El papa Francisco simplifica los funerales pontificios: "Quiere que sea el de un pastor, no el de un hombre con poder"

• No habrá velatorio "privado", ni tres ataúdes, ni catafalco, ni tratamientos más allá de obispo y papa
• El responsable de Liturgia en la Iglesia española, Ramón Navarro, explica los cambios a RTVE.es

Francisco ha simplificado el ritual de los funerales de los papas. ARCHIVO EFE

El papa Francisco, que el 17 de diciembre cumplirá 88 años, ya había hecho saber en los últimos meses que iba a querer un funeral simple, despojado y menos recargado que el de sus antecesores y que, por eso, había estado revisando su ritual. El director del Secretariado de la Comisión Episcopal para la Liturgia de la Conferencia Episcopal Española, Ramón Navarro, explica a RTVE cuáles son los cambios más significativos para que conozcamos cómo será el funeral del papa Francisco: “Quiere que sea el de un pastor, no el de un hombre con poder”, asegura el experto.

Francisco recibió el pasado 4 de noviembre el primer ejemplar del volumen impreso con la segunda edición del Ordo Exsequiarum Romani Pontificis, el libro litúrgico que guiará los funerales del papa. Según Vatican News -portal oficial de noticias del Vaticano- Francisco había aprobado previamente su publicación el 29 de abril.

“Este no es el primer cambio que se hace”, recuerda Ramón Navarro. “A principios del 2000 Juan Pablo II aprobó un primer cambio porque había un ritual que se alejaba un poco de las exequias cristianas y era más propio de la corte, con más pompa”, nos pone en antecedentes el liturgista. 

“Con Juan Pablo II ya no se destruye el anillo del pescador con el que se sellaban los documentos oficiales“

“Antes de Juan Pablo II la muerte del papa la certificaba el camarlengo golpeando la frente del papa tres veces con un martillo de plata y pronunciando su nombre, luego se ponía el cuerpo en un catafalco, se embalsamaba el cadáver… todo un ritual que venía de la edad media y que se simplifica”, apunta Navarro. “Con Juan Pablo II ya no se destruye el anillo del pescador con el que se sellaban los documentos oficiales. Ahora se conserva en los museos vaticanos”.

El funeral del papa emérito Benedicto XVI ya siguió el rito del Ordo Exequiarum Romani Pontificis, establecido por la Constitución Apostólica Universi Dominici Gregis (1996), con algunas de estas adaptaciones propuestas por Juan Pablo II. “El papa Francisco lo ha vuelto a simplificar para que se parezca lo más posible al entierro de cualquier obispo o de cualquier fiel, para acabar de quitarle la pompa que le quedase”, aclara el experto de la Conferencia Episcopal Española.

Nuevo libro ritual para celebrar el funeral del papa. ARCHIVO EFE

El maestro de las Celebraciones Litúrgicas de los Pontífices, el arzobispo Diego Ravelli, en declaraciones a Vatican News, también redunda en que se hizo necesaria esta "segunda edición porque el papa Francisco pidió simplificar y adaptar algunos ritos para que la celebración de las exequias del obispo de Roma expresara mejor la fe de la Iglesia en Cristo resucitado". 

El nuevo rito pretende subrayar aún más que “el funeral del Romano Pontífice es el de un pastor y discípulo de Cristo y no el de un poderoso hombre de este mundo", ha explicado Ravelli. Algo con lo que coincide casi literalmente el liturgista español Ramón Navarro: “Francisco quiere que sea el funeral de un pastor y no de un hombre con poder”. 

La nueva edición mantiene, sin embargo, el ritual de las clásicas tres “estaciones”: en la casa del difunto, en la basílica vaticana y en el lugar de la sepultura. Estos son algunos de los cambios más significativos contenidos en el nuevo ritual para las exequias de los pontífices. Así será el funeral del papa Francisco.

Lugar de constatación de la muerte

La constatación de la muerte se realizará en la capilla del Palacio Apostólico en lugar de en la habitación del papa. “Lo que se va a hacer es trasladar el cuerpo desde Santa Marta, que es donde vive el papa Francisco, hasta la capilla del Palacio Apostólico -que es la residencia oficial de los papas- y allí tendrá lugar esta constatación de la muerte para darle un cierto carácter sagrado”, aclara Ramón Navarro. 

Un ataúd en lugar de tres

El cuerpo se depositará inmediatamente en el único ataúd de madera con el interior de zinc. Se elimina la tradición de enterrar a los papas en tres ataúdes: uno de ciprés que se introducía en uno segundo de plomo que, a su vez, se metía en un tercero de roble más grande y con una madera más resistente y noble. “Con el nuevo ritual sólo habrá un ataúd en el que la madera se ve por fuera y el zinc del interior ayudará a la conservación”, apunta Navarro.

No hay velatorio “privado”

Directamente el cuerpo se llevará a la Basílica de San Pedro. “Antes había una primera veneración de los altos cargos de la curia y de los cardenales en la capilla del Palacio Apostólico”, explica el liturgista español. De modo que este velatorio “privado” se suprime y será el mismo para todo el pueblo de Dios. 

Francisco ha eliminado los elementos menos cristianos del ritual de exequias de los pontífices. ARCHIVO EFE

Ni catafalco ni báculo papal

En la basílica Vaticana, el cuerpo del papa difunto se expondrá directamente en el féretro abierto, pero no en un “catafalco propio de la edad media”, ni en una “altura, como Juan Pablo II”. Tampoco se colocará el báculo papal junto al féretro durante esta exposición. Ramón Navarro cree que “lo más probable es que se ponga en el suelo, lo más sencillo posible, para que los fieles se puedan despedir”. 

Cierre del féretro 

Como el féretro ya se ha colocado en el ataúd inmediatamente después de la constatación de la muerte dejándolo expuesto para que los fieles puedan despedirse, se cerrará la víspera de la misa exequial. “Los textos de la ceremonia de exequias son los mismos que hay ya en el misal, no se hacen textos especiales para la ocasión”, explica el liturgista español.

Sin títulos que hagan referencia al poder

Además, siguiendo el modelo de los funerales de obispos, durante las ceremonias religiosas se usarán títulos más sencillos. “Se han cambiado las formas de referirse al papa”, apunta el experto. “Tiene muchísimos títulos y se han reducido, ahora el ritual habla de papa, de obispo de Roma o de pastor, no hay más referencias. Se aleja de todo lo que pudiera asociarse al poder mundano. El rito subraya que el papa es un pastor y un discípulo de Cristo”, aclara el director del Secretariado de Liturgia.

Elección del lugar de la sepultura

Quizá la novedad más llamativa en el ritual sea la introducción de las indicaciones necesarias para una posible inhumación en un lugar distinto de la basílica vaticana, como ya adelantó hace tiempo el papa Francisco, que en varias ocasiones ha manifestado su deseo de ser enterrado en la basílica de Santa María la Mayor de Roma. 

Ramón Navarro aclara que, “el lugar de la sepultura, aunque no era obligatorio porque no estaba escrito, era en las grutas vaticanas”. Y explica que el papa Francisco tiene mucha devoción a la Virgen Salus Populi Romani, que es “un icono bizantino que está en la capilla Paulina, mirando al altar de Santa María, a la izquierda”. El experto español asegura que “el papa siempre que sale de viaje oficial va allí a ofrecer un ramo de flores a la Virgen, que es la patrona de Roma, por eso ha decidido enterrarse allí y ha introducido en el ritual que cada papa puede enterrarse donde quiera”.

Desaparece la “Cámara Apostólica”

A pesar de que se mantiene la figura del camarlengo -la persona que se ocupa del gobierno y la administración del Vaticano entre papa y papa- Francisco ha eliminado la llamada "Cámara Apostólica", un colegio de eclesiásticos y funcionarios de la curia que asistía al cardenal camarlengo durante la gestión de la Sede Vacante.

El delegado de Liturgia de la diócesis de Cartagena y director del Secretariado de la Comisión Episcopal de Liturgia de la Conferencia Episcopal Española, Ramón Navarro, nos da una conclusión didáctica y periodística de lo que será el funeral del papa Francisco: “Resumiendo: Tres estaciones, tres momentos. Se constata la muerte en la capilla privada del palacio apostólico. Colocación del cuerpo y traslado a San Pedro sin velatorio para ciertas personas. Se expone unos cuantos días, abierto, para que los fieles puedan pasar a verlo. Se cierra la víspera del funeral y, al día siguiente, es el traslado al sepulcro y el entierro propiamente dicho”.