Bolaños asegura que no existió ninguna trama rusa de apoyo al independentismo catalán

• El ministro ha recordado que todos los procesos judiciales sobre este asunto "se han archivado, salvo uno"
• Reconoce que hubo redes, webs y televisiones rusas que "intentaron debilitar al Estado español" en 2017

El ministro de la Presidencia, Félix Bolaños (c), en una foto de archivo Isabel Infantes / Europa Press

El ministro de la Presidencia, Justicia y Relaciones con las Cortes, Félix Bolaños, ha asegurado este jueves que "no ha habido ninguna trama rusa en apoyo al independentismo catalán" y ha reiterado que, con los hechos que se conocen y ciñéndose a los procesos judiciales, "no se puede hablar" de que existiera.

Bolaños ha hecho estas afirmaciones en la Comisión Mixta de Seguridad Nacional en la que, a petición del PP, ha hablado de las posibles injerencias desde Rusia y de la estrategia nacional contra el terrorismo. En respuesta al PP, EH Bildu y Junts, ha señalado que todos los procedimientos judiciales sobre esta injerencia rusa y la posible relación con el independentismo "están cerrados, excepto uno".

Se trata de la reciente petición de la Fiscalía Anticorrupción al juez Joaquín Aguirre para que archive la investigación inicial sobre la injerencia rusa en el 'procés' que la Audiencia de Barcelona frenó en una resolución del pasado de 4 junio, por considerar que se había prorrogado injustificadamente.

"Todos los procedimientos judiciales se han archivado, salvo uno. Esa es la verdad de los hechos", ha insistido Bolaños, quien, no obstante, ha recordado que en 2017, durante el proceso independentista, hubo redes, webs y televisiones rusas que "intentaron debilitar al Estado español y, por tanto, a Europa, e instalar un relato de que la Unión Europea era fallida, que estallaría en pedazos y que España estaba al borde del conflicto civil".

Recuerda que la UE sigue investigando posibles injerencias

En este sentido, Bolaños ha recordado que tanto la Unión Europea como España siguen impulsando iniciativas contra Rusia y "continúa en todo momento investigando" posibles injerencias de medios prorrusos o de actores en redes sociales, sobre todo a raíz del inicio del conflicto bélico en Ucrania.

El ministro se ha referido a la expulsión de 27 diplomáticos rusos en el año 2022 y a la "actividad del Kremlin en España", aludiendo de forma genérica a los intentos de "intervenir en asuntos domésticos, algunas veces a través de medios que son neutrales, desde el punto de vista ideológico, no con alianzas con actores nacionales".

Por otro lado, ha defendido que "no se puede criminalizar el independentismo". "El independentismo es una idea. Es una manera de afrontar la vida política y la vida pública, que es absolutamente legítima", ha continuado Bolaños, que ha dicho que el Gobierno lo que quiere es que "se cumpla la ley y la Constitución".

Bolaños: "Hay personas que cultivan la desinformación"

Bolaños, además, ha reafirmado el compromiso del Gobierno de Pedro Sánchez con Ucrania. "España en este momento es un interlocutor muy respetado en el mundo", ha expuesto el ministro, lo que ha motivado la censura de Vox. Así, el diputado José María Sánchez García ha rebatido la estrategia contra la desinformación al entender que el Ejecutivo es un actor en la "difusión de bulos" y "siempre que habla miente".

No obstante, Bolaños, al responder a Bildu, ha asegurado que "hay personas que cultivan la desinformación, intentan generar el caos", apuntando directamente a Vox al poner ejemplos de bulos sobre la DANA. "Cuando hay personas de Vox que hablan de centenares de fallecidos en un garaje o que si tienen que pagar intereses por unas ayudas" lo que hacen es "ahondar en el dolor de afectados".

El ministro también ha abordado la Estrategia Nacional sobre el Terrorismo aprobada en 2024 ante el reproche del PP por "obviar cualquier referencia a ETA y las víctimas de ETA". En este punto, Bolaños ha recordado que la organización terrorista fue derrotada hace más de una década, y se ha centrado en amenazas como el yihadismo para congratularse por disponer en España de un "nivel de seguridad muy alto, sin poder garantizar en ningún momento un nivel absoluto de seguridad al 100%".