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Yoon Suk-yeol, presidente de Corea del Sur: un político contra las cuerdas que ha intentado un autogolpe

  • Yoon llegó al poder en 2022 tras una larga carrera como fiscal
  • El político gobierna con el Parlamento en contra desde abril y este martes intentó imponer la ley marcial

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Perfil de Yoon Suk Yeol, presidente de Corea del Sur
Imagen de archivo de Yoon Suk Yeol REUTERS/Kim Hong-Ji (archivo)

El todavía presidente de Corea del Sur, Yoon Suk-yeol, se enfrenta a un moción de destitución de la oposición tras su intento de instaurar la ley marcial. Yoon, abandonado por su partido, puede estar al final de su breve carrera política, iniciada en 2022 tras una larga carrera como fiscal en la que ganó popularidad como azote de corruptos.

Un conservador con una postura dura hacia el Norte

Yoon Suk-yeol (Seúl, 1960) llegó en 2022 al máximo cargo del país sin experiencia política previa pero tras una larga carrera como fiscal, en la que se hizo un nombre por perseguir la corrupción de los políticos y de directivos de grandes empresas, como Hyundai o Samsung. En 2016 dirigió la investigación que llevó a la destitución de la presidenta Park Geun-hye, y en 2019 se convirtió en fiscal general.

En marzo de 2022 al frente del Partido del Poder Popular (PPP), la principal formación conservadora. Su victoria significó un giro a la derecha y la ruptura de los ciclos de diez años de alternancia entre conservadores y progresistas desde que en 1987 el país dejó de ser una dictadura para convertirse en una democracia parlamentaria.

Yoon ganó con el margen más ajustado de la historia política surcoreana (48,58% de apoyo, apenas ocho décimas más que su principal rival, Lee Jae-myung, del liberal Partido Democrático) presentándose como alternativa al descontento político y social por la pandemia del COVID-19 y los escándalos de corrupción.

El conservador prometía también más firmeza ante Corea del Norte, al contrario que su antecesor, Moon Jae-in, del PD, que intentó un deshielo con Kim Jong Un sin conseguir frenar las amenazas belicistas de Pyongyang. Precisamente Yoon ha pretendido justificar su ley marcial acusando a la oposición de complicidad con el Norte.

Deriva autoritaria y casos de corrupción

La firmeza de Yoon, bien recibida por su aliado EE.UU., pronto derivó en acusaciones de autoritarismo. Se han abierto casos judiciales contra figuras de la anterior administración; se han dado pasos atrás en igualdad de género y libertad de expresión, y se ha restringido el acceso a los medios, recuerda Reuters. Corea del Sur ha caído del puesto 47 al 62 en el índice mundial de libertad de prensa elaborado anualmente por Reporteros Sin Fronteras (RSF).

Yoon también se ha adoptado una línea intransigente con los sindicatos y con los médicos que han ido a la huelga para frenar sus planes de reforma sanitaria. La ley marcial ordenaba, precisamente, que los médicos volvieran al trabajo, informa Reuters.

El presidente se ha defendido de las acusaciones de autoritarismo achacando a sus oponentes la difusión de noticias falsas, o tachándoles de agentes del Norte o "comunistas". "Las fuerzas del totalitarismo comunista se han disfrazado de activistas democráticos, defensores de los derechos humanos y progresistas", decía en un discurso hace un año.

Gobierno en minoría desde abril

El PPP sufrió una derrota sin paliativos en las elecciones parlamentarias del pasado abril. Casi dos tercios de los escaños, y por tanto el control de la única cámara legislativa, pasaron a manos del PD y otros partidos opositores. Desde entonces, Yoon no ha podido aprobar sus propuestas de ley, y solo ha podido vetar las de sus oponentes.

Gobierno y oposición han chocado por los presupuestos y por las investigaciones sobre casos de corrupción que afectan al presidente o a su partido. El intento de instauración de la ley marcial llegó después de que el PD aprobara unos presupuestos generales para 2025 con recortes, además de mociones para destituir al fiscal general y al responsable de la Junta de Auditoría e Inspección, encargada de controlar las cuentas de los organismos públicos, informa Efe.

Casos de corrupción de su mujer

El noviembre, Yoon tuvo que hacer frente a las acusaciones de tráfico de influencias en un escándalo que le involucraba a él y a su esposa, Kim Keon-hee. La primera dama ha sido investigada por diversos delitos, desde intromisión en asuntos de Estado a manipulación de activos bursátiles o por recibir supuestamente un bolso de lujo como soborno.

En medio de estas sospechas, el nivel de apoyo popular de Yoon había caído en picado, con porcentajes de aceptación del 20% desde hace meses, la peor valoración de un presidente en la historia del país.

Ante estas circunstancias, Yoon ha intentado la huida hacia adelante con un autogolpe mediante la ley marcial, que, por el contrario, puede significar el fin de su carrera política.