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Île à Vache, la 'última isla virgen del Caribe', amenazada por el turismo de lujo

  • Explotando el Edén; Île à Vache, narra la lucha de sus habitantes por conseguir un turismo sostenible
  • Una película de Raquel Gómez-Rosado que está preseleccionada para el Goya a Mejor Documental

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Mujer caminando por la orilla del mar con el agua a las rodillas, rocas y barcos al fondo. Escena costera tropical.
Fotograma del documental 'Explotando el Edén; Île à Vache'

Île à Vache es un pequeña isla de Haití, en el Caribe, de apenas 13 km de largo y 3 de ancho, con una superficie aproximada de 48.47 km². Una isla de cuento que es uno de los últimos lugares de la zona sin masificación turística. Pero el Gobierno lleva diez años intentando convertirla en un destino turístico de alta gama, aunque para ello tenga que destruir las vidas de los habitantes locales, que llevan más de diez años luchando para evitar el deterioro de ese paraíso, que les está costando sus hogares, sus cosechas e incluso sus vidas. Una lucha que la directora, productora y montadora Raquel Gómez-Rosado narra en el documental Explotando el Edén; Île à Vache, que ha conseguido varios galardones internacionales y está preseleccionado para los Goya.

"Île à Vache es un auténtico paraíso perdido en el Caribe -nos comenta Raquel-. Sus playas de arena blanca, aguas cristalinas y paisajes vírgenes la convierten en una joya natural, aunque estas no son tantas ni tan extensas como para justificar un proyecto de la envergadura que se proyectaba, sigue siendo “la última isla virgen del Caribe” uno de los últimos lugares en la región sin turismo masivo, manteniendo su autenticidad y aislamiento".

"Los más de 20.000 habitantes de Île à Vache, una cifra que el gobierno insistía en reducir a 10.000 o 15.000 para minimizar el número de afectados, dependen principalmente de la pesca, la agricultura de subsistencia y pequeñas actividades de comercio local. Antes vivían también de un turismo no masivo para el que tenían tres hoteles de lujo y una serie de hostales regidos por gente local. Pero la situación actual del país ha hecho que el sector turístico esté gravemente herido -añade Raquel.

El Gobierno anuló el derecho a la propiedad privada

Los problemas para los habitantes de la isla comenzaron el 10 de mayo de 2013, como nos comenta Raquel: "Ese día el gobierno haitiano lanza un decreto ley por el cual se declaran una serie de zonas del país como de “utilidad turística” para ofrecerlas a inversores privados. Para ello se ampararon en un artículo de su constitución en el que, como en la española, se excluyen los derechos de propiedad privada del litoral, manantiales, ríos, cursos de agua, minas y canteras. Este anuncio moldeaba la ley para poder convertir la isla entera, no solo sus costas, en un destino turístico de lujo".

"Ese decreto -añade la directora-, supuso la expropiación de tierras sin consulta ni compensación adecuada a los habitantes, generando un impacto devastador en sus vidas. La eliminación de la propiedad privada de forma unilateral es una grave violación de los Derechos Humanos y, en este caso, dejó a muchas familias en la incertidumbre total. Como concluye la película, Haití fue el país con más vulneraciones a la propiedad privada según el IPRI de 2020 (Índice Internacional de Derechos de Propiedad) y no ha mejorado mucho esta situación".

Pero... ¿Hasta qué punto les arrebataron casas, cultivos...? "Ante las quejas organizadas de la población, el Gobierno ofreció alguna indemnización siempre a posteriori y que no servía ni para un año de alquiler en otra localidad -nos explica Raquel-. Es decir les abocó a la pobreza absoluta. Programaron la construcción de viviendas en lugares donde apiñarles, pero, como finalmente no salió adelante, el desastre no fue masivo. A quienes sí resultaron afectados les arrebataron todo: tierras, hogares y medios de subsistencia, sin ofrecerles ninguna indemnización ni alternativas viables. Aunque se prometieron empleos y nuevas viviendas, esas promesas quedaron en el aire. La gran mayoría de afectados fueron despojados de su forma de vida sin recibir ningún beneficio tangible".

Los intereses políticos y económicos tras el proyecto

Como siempre, detrás de este proyecto de turismo de lujo se escondían intereses económicos, como nos comenta Raquel: "Los defensores del proyecto argumentaban que el proyecto traería infraestructura, como acceso al agua potable y electricidad. Se hicieron algunos pozos, como se indica en el documental, que no llegaron a dar agua dulce, algunos sí y se utilizaron temporalmente, se abrían un par de veces a la semana, pero también se hablaba de que casi toda el agua se dirigía preferentemente a los hoteles existentes. Detrás del proyecto se escondían claros intereses económicos de élites nacionales y extranjeras, que priorizaron el lucro sobre el bienestar de los isleños. El proyecto deduzco que fue impulsado por uno de estos hoteles (Abaka Bay) que logró que el entonces presidente, Michel Martelly, se entusiasmara en él y, según medios locales, quisiese invertir personalmente".

"Para conseguir inversión extranjera lo disfrazaron de proyecto social y hubo inversiones interesantes como la del centro comunitario o un centro de salud que ya existía gracias a una catalana llamada Carmen y al que cambiaron de dueño y ubicación haciéndolo menos accesible a los isleños, en una localización destinada claramente a los turistas. También el aeropuerto supuso una inversión cuestionable a menos de 15km de otro aeropuerto internacional, y por entonces sin terminar, en la ciudad de Les Cayes".

"El Gobierno de Haití -concluye Raquel-, nunca se había echo eco de las necesidades de los isleños, vivían en la autosuficiencia, lo cual les vino bien durante años pues evitaron ser victimas de la violencia de la dictadura. Presumen de ser una localidad muy pacífica sin delitos de sangre y casi sin necesidad de control policial. Sobre el papel era un proyecto claramente interesante, simplemente la puesta en marcha no se realizó considerando los problemas de la población".

Ellos no se oponen al turismo sostenible

Lo curioso, es que, como nos explica Raquel, ellos no se oponen a ese turismo: "Exactamente, los habitantes no están en contra el desarrollo turístico, y aceptaban incluso el que hubiese desplazamientos, pero reclamaban un modelo consensuado en el que se respetara los derechos básicos de la población, un modelo sostenible que respetase su cultura y entorno. Quieren ser parte del proceso de desarrollo, pero el proyecto gubernamental quiso trabajar por su cuenta, no digo que malintencionadamente, pero sí de manera unilateral, pues sabían que intentar coordinar con la población traería problemas. Especialmente con respecto a los realojos, sobre los que nunca fueron claros".

"El proyecto se enfocó en intereses externos, ignorando completamente la opinión de la comunidad local. Tenían visiones enfrentadas, la población local ya vivía del turismo, ellos lo estaban explotando y no les importaba compartirlo con otras estructuras de mayor capacidad económica que atrajeran un turismo de alta gama, sabían que eso podría ser beneficioso para ellos; pero las formas en las que empezó a ponerse en marcha el proyecto les hizo ver que no contaban en absoluto con ellos, que pretendían robarles las tierras para favorecer inversiones privadas sin que ellos recibieran un beneficio mínimamente justo".

Por eso, los habitantes de la isla se organizaron, como nos comenta la directora: "Se unieron para fundar el KOPI (Konbit Peyizan Ilavach) que yo interpreto como "Colectivo campesino de Île à Vache". Una organización que nació como respuesta a la amenaza que representaba el proyecto turístico para los habitantes. Surgió de la unión de organizaciones preexistentes en la isla para poder servir de interlocutores con el gobierno. Organizaron protestas pacíficas, reuniones comunitarias y actividades de concienciación para defender sus derechos y proteger la isla. Supieron organizarse con otros grupos parecidos en el país, interactuando también con agentes internacionales y organizaciones de derechos humanos".

"Su actual presidente, Jérôme Génest, sigue en activo. Y es que, aunque el proyecto se paralizó, nunca se rectificó el decreto de 2013, que les ha dejado en una posición verdaderamente vulnerable. De esto son conscientes depredadores varios entre los que cabe destacar un nuevo proyecto turístico empujado por inversión privada americana de muy dudosa procedencia. Parece ser que detrás de esta iniciativa está un exmilitar llamado David López dedicado a la lucha contra la trata infantil, con cuerpos de mercenarios. Una absoluta locura, como dicen en este artículo de investigación en ele que nos menciona".

¿Prácticas mafiosas?

Por cierto que parece ser que los partidarios de este proyecto turístico podrían usar también métodos mafiosos, incluyendo el asesinato: "Ginald (Marc Donald Laîné) fue el primer presidente de KOPI -asegura Raquel-. Un chico muy joven que murió en un accidente de tráfico cuando se dirigía a una reunión para defender a uno de los afectados. Un accidente que para ellos era claramente sospechoso, ya que cuando fueron al hospital habían desplegado cuerpos policiales que les impidieron acercarse. Fue un duro golpe para ellos que también sufrieron extorsión y persecución. Por ejemplo, encarcelaron a uno de los más activos, Jean Matulnes Lamy, que era un policía nacional y se consideró inapropiado que participara en cuestiones “políticas”. Al salir de la cárcel se convirtió en presidente de la organización, pero acabó teniendo que abandonar el país tras recibir serias amenazas anónimas. Contra otros miembros se pusieron ordenes de arresto y, como eso no era suficiente, empezaron a ofrecerles puestos suculentos de trabajo fuera de la isla. Tenían muy claro como desestructurar una organización, pero no lo consiguieron".

Pedimos a Raquel Gómez-Rosado que nos ponga algún ejemplo de las cosas que han arrebatado a los habitantes de Île à Vache: "Por ejemplo, Meritane, que es la suegra del hermano de mi marido, perdió su hogar, y lo sangrante es que no se lo “quitaron”, pero al realizar la carretera se abrieron paso sin contemplación, quitaron los terrenos circundantes a la casa sin previo aviso y tocaron los cimientos. No fue la única, otros tuvieron que desalojar sus casas por miedo a derrumbe, pero ella no tenía donde ir. Su casa tardó 5 años en caer, y hubiese bastado reforzar el terreno tras pasar las excavadoras, para que no se quedaran los cimientos expuestos al agua de la lluvia. Ahora vive en condiciones precarias, repartiéndose entre sus hijos. Oficialmente el gobierno afirma haber ofrecido indemnizaciones, pero estas fueron insuficientes y ridículas. Se puede encontrar más información en la tesis doctoral de Walner Osna. Se ofrecieron ocasionalmente a un número limitado de personas a posteriori, y lo peor, se operó sin previo aviso en la mayor parte de los casos. Es de una injusticia brutal que no puede justificarse de ninguna manera y menos por parte de un Gobierno democrático que vendía esto como un proyecto único y social".

Raquel ha rodado el documental prácticamente sola

Lo más sorprendente de esta película es que Raquel la haya rodado prácticamente sola: "El documental fue un desafío enorme que llevé a cabo prácticamente sola, junto con mi marido, Jean Jacson Placide, un habitante de la isla que trabajaba en uno de los hoteles de lujo de Île à Vache. Yo estaba dando clases en la entonces única escuela de cine de Haití (Cineinstitute- Artistinstitute) y cuando esto empezó a pasar, siendo ya pareja de Jacson, me animaron a denunciar la situación, pero me pidieron que no involucrase a la escuela, ya que claramente podían perder el apoyo del Gobierno. Así que me lancé en solitario. Poquito a poco, a lo largo de los años, iba mejorando mi equipo; pasé de ir solo con mi camarita a comprarme una pequeña grabadora de audio para las entrevistas, que entonces solo pretendían ser material de investigación, y finalmente decidí invertir en un micrófono en condiciones, que fue lo más caro de mi equipo".

"En la escuela -añade-, tuve que aprender sonido directo para dar clases a los alumnos, así que aproveché lo aprendido y enseñé a Jacson a llevar la pértiga, sino fuera así el documental no hubiese existido. Es imprescindible ser dos para este tipo de rodajes, además de ser responsable de coordinar casi todas las entrevistas y de que la gente me abriera sus casas. Hizo un trabajo excelente. Como soy montadora decidí montarlo sola y como iba sin apoyos fui cogiendo el resto de funciones.. que si una web, que si el diseño de cartel, que si los subtítulos. En 2016, en Madrid, me hice unos cursos de producción y autodistribución, en la escuela de una amiga llamada Creandocine. Me di cuenta de que rodar y montar la peli era lo más fácil de todo el proceso, que las fases de toda obra audiovisual no eran tres (preproducción, producción-rodaje y postproducción) como siempre nos habían enseñado, sino que me faltaban dos de las más importantes: el desarrollo (donde se gesta el proyecto y los apoyos) y la distribución; y que para eso hacía falta dinero sí o sí. Paré todo e intenté lograr apoyos, presentarme a ayudas de desarrollo, pero estas se dan antes de rodar y yo ya tenía el rodaje hecho".

"En 2019 Conseguí una pequeña asesoría al clasificarme como HOT FILMS IN THE MAKING (Roy W. Dean Grant de The Heart Productions) y participar en un laboratorio en San Sebastian el “INTERNATIONAL AUDIOVISUAL TRAINING II-Film project Developmet organizado junto a EWA por la Asociación de Mujeres Cineastas del país Vasco (H)emen. Las cuales fueron un buen impulso moral y de aprendizaje, pero seguía sin tener dinero. Así que acabé teniendo que hacer tanto la mezcla de sonido, como la corrección de color, como los DCP para cines. Tres actividades profesionales cercanas a las mía pero que requieren una alta especialización. Tuve que ahorrar en ello para poder gastar en lo único que no podía evitar, las inscripciones a festivales; cuya estrategia también acabé asumiendo al no poder pagar a alguien especializado".

"Fueron años de aprendizajes múltiples. Conseguí estar en los selects de IDFA, uno de los mejores festivales de documentales, pero no pude asistir al mercado y me he quedado a las puertas de firmar con algún agente de ventas o distribuidor para salas. He conseguido firmar con PRAGDA, que hace distribución educativa en Norteamérica, pero el resto de ventanas están disponibles. Muy agotador, nunca quise hacerlo todo yo, aunque se ha convertido en una especie de reto del que estoy tan orgullosa como avergonzada. De todas formas, sola nunca se puede hacer todo. En el camino he encontrado apoyos, sobre todo de las asociaciones profesionales de las que soy socia: DOCMA (Asociación española de cine documental) y APACAM (La Asociación de Productores Audiovisuales de Castilla-La Mancha ). Y otras de las que seré o he sido como AMAE y CIMA), en ellas he encontrado una solidaridad imprescindible para llevar a cabo los proyectos independientes y un lugar al que acudir en las horas de desesperación cual club de alcohólicos anónimos. Como la gente de Île à Vache, si algo he aprendido es que hay que asociarse". 

¿Cómo es la situación actual en Île à Vache?

Por último preguntamos a Raquel cómo es la situación actual en la isla: "El proyecto se quedó en standby en uno de los cambios de gobierno. Paralizaron la construcción del aeropuerto al considerarla un despilfarro, pero era un gobierno provisional. Tras las elecciones de 2017, y la llegada de Jovenel Moïse a la presidencia, perpetuando al partido del antiguo presidente (PHTK), las cosas empezaron a reactivarse. Sin embargo, se habían destapado varios casos de malversación, la deuda del país crecía y el pueblo se levantó en una protesta unísona al grito de #KotKobPretrocaribeA (Dónde está el dinero de los fondos Petrocaribe). La Corte Superior de Cuentas realizó una investigación sobre supuestos actos de corrupción en torno al manejo de los fondos del programa Petrocaribe, entre los que se encontraban los asignados a Île-à-vache. Demostraron que fueron usados en obras que quedaron inconclusas y esto levantó la ira del pueblo haitiano en 2019. Las protestas duraron 2 años y paralizaron el país por completo. A esta etapa se la llamó el Pay Lok (Paisbloqueado) y terminó con el magnicido del Presidente, el 7 de Julio de 2021, y un terremoto mayor que el de 2010, aunque con menos víctimas".

"Desde entonces no se ha encausado ni localizado a los culpables -añade Raquel-. El país sigue sin realizar elecciones, con un gobierno que el pueblo considera ilegítimo. El caos ha dado entrada a grupos criminales armados y esto ha supuesto un revés total a los sueños de construcción de una industria turística. En Île-à-Vache no han llegado las bandas, sigue siendo una zona tranquila pero ya no hay turismo y los hoteles preexistentes han tenido que cerrar. Gracias a que han mantenido sus tierras de cultivo (que el gobierno también planificaba expropiar) siguen manteniéndose en una economía autosuficiente, pero no pueden permitirse escuelas ni muchos servicios. La situación es muy dura. Y en medio de todo esto, el decreto sigue en pie, por lo que no pueden hacer libre uso de sus tierras y se encuentran en una situación legal muy vulnerable. La lucha continua, pero ya no reclaman unas indemnizaciones que nunca vendrán, tan solo que retiren el decreto por el cual se considera su tierra de “utilidad pública”.

Cartel del documental 'Explotando el Edén; Île à Vache'