Barceló trabaja en tres tapices monumentales para Notre-Dame: "Me gusta hacer algo que verá tantísima gente"
- El artista mallorquín ya ha dibujado los cartones "como Goya"
- La manufactura de los tapices se hará en Gobelins y Beauvais
Notre-Dame de París abre sus puertas más de cinco años después del devastador incendio que sufrió en abril de 2019. La ceremonia oficial de apertura será en la explanada de la catedral para no comprometer la laicidad del estado francés, con un discurso de Macron, y al día siguiente se oficiará una misa en el interior.
Millones de personas visitarán el emblemático templo gótico, que contará con tres tapices del artista mallorquín, Miquel Barceló. El pintor español vivo más cotizado sigue profundizando en el arte sacro, tras su espectacular mural de cerámica en la capilla del Santísimo de la catedral de Mallorca.
Según ha hecho público el arzobispado de París, los tapices se colocarán en la capilla de la nave lateral norte, sobre el muro oriental.
La Archidiócesis de la capital francesa ha apostado fuerte por el arte contemporáneo, los tres tapices de Barceló convivirán con otros cuatro trabajos textiles del pintor británico de origen keniano Michael Armitage.
Hasta ahora los trabajos textiles más conocidos de Barceló tenían un carácter más íntimo, junto con su madre, Francesca Artigues, realizó una serie de bordados llenos de animales marinos, uno de los temas recurrentes en su iconografía.
Bocetos de los cartones
En una rueda de prensa para presentar su autobiografía, Miquel Barceló ha hablado con buen humor del encargo de la Archidiócesis de París de tres tapices para la capilla lateral norte de Notre-Dame. El artista mallorquín ya ha empezado a trabajar en los bocetos.
En Radio Nacional de España, detallaba que "he hecho los cartones como Goya. Es como una pintura en papel grande, no del mismo tamaño, pero suficientemente grande". Y después, se trasladarán a la urdimbre del tejido en "las manufacturas nacionales de Gobelins y Beauvais, que es como la Real Fábrica de Tapices de Francia. Son buenísimos y ahí harán los tapices".
De hecho, la fábrica de tapices francesa ya está trabajando en otro tapiz suyo encargado por el Gobierno francés, un gran paisaje submarino tropical. Barceló aceptó el trabajo porque le serviría para aprender de cara a las otras piezas para Notre-Dame. El artista ha elegido los motivos en conversación con un comité catedralicio. Los tapices que adornarán el edificio religioso más famoso de París representarán a Noé, Moisés y el Antiguo Testamento.
Barceló ya abordó lo sagrado y lo profano, en una serie de acuarelas que concibió para ilustrar La divina comedia de Dante, en tres volúmenes independientes: Infierno, Purgatorio y Paraíso.
Sin relieves
En este nuevo encargo, tiene que aceptar ciertos requisitos técnicos que conlleva el material textil del tapiz, según explica el pintor: "Que no tengan relieves, porque el polvo no se tiene que acumular. Es una cuestión técnica, no tiene mayor problema, un tapiz es distinto de un cuadro. Pero sí me gusta mucho poder trabajar para algo que verá tantísima gente". Tras las labores de restauración, las estimaciones son que entre 14 y 15 millones de personas visitarán Notre-Dame cada año.
A partir de los cartones, la fábrica los elabora a mano, en seda y en algún material sintético moderno, luminiscente, en un proceso que "supongo que llevará dos o tres años", indica el pintor afincado en París.
“Me gusta mucho poder trabajar en algo que verá tantísima gente“
Barceló vive muy cerca de Notre-Dame y de hecho estaba allí el día del incendio de la cubierta de la catedral. Rememora el desastre y apunta que fue "impresionante" y que el contraste del color del fuego con el cielo y la ciudad le recordaba a un cuadro de Rothko.
La restauración de Notre-Dame ha costado, de momento, 700 millones de euros, pero la avalancha de donaciones ha permitido recaudar una cantidad superior, unos 840 millones. Entre las novedades, se van a colocar 1.000 metros cuadrados de unas vidrieras contemporáneas, que han levantado cierta polémica porque se han retirado seis vidrieras de Viollet-le-Duc del siglo XIX, que estaban en perfecto estado.
La catedral ha recuperado su emblemática aguja y otras piezas que forman parte del paisaje sonoro de la ciudad de la luz son las campanas que, tras ser tañidas por los campeones olímpicos en los pasados Juegos de París 2024, han vuelto a su lugar en las torres de Notre-Dame.
20 años para escribir sus memorias
El artista se refirió a los tapices en la presentación de su libro de memorias, De la vida mía. Un encargo de una editorial francesa que ha tardado 20 años en completar.
Confiesa que "escribía en francés directamente, porque me da una especie de impunidad absoluta. Si estuviera en catalán o en castellano, enseguida me doy cuenta de que es una mierda. Así, no es que no me doy cuenta, pero me lo perdono".
De la vida mía es un autorretrato de Miquel Barceló, editado por Galaxia Gutemberg que se parece a uno de sus cuadros con "muchas capas de vida y de correcciones, de volver atrás. Y también por gestos a veces muy brutales y por gestos muy pequeñitos".
En el texto están los olores de su infancia, el calamar podrido, recuerdos de sus padres o su relación con los animales, con sus 15 perros. Barceló hace la lista de todos los peces que conoce y detalla las sensaciones sobre sus trabajos más monumentales como la bóveda de la sede de Naciones Unidas en Ginebra.
Barceló narra sus viajes a África, una experiencia plasmada en cine y en papel, y bromea con que "solo escribo a partir de 50 grados de temperatura. O sea, dentro de poco voy a empezar a escribir en Europa todo el rato, si seguimos así". Por último, reconoce que admira a una larga lista de gente "políticamente incorrecta", pero concluye que no hace falta invocar a esas "malas bestias".