipos de género y promover relaciones basadas en el respeto y la igualdad, justo identificando estos comportamientos de los que he hablado.

Para apoyar a las víctimas, es crucial escuchar sin juzgar, validar sus sentimientos y ofrecerles información sobre la violencia de género. También es importante proporcionarles recursos de ayuda y acompañarlas sin presionar, respetando sus tiempos y decisiones. La empatía y el apoyo constante son esenciales para que reconozcan la violencia y busquen ayuda.