Miles de georgianos protestan por quinto día contra la decisión del Gobierno de congelar el diálogo con la UE
- Las protestas han tenido lugar en la capital, Tiflis, así como en otras ciudades del Estado caucásico
- La oposición considera que las protestas "han quebrado" al Gobierno georgiano
Miles de manifestantes se han congregado por quinto día consecutivo en la céntrica avenida Rustaveli de la capital de Georgia, Tiflis, para protestar contra la decisión del Gobierno de congelar las negociaciones de adhesión a la Unión Europea hasta 2028.
Las protestas han tenido lugar también en otras ciudades del Estado caucásico como Batumi, Gori, Poti y Kutaisi, en algunas de las cuales han sido atacadas las sedes del partido gobernante, Sueño Georgiano. El Parlamento y las calles adyacentes han permanecido bajo control de la policía y las fuerzas antidisturbios, a los que se han enfrentado decenas de manifestantes.
Los activistas han lanzado contra los agentes cócteles molotov, adoquines, botellas y bengalas, pese a los reiterados llamamientos de las autoridades al orden.
La policía ha respondido a las intimidaciones con chorros de agua y amenazas de uso de la fuerza para desalojar las zonas aledañas al Parlamento. Uno de los líderes del partido opositor Movimiento Nacional Unido, Leván Jabeishvili, ha afirmado que las protestas "han quebrado" el Gobierno de Sueño Georgiano, y ha llamado desde las redes sociales a emprender "una segunda fase más activa". Según el opositor, la policía georgiana "está desmoralizada, derrumbada y sin energía".
El Gobierno rechaza negociar con la oposición
El primer ministro de Georgia, Irakli Kobajidze, ha descartado en una rueda de prensa la posibilidad de negociaciones con la oposición, pero se ha mostrado dispuesto a conversar con representantes de la sociedad civil, a la que reiterará la disposición de Tiflis de ingresar en la UE, según lo establecido en el acuerdo firmado en 2014.
Kobajidze también ha informado de que la titular de Exteriores georgiana, Maka Bochorishvili, ha recibido una carta del director de la misión de observadores de la OSCE en las pasadas elecciones parlamentarias de Georgia, Pascal Allizard, en la que de facto reconocía la validez de estos comicios.
Las protestas opositoras arrancaron el pasado jueves, tras el anuncio de que Georgia pausaría las negociaciones con la UE sobre su ingreso, y desde la primera jornada se tornaron violentas. Hasta el momento, 113 policías han resultado heridos durante los enfrentamientos y 224 manifestantes han sido detenidos.
El Kremlin alerta de una posible revolución "a la ucraniana"
Por su parte, el Kremlin ha alertado de los intentos de organizar una revolución popular "a la ucraniana" en Georgia, similar al Euromaidán ocurrido en 2014.
"Se dan todos los indicios de que se intenta organizar una Revolución Naranja [referente a una serie de protestas en Ucrania entre 2004 y 2005]", ha insistido el portavoz presidencial, Dmitri Peskov, en su rueda de prensa telefónica diaria. Al mismo tiempo, ha considerado la situación georgiana un "asunto interno", si bien ha subrayado que "a la vista hay un intento de desestabilizar la situación" en el país caucásico.
"Hemos visto sucesos similares en otros países. El paralelo más directo es lo ocurrido en el Maidán en Ucrania", ha insistido. En el caso de esta última revolución, el detonante también fue la decisión del Gobierno ucraniano de suspender en el último momento la firma de un Acuerdo de Asociación con la UE.
El pasado jueves el jefe del Kremlin se mostró sorprendido por el "coraje y carácter" del Gobierno de Georgia en su defensa de la ley sobre la transparencia de la influencia extranjera, similar a la rusa de agentes extranjeros que se emplea para acallar a la disidencia. Además, el primer ministro georgiano ha sido acusado desde hace meses por la oposición de apoyar una política prorrusa tanto con respecto a la UE como en materia de política interna.