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Análisis

El camino de Damasco

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Conflicto en Siria: rebeldes celebran la caída del régimen de Bachar al Asad
Rebeldes sirios celebran la caída de Al Asad en la carretera de Beirut a Damasco AP / OMAR SANADIKI

"Espero que haya una nueva época de paz y estabilidad, sin destrucción, sin sangre, sin enfrentamientos, sin venganza o revancha… Espero que la paz reine ya en una Siria unida y estable porque este país y la gente se cansó de conflictos". A. es traductor de árabe y español. Vive en Damasco, y esta mañana del 8 de diciembre le ha pillado, como al resto de los habitantes de la capital siria, sin dormir.

A. nació poco después de la llegada al poder de Hafez el Asad, comandante del Ejército del aire sirio, líder del partido Baaz, panarabista y socialista, finalmente golpista. Esta mañana ha visto cómo el hijo de aquel, Bachar, su sucesor desde el año 2000, se ha ido previsiblemente para siempre. A. ha visto cómo su vida de letras se interrumpía con llamadas a las Fuerzas de Defensa Siria, que han arruinado durante los últimos 14 años sus traducciones al árabe de los clásicos españoles de la literatura.

Otros conocidos ya no responden al teléfono. Aunque lo han hecho hasta hace unas horas, ocupados en organizar la salida hacia Líbano. Los privilegiados del régimen asadista ya lo habían hecho, empezando por su líder y la familia. La mujer, Asma, con leucemia desde mayo, después de haber superado un cáncer de mama.

Las imágenes de la salida del domingo de los damascenos al complejo presidencial para pillar en sentido literal, recuerdan a las "operaciones" similares vistas, por ejemplo, en Bagdad, en abril de 2003. Recuerdo el comentario de uno de los bagdadíes en uno de los palacios de Sadam Husein:

- Me parece que estas alfombras son chinas; se ha debido de llevar con él las auténticas. Por los túneles.

La otra cara de la moneda del Partido Árabe Baaz, socialista y panárabe, de Siria, ha sido barrido de la historia en cuestión de horas.

Con una sarta de interrogantes. ¿Dónde está el líder que hasta hace nada proclamaba con desafiante actitud que tenía el país de los múltiples grupos étnicos y credos religiosos, un mosaico intercultural, en el puño? ¿O la famosa, también autodefinida como todopoderosa Cuarta división, de su hermano Májer, compuesta por unas 15.000 fuerzas de élite, que debían garantizar la "seguridad" de Damasco?

Si el principal eje de una batalla es el factor psicológico, tal vez la deriva del Estado, en la última década, desgranadas zonas de su geografía en manos de diversos grupos armados, concentrado en una nueva realidad en forma de red de laboratorios de narcotráfico, haya minado definitivamente su efectividad militar. Demasiados millones de ganancias con la producción de captagón —píldoras de fenetilina—, inundan todo Oriente Medio, como hizo antes la cocaína colombiana.

Los planes para la nueva Siria

Los teóricos hablan del paradigma del Caos Creativo para entender lo que pasa en Siria antes y después de la caída de Damasco. Habría que aplicar el mismo principio para la trayectoria, ciertamente creativa, de Abu Mohamed al-Golani -del Golán-, el nuevo factótum político-militar sirio que ha pasado de hombre de confianza de Al Zawahiri —padre político de Al Qaeda—, a promesa de un nuevo islamismo para la concordia y todos los públicos.

La familia de Golani procede del Golán, y su padre es un ingeniero del petróleo que llevó a su familia a Arabia Saudí, donde él nació y vivió sus primeros siete años, antes de trasladarse a Damasco en 1989. En el año 2000, clave en Siria, Al Golani se radicalizó con la Segunda Intifada. Curiosamente, ahora llevaba 14 meses sin abrir la boca sobre la guerra de Gaza o Líbano.

Después de haberse unido a la insurgencia en Irak, y entrar en las filas de los islamistas radicales, fue encarcelado en Camp Bucca, como Al Baghdadi. Justo cuando empezó la Primavera Árabe, en 2011, fue liberado y cruzó la frontera siria cargado con sacas de dinero en metálico.

Estos últimos diez días ya han cambiado la historia de Siria y de Oriente Medio. Empezando por los de los miles prisioneros políticos liberados de las cárceles, desde Alepo a Damasco.

Veremos a partir de este domingo los planes para la nueva Siria. El papel de Turquía, muñidor de este miniejército formado en el radio de Idlib, que ha contado en todo momento con inteligencia y apoyo técnico especialmente para discernir en cada momento de su avanzada la situación y posición detallada del ejército regular sirio.

Veremos si Turquía ya saca rédito con su deseada franja de seguridad por todo el norte de Siria, marcando una nueva frontera entre ambos países. O al suroeste, entre As Suwayda y Daraa, en forma de anillo de protección precisamente del Golán israelí. Ya hay movimiento de tropas israelíes en Quneitra.

Veremos si son ciertos los rumores de un nuevo Oriente Medio con designios concretos para reediciones de Irak-Mesopotamia e Irán-Persia. De supuestos acuerdos bajo la mesa con Rusia con intercambios entre Siria y Ucrania.

Veremos qué pasa. Mi amigo A. apuesta por la racionalidad a pesar de todo. Mientras WhatsApp ha dejado de funcionar en los barrios prooficiales del centro de Damasco, en el barrio donde vive A. parece no haber problemas. "El primer ministro transferirá la autoridad a un nuevo gobierno. Y habrá un Consejo Nacional de transición". Una apuesta por la legitimidad constitucional en el país de las intrigas desde los tiempos de los cruzados.

Veremos.