Lagarde prevé que la inflación siga bajando en 2025 pese al repunte que se espera a final de este año
- La presidenta del BCE no da pistas sobre qué pasará con los tipos de interés en la reunión de la próxima semana
- Se muestra a favor de que la UE financie con deuda común las inversiones para cerrar la brecha con China y EE.UU.
La presidenta del Banco Central Europeo (BCE), Christine Lagarde, ha asegurado este miércoles que la inflación en la eurozona bajará hacia el objetivo del 2% por el que se rige la institución durante 2025, pese a que la tasa repuntará "temporalmente" en el cuarto trimestre de este año.
En una audiencia con la comisión de Asuntos Económicos del Parlamento Europeo, Lagarde ha explicado que el aumento de la inflación en los últimos meses de 2024 se deberá a que las importantes caídas en los precios energéticos registradas anteriormente saldrán de la tasa anual, lo que se conoce como "efecto de base".
La presidenta del BCE ha recordado que, de hecho, la inflación aumentó tres décimas en noviembre respecto a octubre, hasta el 2,3%, debido sobre todo a la "moderación de la caída de los precios energéticos y el aumento de la inflación de los alimentos".
La inflación subyacente se mantuvo, por su parte, en el 2,7% y se espera que siga "en torno a los niveles actuales hasta principios de 2025", ha añadido.
A la espera de la última reunión del año del BCE
La comparecencia de este miércoles se celebra una semana antes de que el BCE tenga una reunión en la que podría volver a bajar los tipos de interés.
"Revisaremos nuestra posición de nuevo la próxima semana siguiendo nuestro enfoque dependiente de los datos y reunión a reunión. Por lo tanto, no nos comprometemos de antemano con una senda de tipos particular", se ha limitado a señalar a este respecto.
En su reunión de octubre, la institución recortó en 25 puntos básicos la tasa, hasta el 3,25%, tras haberlos reducido ya en junio y septiembre, puesto que los datos disponibles entonces "confirmaron que el proceso de desinflación estaba en buen camino", ha señalado.
"Los tipos han bajado 75 puntos básicos y la senda está clara, es a la baja, seguirán bajando, pero ¿a qué ritmo? Eso no lo puedo decir hoy porque estamos actuando reunión a reunión y seguiremos dependiendo de los datos", ha dicho Lagarde.
No obstante, ha avisado: "La batalla contra la inflación está cerca de cumplirse, no es misión cumplida. Todavía tenemos trabajo que hacer, pero tenemos el objetivo a la vista".
Crecimiento débil y riesgos comerciales
En cuanto a las perspectivas económicas para la eurozona, Lagarde ha recalcado que los datos "sugieren que el crecimiento será más débil en el corto plazo", debido a la ralentización del crecimiento en el sector servicios y la "continuada" contracción del sector manufacturero.
"Más adelante, la recuperación económica de la zona del euro debería empezar a ganar algo de impulso", ha añadido la presidenta del BCE, tras recordar que en la primera mitad de 2024 el crecimiento fue "moderado" y que el incremento del PIB del 0,4% en el tercer trimestre se debió en parte a factores temporales.
Lagarde ha puntualizado, no obstante, que la perspectiva económica a medio plazo es "incierta" y está "dominada por los riesgos a la baja", ya que los riesgos geopolíticos son "elevados" y existen "crecientes amenazas al comercio internacional".
"Sus altos grados de apertura comercial e integración en las cadenas globales de suministro hacen a la eurozona vulnerable a crisis externas, con las potenciales barreras comerciales, lo que plantea retos a las manufacturas y la inversión", ha advertido.
La brecha de inversión con China y EE.UU.
En este sentido, preguntada por la relación comercial con Estados Unidos bajo la nueva administración dirigida por Donald Trump, cuyo mandato como presidente comienza el 20 de enero de 2025, Lagarde ha considerado que "lo peor que puede ocurrir es una guerra comercial" y "represalias" puesto que esto "no conduciría a un mayor desarrollo comercial y el crecimiento que resultaría de ello".
Lagarde ha instado a esperar a ver "los hechos", las medidas que llevará a cabo el Ejecutivo de Trump, al tiempo que ha llamado a los europeos a llegar "fuertes" y con un enfoque "estratégico" a las potenciales negociaciones comerciales con Estados Unidos. "Al final del día hay que sentarse a la mesa porque hay que reconocer quién está en el otro lado. No es una bandera blanca", ha dicho.
En este sentido, se ha mostrado partidaria de que la UE financie con deuda común las inversiones conjuntas "bien definidas" necesarias para cerrar la brecha que separa al bloque de competidores como China o Estados Unidos, con base en las recomendaciones del informe que el ex primer ministro italiano y su predecesor en el cargo, Mario Draghi, elaboró a petición de la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen.
"Nos permitirían aprovechar economías de escala y abordar retos transfronterizos, en beneficio de todos los europeos, añadiendo valor más allá de lo que las inversiones nacionales podrían lograr por sí solas. También enviarían una clara señal de unidad a los inversores privados de dentro y fuera de la UE", ha apostillado.