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España estudia subir la edad de acceso a redes sociales a los menores, siguiendo el ejemplo de Australia

  • Australia ha aprobado la primera ley del mundo que prohíbe las redes sociales a los menores de 16 años
  • En España se plantea como uno los principales retos establecer sistemas de verificación de edad

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España estudia subir la edad de acceso a redes sociales a los menores

"Te cubrimos las espaldas". Este es el contundente mensaje del primer ministro australiano, Anthony Albanese, a los padres del país. Recientemente, el Senado ha dado luz verde a la primera ley del mundo que prohíbe las redes sociales a los menores de 16 años con el objetivo de protegerlos del ciberacoso y mejorar su salud mental.

"El Gobierno australiano está entendiendo que es un problema de salud pública y no tanto del ámbito privado o familiar", comenta a TVE el sociólogo Santiago Pisonero.

La nueva ley introduce una nueva categoría llamada "plataformas de medios sociales con restricciones de edad" para que los menores de 16 años, incluidos aquellos que ya tienen cuentas, no puedan acceder a redes sociales como Facebook, Instagram, Reddit, Snapchat, X y TikTok. No ocurrirá lo mismo con las consideradas como de bajo riesgo, como YouTube o WhatsApp.

Mientras que la responsabilidad recaerá sobre las redes sociales, la Comisión Australiana de Seguridad Electrónica se encargará de publicar normativas y "medidas razonables" para restringir el acceso.

España quiere seguir los mismos pasos

En España también se trabaja en subir la edad de acceso, ahora mismo establecida en los 14 años. Se trata de una medida incluida en la futura Ley Orgánica para la Protección de los Menores en los Entornos Digitales, cuyo anteproyecto fue aprobado el pasado mes de junio.

Para los expertos, la clave es saber cómo se va a llevar a cabo, aunque recalcan que es difícil establecer sistemas de verificación de edad, que los niños no puedan burlar ni saltarse. "Es fácil pensar que vaya a haber recursos y se pueda sortear esa limitación", argumenta Pisonero.

Hoy en día, se apuesta por métodos como el reconocimiento del iris o la huella dactilar que se utilizan ya en algunos móviles, aunque es complicado instaurarlo. "Se puede cruzar una base de datos de reconocimiento facial, es decir biométrico, con otra que ya puede estar registrada, como por ejemplo el DNI", explica a TVE el consejero delegado de Inmune, Juan Riva. Sin embargo, este experto subraya que, por el momento, esto no existe en España, ni tampoco en la mayoría de los países del mundo.

Los expertos consideran positivo poner el tema en el foco del debate, aunque creen que lo más importante es educar en el uso de la tecnología. Un reciente estudio de la Universidad Pompeu Fabra (UPF) y la Universitat Oberta de Catalunya (UOC) apunta a que uno de cada cinco jóvenes españoles pasa más de dos horas diarias en la red social TikTok. Un uso por encima del umbral recomendado para evitar riesgos para el bienestar cognitivo y emocional. Ante esta situación, el estudio considera que hacen falta programas educativos para promover hábitos digitales saludables entre jóvenes y así dotar a las familias de más estrategias de acompañamiento para hacerlo posible.

Y, aquí, la regulación podría jugar un papel también fundamental. "Creemos que debe de haber un tipo de regulación que les permita a los jóvenes, que aún no tienen una madurez en el cerebro suficiente, enfrentarse al reto del consumo", señala el experto Juan Riva.

La futura ley australiana contempla multas para las plataformas que incumplan estas restricciones, que podrían llegar hasta los 32,1 millones de dólares (o unos 30,5 millones de euros).