Alexis Morante: "En '¿Es el enemigo?' mostramos cómo la guerra convirtió a un chaval de 17 años en Gila"
- Narra las experiencias de Gila en la Guerra Civil, que le inspirarían su famoso monólogo humorístico
- Una película protagonizada por Óscar Lasarte y Natalia de Molina, que llega a los cines este 13 de diciembre
"¿Es el enemigo? Que se ponga".
Seguro que al leer esa frase a muchos se os ha dibujado una sonrisa en la cara y os han venido gratos recuerdos de Miguel Gila (1919-2001), uno de los mejores humoristas de la historia de España que representó ese monólogo durante muchos años. Lo que algunos no sabréis es que, como contó el propio cómico en sus memorias, El libro de Gila. Antología cómica de obra y vida (Blackie Books), ese monólogo se basaba en las experiencias de Gila en la Guerra Civil donde llegó a ser fusilado. "Nos fusilaron al anochecer; nos fusilaron mal", decía.
Ahora, el director Alexis Morante (Bla bla bla) rinde homenaje al humorista con ¿Es el enemigo? La película de Gila, que está protagonizada por Óscar Lasarte, que cuenta con la participación de RTVE y que llegará a los cines el 13 de diciembre.
"Gila es un icono de nuestra historia, de nuestra sociedad, de nuestra cultura del humor. Un padre del humor. Para mí es un privilegio poder haber hecho una película sobre él y poder contarla, además, con total libertad, mostrando el origen de su humor y cómo vivió una de las tragedias más grandes que hemos pasado como país, que es la Guerra Civil".
La película nos muestra cómo el joven Miguel Gila vivía feliz en el Madrid de 1936 en una buhardilla con sus abuelos, hasta que estalla la Guerra Civil y decide unirse al bando republicano junto a su amigo Pedro. Allí sobrevivirá a las batallas, el hambre, la cárcel y a ese fusilamiento. E irá construyendo ese humor que terminaría por convertirlo en uno de los cómicos más populares de España e Iberoamérica.
"Al leer sus memorias ves lo mucho que sufrió en la guerra"
Alexis Morante nos comenta que "el germen de la película son esas memorias. Al leerlas te das cuenta de lo mucho que él sufrió en la guerra. Y, cuando ves que él convirtió esa tragedia en humor, es donde te das cuenta de que era un personaje único. El guion mezcla esas memorias con sus monólogos. Yo no sabía que había estado en la guerra de verdad y cuando ves cómo fue capaz de hacer ese humor universal sobre tanto sufrimiento es donde te das cuenta de que fue alguien único".
"Es una película profundamente antibélica —añade—. Por eso no podíamos quedarnos solo en la comedia, sino que también teníamos que mostrar los horrores de la guerra. Creo que a mitad de la película hay un gran cambio que deja en shock al espectador porque hasta entonces era casi una película de aventuras, pero de pronto ocurre algo que hace que te des cuenta de que la guerra no es ningún juego, como le decía su abuela a Gila, y que tampoco es graciosa. Es entonces cuando él intenta llevar esa forma de ser suya, optimista, a esa tragedia que está viviendo. Por eso también mostramos la muerte, la crueldad, el dolor, el odio, el enemigo que siempre está latente en la película. Siempre hay un enemigo enfrente. No se sabe muy bien cómo es o qué cara tiene. Creo que todo esto hace que la película sea genuinamente antibelicista".
“Por eso hemos querido que el tono de la pelí fuera un poco ingenuo, una tragicomedia, que es lo que él hacía con sus personajes. El reto era conseguir que la película pareciera real, pero también una mezcla con su característico humor. E intentar mostrar cómo Miguel, ese chaval ingenuo de 17 años que participó en la guerra, se va convirtiendo en Gila. Ese era nuestro reto. Creo que todas esas cosas trágicas que le pasan le fuerzan a madurar. Y al final, me parece que ahí reside también un poco el secreto de su sentido del humor, porque debió pensar: 'O me río para superar esto o voy a acabar regular'”.
"Yo creo que el humor de Gila es muy actual —nos comenta Alexis—. Si se lo pones a cualquier chaval seguro que se ríe. Creo que ahora mismo sería un gran influencer dentro de este de este mundo que sigue en guerra y que sigue en la tragedia. En sus monólogos no solo hablaba de la guerra sino también de los bomberos, de gente de pueblo... Hacía todo tipo de humor sobre la pobreza del momento que estaba viviendo España en esa posguerra. Era prácticamente imposible hacer reír a todo el mundo en esa época en la que todavía había mucho odio en España, pero él lo consiguió".
Sobre la maravillosa interpretación de Óscar, Alexis nos comenta: "Es impresionante, va a ser un descubrimiento para el cine español. Nos costó mucho encontrarlo porque queríamos que fuera un actor joven y desconocido, para que la gente no lo viera como una imitación sino que fuera algo natural. Y creo que Óscar ha superado nuestras expectativas. Tiene más nariz y creo que no se parece físicamente del todo, pero cuando lo ves moverse, cuando lo ves actuar, es Gila. Y cuando oyes su voz en off crees que te está hablando el propio Gila. Lo único que le pedí es que adelgazara, más incluso de lo que ya estaba, para que fuera como un joven de esa época, que pasaban hambre".
Óscar Lasarte: "A los 14 años ya imitaba a Gila"
Para el joven mago y actor Óscar Lasarte, interpretar a Gila ha sido un sueño hecho realidad: ”Conocí a Gila por mi abuelo y por esos recopilatorios de Nochevieja de Televisión Española. Y me marcó tanto que a los 14 años ya imitaba Gila. Y luego lo metí en mis shows de magia, hasta que mi madre y mi abuela me dijeron que lo quitara, que no me salía muy bien. Interpretarlo ha sido una responsabilidad enorme, pero también un privilegio gigantesco”.
“Para interpretarlo, sobre todo he visto sus monólogos una y otra vez –asegura el actor—, para intentar averiguar de dónde venía ese acento tan característico y mezclar un poco esa imagen que todos tenemos de él con lo que averiguamos durante la investigación para la película”.
"Lo más complicado —nos comenta Óscar—, ha sido mostrar cómo la guerra cambió a Gila. Cómo ese chico tímido de Madrid, que estaba muy metido en su mundo, tuvo que usar el humor para afrontar esa guerra y esa marabunta de tragedia que se le vino encima. Y, además, cómo usó esa experiencia para decirle a la gente que, gracias al humor, podemos encontrar la fuerza para sobrevivir a esas tragedias e incluso llegar a reírnos de ellas".
Una de las mayores dificultades de Óscar a la hora de interpretar a Gila es que todos lo recordamos como un hombre mayor. "Hay alguna foto suya de joven en el Libro de Gila —nos comenta—, pero es cierto que fue difícil encontrar más cosas de esa época. Yo me inspiré mucho en la película El hombre que viajaba despacito (Joaquín Luis Romero Marchent, 1957), en la que interpretaba a un soldado joven. La forma de hablar y de moverme ha salido de ahí. Y también me he visto todos sus monólogos. Incluso he descubierto algunos que no conocía y que son geniales, como El concierto de violín, en el que quiere tocar el violín, pero descubre que se lo ha dejado en casa. Y al final dice: 'Bueno, tampoco se han perdido nada porque toco de oído y no me dejo aconsejar', me hace mucha gracia".
En cuanto al rodaje, Óscar nos comenta: "Lo más difícil fue en el campo de batalla, porque grabamos en Bizkaia y a veces llovía. Pero creo que el hecho de llevar el uniforme, el fusil, los correajes... eso te ayuda mucho a meterte en el papel, a meterte en la historia. A pesar de que todo eso pesaba bastante y acabábamos agotados".
Para terminar, Óscar Lasarte nos confiesa que “Gila me lleva acompañando desde que era un niño y esta película ha sido una razón más para que me acompañe durante más tiempo. A nivel personal y profesional puedo decir que ya llevo a Gila en el corazón para siempre”.
Natalia de Molina: "Cuando leí el guion empecé riendo y acabé llorando"
Natalia de Molina interpreta a Rosa, la única miliciana del grupo de soldados en el que acaba Miguel Gila. “Es una tipa con mucho carácter, lo que contrasta con esa inocencia del joven Miguel Gila. Ella era mucho más consciente de lo que implicaba estar en esa guerra y de que no era ninguna broma”.
“Cuando leí el guion tuve un viaje emocional: empecé riendo y acabé llorando. Y que te pase eso ya con un guion es bastante insólito. Eso es una cosa que me gusta mucho de la película –añade—, que muestra esa ternura y ese sentido del humor, con momentos realmente divertidos, pero cuando entramos en batalle es cruda, no dulcifica nada. Y eso creo que impacta mucho”.
Natalia confiesa que está fascinada por estas milicianas que participaron en la Guerra Civil Española: “Son muchas más de las que nos han contado y algunas incluso se hicieron pasar por hombres para poder participar en la guerra. Me fascina su férrea determinación y su lucha por la libertad. Por eso creo que deberíamos indagar más en sus historias, porque lo tuvieron muy difícil y vivieron cosas realmente muy fuertes. Ya sabemos que en la guerra las mujeres y los niños somos blancos fáciles".
La actriz también destaca la interpretación de Óscar como Gila: "He tenido una conexión muy bonita con él porque me recordaba a cuando yo empecé mi carrera, cuando rodé Vivir es fácil con los ojos cerrados (David Trueba, 2014). Ahora está viviendo esos nervios, esa ilusión de una responsabilidad tan grande que ha sabido echarse a las espaldas. La construcción que hace del personaje de Gila, cómo transmite la energía que tenía y ese viaje emocional que realiza es, para mí, uno de los mejores trabajos que he visto de un actor novel en mucho tiempo. Y es tan buen compañero que se merece todo lo bonito que le pueda venir. Y si la película toca, emociona, llega, divierte... es, en gran parte, gracias al trabajo que ha hecho Óscar".
En cuanto a sus recuerdos de Gila, Natalia asegura: "Recuerdo vagamente a ese señor que iba disfrazado de soldado y que siempre llevaba un teléfono, pero no era muy consciente del humor que hacía y lo que representaba. Y gracias a esta película yo creo que también generaciones como la mía, o más jóvenes incluso, van a descubrir a esta figura que realmente merece un homenaje como el que se le hace en la película. Porque hacía un humor con un tema muy delicado, pero con el que lograba aunar a todo el mundo". Para mí eso es muy importante porque el sentido del humor nos salva a todos. Es un mecanismo de defensa y de supervivencia innato. Yo creo que quien no tiene sentido del humor tiene un problema, porque la vida es jodida, es muy dura y creo que es muy importante saber reírse de ella, como hizo Gila".
Otros intérpretes de la película son Carlos Cuevas, Salva Reina, Ivan Villanueva y Antonio Bachiller. La cinta llegará a los cines el 13 de diciembre.