El creciente poder de Elon Musk tensa a sus rivales: temen que dañe sus negocios desde la Administración
- El dueño de Tesla formará parte del Departamento de Eficiencia Gubernamental del nuevo Gobierno de Trump
- Sus competidores temen que les perjudique y presione para regular sus empresas
El dueño de Tesla, Elon Musk, se convirtió en una de las figuras republicanas durante las elecciones de Estados Unidos. La millonada que ha invertido en la campaña de Donald Trump le ha catapultado a cotas de poder inéditas en un empresario del calibre del sudafricano, después de que el presidente electo le haya nombrado para formar parte del Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE, en inglés).
Por eso, los rivales del sector temen que Musk dañe su negocio. "Hay un gran cementerio lleno con mis enemigos. No querría añadir a nadie, pero lo haré si no tengo elección", llegó a escribir el también propietario de X (antigua Twitter) a través de esta red social.
"Puede ser una inspiración o un peligro. El peligro es la concentración de poder. Y no se esconde a la hora de usar la política como estrategia empresarial", analiza Bruce Kogut, profesor de la escuela de negocios de la Universidad de Columbia a TVE.
Rivalidad con Bill Gates, Zuckerberg y Jeff Bezos
Sus competidores temen que les perjudique y presione para regular sus empresas. De hecho, esta semana ha intensificado su ofensiva legal contra la compañía de Sam Altman, Open AI. Otros de los nombres que conforman su lista de adversarios son Bill Gates, Mark Zuckerberg y Jeff Bezos, dueños de Microsoft, Facebook y Amazon, respectivamente.
"Hoy me he enterado de que Bezos le decía a todo el mundo que Trump perdería", expuso sobre el empresario, que le desmintió con un simple "100% falso". El presidente ejecutivo de Amazon también es dueño del The Washington Post, diario al que prohibió publicar un editorial a favor de la candidata demócrata, Kamala Harris.
Conflicto de interés con sus negocios
"Es alguien que cree que hay que romper las normas para avanzar. Esperemos que las herramientas de nuestro sistema para controlar el exceso de poder funcionen", añade Kogut, que recuerda que el departamento del que formará parte tiene como objetivo recortar burocracia y regulación.
Por eso, el conflicto de intereses está servido. Los negocios de Musk —desde los vehículos eléctricos de Tesla, hasta los cohetes de SpaceX, pasando por los chips cerebrales de Neuralink— dependen de las regulaciones, subsidios y políticas gubernamentales.