La indignación contribuye a que se propague la desinformación más rápido por las redes sociales
- Un grupo de investigadores ha analizado datos estadounidenses de Facebook y Twitter
- "La indignación es muy atractiva y no necesita ser exacta para lograr sus objetivos comunicativos", exponen en su estudio
Investigadores de varias universidades estadounidenses han estudiado cómo se propaga la desinformación por las redes sociales y han comprobado que la indignación moral que sienten las personas al leer informaciones poco fidedignas contribuye de una forma decisiva a que se propaguen bulos y datos erróneos.
Los resultados de este trabajo de investigación, que este jueves se ha publicado en la revista Science, sugieren además que los intentos de mitigar la propagación en línea de información errónea animando a la gente a comprobar la exactitud antes de compartirla pueden no tener éxito y resultar ineficaces.
En comparación con las fuentes de noticias fiables, las publicaciones de fuentes de desinformación evocaron más reacciones de enfado e indignación que sentimientos de alegría o tristeza. Esa indignación, a su vez, es la que propicia y facilita la propagación de la desinformación, al estar los usuarios más motivados para volver a compartir los contenidos, incluso sin leerlos antes para discernir su exactitud.
La indignación es "muy atractiva" y no necesita "ser exacta"
Según el estudio, las intervenciones que se centran exclusivamente en compartir con precisión pueden fracasar a la hora de frenar la desinformación, porque los usuarios pueden compartir contenidos escandalosos e inexactos para señalar sus posiciones morales o su lealtad a grupos políticos.
"La indignación es muy atractiva y no necesita ser exacta para lograr sus objetivos comunicativos, lo que la convierte en una señal atractiva para incrustarla en la desinformación", exponen los investigadores en el resumen de la publicación. En consecuencia, la desinformación que provoca indignación puede ser difícil de mitigar con intervenciones que asumen que los usuarios quieren compartir información veraz.
Para llegar a estas conclusiones, los investigadores realizaron ocho estudios con datos estadounidenses de Facebook y Twitter a lo largo de varios periodos de tiempo, junto con dos experimentos conductuales, para saber más sobre la indignación relacionada con la difusión de información errónea. En el estudio, la indignación se define como la mezcla de ira y repugnancia provocada por la percepción de transgresiones morales.