El PSOE afronta su Congreso Federal sin Lobato pero con otros frentes abiertos: las claves del cónclave
- La plana mayor socialista se reúne hasta el domingo, cuando Pedro Sánchez será reelegido de nuevo líder
- Tras la dimisión de Lobato, se despeja un Congreso que marcará además la hoja de ruta ideológica
El PSOE buscaba un 41 Congreso Federal sin sobresaltos y aunque a punto ha estado de llegar el incendio de Madrid a Sevilla, donde se celebra el mayor cónclave socialista desde este viernes hasta el domingo, la dimisión de Juan Lobato como líder del PSOE-M ha despejado el camino de la importante cita que servirá para consolidar el indiscutible liderazgo de Pedro Sánchez en el PSOE y para la renovación de su discurso y rearme ideológico. Por cuarta vez, Sánchez será proclamado el domingo secretario general del PSOE, sin rival alguno, y sin que el debate sucesorio asome por Ferraz.
Bajo el lema 'España adelanta por la izquierda', la plana mayor del socialismo se dará cita en Sevilla, donde Sánchez decidirá si introduce caras nuevas en su Ejecutiva Federal, la cúpula socialista que manda en Ferraz. La idea del PSOE es coger fuerza en este cónclave nacional para afrontar los congresos territoriales, donde ya sí se esperan rivalidades y tensiones mayores.
De momento, y tras la salida de Lobato por el episodio de los mensajes llevados a notario, el foco está puesto precisamente en el PSOE de Madrid, que estará comandado por una gestora hasta que se celebren las primarias a las que, todo apunta, concurrirá un hombre muy cercano al presidente, el actual ministro para la Transformación Digital y de la Función Pública, Óscar López. Según fuentes socialistas, aunque no se ha confirmado, en el partido se da por hecho.
Lobato no llega a un Congreso con otros frentes abiertos
Prácticamente a la misma hora que arranque el Congreso Federal, Lobato estará declarando como testigo ante el magistrado del Tribunal Supremo Ángel Hurtado, que le ha citado en la causa que instruye contra el fiscal general del Estado, Álvaro García Ortiz, por la revelación de información sobre Alberto González Amador, la pareja de la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso. Todo ello, tras la información publicada por el diario 'ABC', según la cual "Moncloa filtró el documento secreto del novio de Ayuso" en el que este reconocía delitos fiscales, y trató de implicar a Lobato, que llevó esos mensajes ante un notario, lo que desencadenó su abrupta salida del PSOE madrileño.
Pero hay otros nombres propios que dan dolor de cabeza en Ferraz y que tratarán de olvidar estos días en Sevilla: Koldo García y Víctor de Aldama, quien fuera hombre de confianza del exministro y ex número tres del PSOE, José Luis Ábalos, y el empresario presunto 'conseguidor' de la trama, que hace tan solo unos días señaló al presidente del Gobierno y afirmó haber pagado a Ábalos, a García y al actual secretario de Organización del PSOE, Santos Cerdán. El socialismo, sin fisuras, negó toda credibilidad a la declaración de Aldama, contra el que ha abierto un frente judicial por injurias y calumnias.
La oposición, liderada por PP y Vox, está lanzada en tromba contra el presidente, al que piden la dimisión prácticamente desde que fue investido hace algo más de un año.
Arranca el Congreso justo después de la citación del hermano del presidente, David Sánchez, como investigado en el marco del proceso que se sigue contra él por presuntos delitos contra la Administración Pública y contra la Hacienda Pública, una causa en la que también está imputado el actual líder del PSOE de Extremadura, Miguel Ángel Gallardo. Y sin que el PP suelte como una de sus principales armas políticas la investigación judicial a su esposa, Begoña Gómez.
Liderazgo indiscutible de Pedro Sánchez
Por su parte, Pedro Sánchez afronta el Congreso Federal dejando claro que quiere más, más liderazgo en el PSOE y más ganas de seguir en La Moncloa, a juzgar por las palabras de esta misma semana en el Congreso Confederal de UGT donde cargó contra una derecha sin más proyecto que "los bulos y las mentiras" y a la que "ganó" en 2023. "Les volveremos a ganar en 2027", aseguró, dejando claro que no solo ve clara una legislatura larga, sino que está dispuesto a más allá. "Nos atacan, seguimos en pie", dijo, lanzando un mensaje que, seguro, el PSOE repetirá los próximos días en Sevilla.
Sánchez lleva las riendas del PSOE desde hace una década, con episodios de muerte política y resurrección, como la vivida en 2017 tras la batalla cruenta en Ferraz con Susana Díaz, y tras ese Congreso su liderazgo es total e indiscutido. Solo una vez ha amagado con irse y fue por decisión propia, cuando el pasado mes de abril, en plena campaña de las elecciones catalanas y tras la denuncia contra su esposa, se tomó cinco días para reflexionar sobre su futuro político y decidir que seguía "con más fuerza si cabe". El desconcierto desatado en el PSOE ante su posible salida evidenció que el debate sobre su sucesión ni está ni se le espera.
Uno de los momentos más esperados del cónclave socialista es el discurso del líder, el domingo, tras ser proclamado de nuevo secretario general del PSOE.
Siguiente parada: congresos territoriales
El socialismo buscará que el 41 Congreso sea un impulso para afrontar lo que queda de legislatura hasta 2027, año en el que si no hay sorpresas de adelanto electoral, se celebrarán elecciones municipales, autonómicas y generales.
Eso sí, en 2026, casi a la vuelta de la esquina, vuelven, antes que en el resto de España, las batallas en dos comunidades clave: Andalucía y Castilla y León, precisamente dos regiones en las que, como en la Comunidad de Madrid, ya sonaban tambores de relevo de sus 'barones territoriales' Juan Espadas y Luis Tudanca, respectivamente.
El PSOE tiene como principal objetivo un refuerzo del partido en sus territorios tras su debacle de las pasadas autonómicas y municipales, donde perdió mucho de su poder territorial, con un PP que tiñó de azul el mapa electoral. Actualmente los socialistas gobiernan en Cataluña, Castilla La- Mancha, Asturias y Navarra y cogobiernan en el País Vasco en coalición con el PNV.
Próximo objetivo: Presupuestos
A nivel de partido esa es la prioridad, pero a nivel de Gobierno el PSOE buscará a partir de ahora llegar fuertes a una negociación clave que supondrá dar o no el espaldarazo definitivo a la legislatura y no es otra que la negociación de los Presupuestos Generales del Estado, que quedó más allanada con el reciente acuerdo a muchas bandas con el que el Gobierno logró concitar el apoyo tan complejo como diverso de Sumar, Podemos, ERC, Junts, PNV y EH Bildu en las difíciles negociaciones del paquete fiscal.
De nuevo se escenificó el alambre parlamentario en el que siempre anda el Gobierno, con final feliz para Sánchez que, a buen seguro, sacará pecho de esta votación para encarar la definitiva de las cuentas generales del Estado, ya para el 2025.
Rearme ideológico y debate sobre la financiación autonómica
El encuentro sevillano del PSOE servirá a la formación, además, para debatir su ponencia marco, el documento que marcará la hoja de ruta ideológica del socialismo en los próximos años con asuntos centrales como la financiación autonómica (pendiente de renovación desde 2014), el debate territorial, el problema del acceso a la vivienda, el medio ambiente y la igualdad, entre otros, con debates nuevos como el adelanto del voto a los 16 años (por el que abogan en Juventudes Socialistas) o la creación de un 'escaño ciudadano'. Y todo ello con la mirada puesta en la renovación de los postulados progresistas y el blindaje de los "logros sociales" conseguidos "frente al avance de la ultraderecha".
Un total de 1.101 delegados procedentes de todas las delegaciones provinciales e insulares analizarán y debatirán en torno a estos asuntos e incorporarán sus enmiendas en asuntos claves para el socialismo. El PSOE ya ha informado de que han llegado a este cónclave más de 6.000 enmiendas para un debate que se desarrollará en múltiples ponencias paralelas durante todo el sábado.
En algunos de estos debates se espera mayor fricción, como es el caso de la financiación autonómica, tras las fisuras abiertas hace meses por el pacto entre PSOE y ERC para dar a Cataluña una "financiación singular". Un rechazo liderado por el siempre beligerante presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García- Page, seguido en este caso por numerosas delegaciones territoriales, que han presentado enmiendas a este punto de la ponencia marco en el que el PSOE avanza en su intención de reformar el sistema "garantizando mayores recursos para todas las comunidades autónomas, reforzando los servicios públicos y compatibilizando solidaridad a igual esfuerzo tributario con el reconocimiento de las singularidades".
Será el actual senador Guillermo Fernández Vara quien coordine esta ponencia en Sevilla, una de las que puede despertar mayor debate en el socialismo, que este año ha celebrado 50 años desde su histórico congreso de Suresnes, que marcó un antes y un después.
Esta cita no parece que llegue a ser histórica, pero en el PSOE nunca se sabe.