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Los asesinatos a periodistas suben por segundo año: "Pagan un precio humano desorbitado en conflictos"

  • Los asesinatos en países en conflicto aumentan por primera vez en cinco años, especialmente en Palestina
  • Israel se convierte en la tercera mayor cárcel del mundo para la prensa

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Palestina se convierte en la región más peligrosa para la prensa, denuncia Reporteros Sin Fronteras

No se mata la verdad matando al periodista, pero decenas de regímenes y grupos armados alrededor del mundo optan por silenciar al mensajero para que no se conozcan sus crímenes. Todos los tipos de persecución a la prensa han aumentado en el mundo este año, según denuncia Reporteros Sin Fronteras (RSF) en su balance anual del estado de la prensa.

"Los periodistas no mueren, los matan; no están en la cárcel, los regímenes los han encerrado; no han desaparecido, los han secuestrado. Estos crímenes, a menudo orquestados por gobiernos o grupos armados, son un agravio al derecho internacional y, con demasiada frecuencia, quedan impunes. Debemos cambiar lo establecido y recordarnos a nosotros mismos, como ciudadanos, que es por nosotros, para informarnos, por lo que mueren los periodistas (...) Proteger a quienes nos informan es proteger la verdad" , declara en el informe el director general de RSF, Thibaut Bruttin.

Los periodistas no mueren, los matan; no están en la cárcel, los regímenes los han encerrado; no han desaparecido, los han secuestrado

En 2024 han sido asesinados al menos 54 periodistas mientras ejercían su trabajo, 31 de ellos en zonas de conflicto. Es la cifra más alta en cinco años y especialmente elevada en Gaza, con 35 periodistas asesinados en el ejercicio de su profesión desde octubre de 2023, cuando comenzó el asedio por el Ejército israelí. Con más de 145 periodistas asesinados en total, Palestina se ha convertido en la región más peligrosa del mundo. Al menos 550 informadores están en la cárcel, 95 están desaparecidos y 55 permanecen secuestrados.

"Gaza nos ha roto los esquemas porque es bastante difícil verificar dentro de la Franja. No podemos saber quién ha sido asesinado por ser periodista, pero pensamos que todos los reporteros asesinados lo han sido por ser eso, periodistas. Cuando estás trabajando en zonas de conflicto no dejas de ser periodista, estés comprando agua, yendo a buscar una tarjeta SIM o cargando tu teléfono", asegura la vicepresidenta de Reporteros Sin Fronteras, Edith R. Cachera. "El Ejército israelí es, en 2024, el mayor asesino de periodistas del mundo. Esto nos hace pensar qué clase de democracia es y si hay que tratarla como tal", añade.

El número de periodistas encarcelados también ha aumentado este año, con 550 profesionales entre rejas, un 7,2% más que el año pasado. China sigue siendo la mayor cárcel del mundo para periodistas, con 124 encarcelados, 11 de ellos en Hong Kong. Le siguen Birmania, con 61 presos, e Israel, que se convierte en la tercera mayor cárcel del mundo con 41 periodistas encarcelados, 17 más que en 2023.

Este aumento se debe a las detenciones ordenadas por los gobiernos de Benjamín Netanyahu y Vladímir Putin. En Rusia, con la férrea represión del Kremlin a los medios rusos y ucranianos, hay 38 periodistas encarcelados, ocho más que el año pasado. La condena acumulada entre los 72 profesionales en prisión más de 250 años de prisión

Secuestros en Siria y represión en Irán

El informe de Reporteros Sin Fronteras presta especial atención a la situación crítica en Palestina tras más de un año de guerra entre Israel y Hamás. La organización denuncia la "persecución sin tregua a los periodistas en Oriente Medio". Palestina es "el país más peligroso para informar y registra el mayor número de asesinatos de reporteros en todo el mundo". Cachera denuncia que "nunca se habían asesinado a tantos periodistas en un espacio tan pequeño y en un tiempo tan corto como ha sucedido en la Franja de Gaza".

En Siria siguen secuestrados al menos 38 periodistas, la mayoría de ellos capturados por el autoproclamado Estado Islámico durante la guerra. La caída de Bachar al Asad el domingo puede ser una oportunidad para rescatar a estos periodistas, "pero los antecedentes que hemos visto en Afganistán no invitan a ser muy optimistas", lamenta en una entrevista en RTVE.es el presidente de RSF, Alfonso Bauluz.

"Esperamos que los sirios, y no solo quienes se han hecho con el poder en Damasco, se pongan de acuerdo para desarrollar otro sistema político que no sea la represión de la familia de Asad", añade. Los rebeldes del grupo islamista Hayat Tahrir al-Sham (HTS), ahora en el poder, "también tienen que dar cuentas de los ataques a los periodistas" del pasado y, junto a sus responsables, "dejar claro cuáles son sus verdaderas intenciones", afirma Baluz. 

En Irán, el régimen de los ayatolás reprime con la cárcel cualquier opinión disidente. La activista iraní y premio Nóbel de la Paz, Narges Mohammadi, fue encarcelada en 2021 por su defensa de los derechos humanos y su lucha contra la opresión de la mujer. El pasado 4 de diciembre fue liberada de la cárcel de Evin por su grave estado de salud. Las periodistas Nilufar Hamedi y Elahe Mohammadi, que desvelaron la muerte de Mahsa Amini, fueron absueltas el pasado agosto por la justicia iraní después de estar bajo custodia policial durante casi dos años. Irán cuenta con un total de 35 periodistas detenidos y seis desapariciones forzadas. 

Asia: las mayores cárceles del mundo

El continente asiático registra cifras especialmente preocupantes. Es la segunda región más peligrosa del planeta para ejercer el periodismo y las cuatro mayores cárceles del mundo se encuentran aquí. En Pakistán han sido asesinados siete reporteros, un país donde "los asesinatos políticos están en auge" y en Bangladesh mataron a cinco mientras cubrían protestas sociales. Son el segundo y el tercer país, respectivamente, donde más asesinatos a profesionales ha registrado la organización. 

China se perpetúa en el tiempo como la mayor cárcel del mundo para periodistas. Lleva más de dos décadas registrando la cifra más alta de toda la lista de países, con 124 reporteros entre rejas. Le sigue Birmania, con 61 periodistas encarcelados, Israel con 41, y Bielorrusia, con 40. Estos cuatro países tienen entre rejas a más de la mitad de todos los periodistas encarcelados en el planeta.  

"China es lo más parecido al gran hermano. Consideramos que el país está blanqueado porque no se sabe realmente lo que el Gobierno hace con los periodistas, algo relativo porque en China no hay periodistas como tal. En Hong Kong, un territorio donde la libertad de prensa era floreciente, China la ha fulminado cerrando los dos medios más representativos del territorio", afirma Cachera.

Violencia e impunidad en Latinoamérica

En América Latina, México se mantiene como el país sin guerra más peligroso para ejercer el periodismo, según RSF. Concentra más del 30% de todos los periodistas desaparecidos. México, que ha celebrado este año elecciones, ha sido testigo del asesinato de al menos 30 candidatos presidenciales y cinco periodistas locales. Es, junto con Bangladesh, el tercer país más mortífero del mundo para la prensa. Le siguen Sudán, Birmania, Colombia, Ucrania y Líbano. 

El número de asesinatos baja en la región pero Cachera alerta que "no es sinónimo de que haya menos violencia estatal". "En dictaduras como Cuba, Venezuela o Nicaragua ya no es necesario matar. Nunca lo ha sido porque su represión es tan fuerte que solo con encerrarlos ya es suficiente", añade.

El periodista guatemalteco José Rubén Zamora, detenido hace dos años después de señalar casos de corrupción que involucraban al entonces presidente Alejandro Giammatei, ha sido puesto en libertad provisional bajo arresto domiciliario. El "corrupto sistema judicial del país", según declara Cachera, "se resiste a ponerlo en libertad" y corre el riesgo de volver a prisión después de más de 800 días entre rejas. Zamora aseguró desde su domicilio en noviembre que estos dos años en prisión "han tenido más impacto que 30 años de periodismo, porque hemos quitado la máscara a la democracia".

Actualmente, casi un centenar de profesionales del periodismo están desaparecidos en todo el mundo. La organización afirma que la mayoría de ellas son forzadas, un 45%, y atribuibles a "gobiernos autoritarios y negligentes". Este año se han producido cuatro nuevas desapariciones forzadas en Rusia, Nicaragua y Burkina Faso.