Un estudio afirma que la crema solar puede alterar las cadenas tróficas marinas
- El Instituto Español de Oceanografía ha estudiado el efecto de las cremas solares sobre el medio acuático
- “1.000 visitantes en una playa en un día podrían liberar 36 kilos de cremas solares al medio”, explica Eva Sintes, investigadora
La contribución al mar de los compuestos presentes en las cremas solares podría provocar variaciones en las cadenas nutritivas del mar, según la mezcla específica y su concentración. Es el resultado del proyecto Respuesta de las comunidades de microorganismos naturales a los filtros de UV procedentes del turismo marítimo, efectuado por el Centro Oceanográfico de Baleares del Instituto Español de Oceanografía. En él se ha estudiado el efecto de las cremas de protección solar y otros productos de cuidado personal sobre el medio acuático y los microorganismos que lo habitan.
Según fuentes del Instituto Español de Oceanografía, la investigación ha procurado progresar en el conocimiento sobre el efecto de las partículas contaminantes que se desprenden de los protectores solares en las comunidades naturales de procariotas marinos. Los científicos han explicado que el turismo en áreas costeras incita la liberación “masiva” de estos contaminantes. “Estimaciones recientes indican que 1.000 visitantes en una playa en un día podrían liberar 36 kilos de cremas solares al medio”, ha expresado Eva Sintes, investigadora principal del proyecto.
Además, se ha observado que los compuestos causan un efecto negativo sobre organismos marinos como peces o corales. Sin embargo, todavía no existe una información precisa sobre qué efecto se produce en las comunidades naturales de microorganismos, consideradas la base de las cadenas tróficas marinas e indispensables en el destino del carbono a través de los flujos biogeoquímicos. “Dada la complejidad de las comunidades naturales y las interacciones entre los distintos organismos que las forman, para poder predecir la respuesta de los ecosistemas costeros al creciente aporte de filtros de UV y desarrollar herramientas de gestión adecuadas, es necesario ampliar el conocimiento científico a nivel de la respuesta de las comunidades, principalmente de microorganismos marinos, que forman la base de las cadenas tróficas marinas y que incluyen el fitoplancton, bacterias y arqueas”, ha afirmado Sintes.
El proyecto persigue “una aproximación holística”
Las resultas preliminares de la investigación sugieren que distintos filtros de radiación ultravioleta generan cambios en las tasas metabólicas de los microorganismos, como la tasa de respiración. Por su parte, la respuesta de los organismos eucariotas, como el fitoplancton, es más pronunciada que la de los procariotas, como las bacterias; en consecuencia, la aportación de estos compuestos podría desarrollar alteraciones en las cadenas alimentarias marinas, según el compuesto específico y su concentración.
La investigadora del proyecto Eva Sintes cuenta que este ha perseguido “una aproximación holística que permitirá identificar amenazas potenciales para la salud humana y de los ecosistemas, servirá para predecir la respuesta de organismos de niveles tróficos superiores y del ecosistema en su conjunto a estos compuestos, y podría ayudar al desarrollo de estrategias de conservación y gestión”.