Mr. Magoo y los visionarios dibujos de la UPA
- Adrián Encinas repasa la historia de los estudios de animación en Los ojos de Mr. Magoo
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Quizá no sean tan recordados como los dibujos de la Warner, Disney o Hanna Barbera, pero durante muchos años el estudio UPA (United Productions of America) hizo las delicias de los chavales con sus divertidos cortometrajes de animación, al tiempo que revolucionaba la parte artística de los mismos, creando un estilo que, aún hoy en día, sigue influyendo a algunos de los mejores animadores. Lo podemos comprobar en el libro Los ojos de Mr. Magoo. Los visionarios dibujos animados de la UPA (Diábolo ediciones), de Adrián Encinas (Madrid, 1986), investigador especializado en animación y profesor de historia del cine de animación en la Universidad Politécnica de Valencia.
Y empezamos preguntando a Adrián algo fundamental: ¿Cómo nació la UPA? "Surgió como una respuesta de algunos de los artistas más jóvenes de los Walt Disney Studios, contratados a mediados de la década de los treinta para poder cubrir la demanda de trabajo que supuso la creación de Blancanieves y los siete enanitos (1937), a cierto estancamiento estilístico que buscaba el propio Walt. Stephen Bosustow, Zack Schwartz y David Hilberman, que fueron los tres socios fundadores, tenían además en común el ser muy reivindicativos en cuanto a los derechos de los trabajadores, siendo todos ellos parte importe importante en la notoria huelga de los Walt Disney Studios que tuvo lugar durante varias semanas de 1941".
Pero los inicios del estudio no fueron fáciles, como resalta Adrián: "Fueron muy inciertos, dado que trabajaban como empresas de servicios para diversos estamentos gubernamentales y para ciertas empresas y sindicatos. Eran entidades que no les podían hacer contratos que les asegurasen el trabajo durante varios años, pero por otro lado, les daban mucha libertad creativa".
"A los empleadores no les importaba tanto el desarrollo plástico, sino que el mensaje fuera claro —añade Adrián—. De este modo pudieron innovar y modernizar la animación, poco a poco, encargo a encargo, hasta llegar a ese pináculo de la animación de mediados de siglo que es Hell-Bent for Election (1944), que los expertos sitúan de forma acertada como el kilómetro cero del estilo UPA".
Las claves del estilo de la UPA
Pero... ¿qué diferenciaba a los dibujos de la UPA de los de Disney o Warner de la época? "La United Productions of America —nos cuenta Adrián—, hizo historia frente a otros estudios de animación de la época porque la directiva no encorsetaba a los realizadores a un único estilo, de modo que estiraban todo lo posible el tiempo de preproducción, trabajando durante semanas en colores, formas y movimientos que fuesen adecuados para la historia que querían contar. Sin embargo, muchos de esos trabajos tuvieron ciertas características en común, que es lo que ha definido lo que hoy se conoce como estilo UPA y que puede sintetizarse en:
- Síntesis de formas, tanto en los personajes como en los fondos.
- Acercamiento a la bidimensionalidad de los dibujos de prensa.
- Temática urbana y, más concretamente, referente a familias de clase media estadounidense.
- Protagonistas humanos.
Y es que los responsables de la UPA no querían usar animales parlantes para diferenciarse de Warner y Disney. "Exactamente, era una de líneas rojas del estudio... Sin embargo, no les quedó más remedio que romperla para poder conseguir el acuerdo con Columbia Pictures que les hizo despegar, como estudio de animación comercial, durante toda la década de los cincuenta. En cualquier caso, los cortometrajes que realizaron con los personajes Fox & Crow —un zorro y un cuervo que eran propiedad de la major— eran igualmente modernistas y muy diferentes de lo que el gran estudio había hecho con los realizadores que se encargaron anteriormente de los personajes".
Su primer cortometraje buscaba el voto para Roosevelt
En cuanto a ese primer cortometraje de la UPA, pedimos a Adrián que nos comente por qué fue tan importante: "Hell-Bent for Election fue, como adelantaba unas respuestas más arriba, la primera piedra de la UPA (aunque por entonces el estudio se llamaba Industrial Films), porque en este encargo del sindicato United Auto Workers, con el que buscaban alentar el voto por el demócrata Franklin D. Roosevelt en las elecciones presidenciales, ya aparecen personajes humanos, que además están en algunos casos diseñados mediante formas angulosas y cuyo color, en algunos momentos, en totalmente monocromo".
"Además fue dirigido ni más ni menos que por Chuck Jones —continúa—, que trabaja por el día haciendo cortometrajes de la Warner Brothers y por las noches se iba al estudio de Bosustow, Hilberman y Schwartz a realizar uno de los trabajos más modernistas que hizo hasta aquel momento de su larga carrera. Ese estilo sería completamente refinado en Gerald McBoing-Boing (1950), un cortometraje de animación basado en un relato del Doctor Seuss que no solo lograría el aplauso del público en las salas de cine sino el primer Oscar que pudo levantar la UPA, hecho que terminó de asentar al estudio de animación en la liga de de los grandes".
Mr. Magoo el mayor éxito de la UPA
Pero el personaje más popular de la compañía fue un entrañable anciano con problemas de vista: "Quincy J. Magoo se convirtió, por justo derecho, en el mayor icono de la UPA. La idea de este ricachón de baja estatura que vive continuamente aventuras derivadas tanto de su testarudez como de su deficiente visión, se les ocurrió al director John Hubley y al guionista Millard Kaufman durante el desarrollo del primer cortometraje del personaje: The Ragtime Bear (1949); si bien la personalidad de este icono sería completamente establecida gracias a la interpretación vocal del actor Jim Backus, así como por un grupo de talentosos artistas que definieron el devenir de sus desventuras -por ejemplo, el director Pete Burness- y su icónica silueta -obra de la dibujante Sterling Sturtevant-. En su acuerdo con Columbia, la UPA realizó más de cincuenta cortometrajes para cine del personaje, dos de los cuales ganaron el Oscar, así como un largometraje titulado 1001 Arabian Nights (Las mil y una..., 1959), en el que Mr. Magoo hace las veces del tío de Aladdin".
"El trabajo de documentación es siempre emocionante"
Como ya hizo en sus libros Historia del cine de animación stop-motion español. 1912-1975 o Yabba dabba doo! La animación ilimitada de Hanna-Barbera, Adrián Encinas ha realizado un exhaustivo trabajo de documentación. "El trabajo de documentación es siempre emocionante. Es mi parte favorita de escribir un ensayo para cine. Ese momento en el que se agolpan en las carpetas del ordenador cientos de fotos, artículos, vídeos y cualquier otro material, y tienen que empezar a construir algo con sentido, tratando de no dejar nada fuera pero poniendo el foco en lo que realmente sea importante".
"En este caso concreto -añade-, lo más complicado ha sido acceder a algunos de los trabajos de estudio, de hecho muchos de los cientos de anuncios que realizaron para cines y televisión no he tenido la oportunidad de verlos (ni yo, ni prácticamente nadie pues, en los cincuenta, nadie se preocupaba por catalogar y conservar este material...). Además su serie para televisión, The Boing-Boing Show (1957), permanece todavía sin editar en digital en los Estados Unidos por lo que me ha tocado bucear de lleno en YouTube, donde llegue a encontrar un canal que subía grabaciones en VHS de un programa que se emitía contenedor de animación que se emitía en Alemania. Menos más que los diálogos no eran lo más importante de esa producción pues sólo entiendo ein bisschen deutsch".
Las cinco obras maestras del estudio UPA
Como solemos hacer en los libros sobre historia del cine o la televisión, pedimos a Adrián Encinas que destaque los que para él son los títulos más importantes de UPA y por qué:
"-Gerald McBoing Boing (1950) - porque supuso la culminación del estilo UPA.
-Rooty Toot Toot (1951)- el juicio más animado y visualmente impactante de la historia del cine.
-When Magoo Flew (1954) - uno de los más divertidos cortometrajes del personaje, así como un canto de amor a las salas de cine... aunque realmente se trate de un avión en pleno vuelo.
-The Outlaws (1956) - cortometraje integrado en la serie The Boing-Boing Show que trata sobre tres hermanos que son forajidos en el salvaje oeste. Una comedia deliciosa.
-Gay Purr-ee (1962) - El segundo largometraje del estudio, realizado durante la segunda época del estudio, a las órdenes de Henry Shaperstein. Se trata de un precioso trabajo de amor por el París de principios del siglo XX, con un desarrollo artístico epatante.
El legado de UPA
UPA fue adquirida en 2012 por DreamWorks Animation. Y preguntamos a Adrián Encinas cuál cree que sería su legado en el cine de animación actual: "Su legado es ese estilo tan libre de dibujo animado, en el que personajes y fondos realizados aparentemente en un momento con cuatro líneas, te cuentan una historia formidable. Los artistas de la UPA se dieron cuenta que no hacía falta que los fondos fuesen pinturas recargadas o que hubiera una profundidad multiplano, ni siquiera que los personajes se movieran de forma realista o que el color se ciñese a los contornos marcados por las líneas de tinta".
"Esa libertad en la forma impactó tan fuerte en la década de los cincuenta que no solo influenció a los estudios de animación estadounidenses de la época, Walt Disney Studios incluido, sino a lugares tan peregrinos del globo como Yugoslavia -donde un grupo de artistas, que serían conocidos como la Escuela de Zagreb, toman prestado el estilo UPA y realizan obras de arte animado que son aplaudidas en los principales festivales de cine —e incluso España—pues la simpleza de líneas por la que pugnaba la UPA fue acogida por los míticos Estudios Moro para el desarrollo de sus anuncios para cine y televisión.
"Sus preceptos siguen estando muy vigentes —concluye Adrián—. Por ejemplo, los trabajos que Genndy Tartakovsky y Craig McCracken realizaron para Cartoon Network. Es decir: El laboratorio de Dexter, Samurai Jack, Las guerras clon y Las supernenas, son puro UPA. También se advierte su legado en los dibujos conceptuales de los artistas Lou Romano (Los Increíbles, Up) y Pakoto (El libro de la vida, Maya y los tres). E incluso en el estilo hipersimplificado del incorregible realizador independiente Don Herztfeldt o en el de la genial realizadora de cine animado abstracto Joanna Priestley. Lo que demuestra que el estilo UPA ha derribado todas las fronteras, tanto las físicas como las temporales".