Ábalos, el socialista de "vida disoluta" que hizo base en Valencia y "llegó arriba hasta olvidarse de que era mortal"
- El exministro de Fomento ha sido imputado por su presunto papel en el caso Koldo
- El socialista forjó su carrera en Valencia y ascendió progresivamente hasta llegar a ser mano derecha del presidente del Gobierno
Más de cuatro décadas después de que comenzase su carrera política desde los barrios y las Casas del Pueblo de los socialistas valencianos, la trayectoria de José Luis Ábalos parece haber llegado a su fin tras su imputación por parte del Tribunal Supremo por su presunto papel en el caso Koldo.
En 40 años de trayectoria muchos son los calificativos con los que los socialistas le definen. Del "joven ambicioso" que llegó a lo más alto de su partido olvidándose de que "era mortal" a la "vida disoluta" que llevaba en su última etapa como ministro en Madrid, José Luis Ábalos forma ya parte de la historia política del PSOE.
Crecido políticamente a la par que el despertar económico de una ciudad de Valencia que en la década de los 80 empezaba a experimentar un crecimiento demográfico, cultural y arquitectónico que marcaría un antes y un después en su historia, Ábalos (Torrente, 1959) se afilió con 22 años al PSPV en 1981 después de una etapa militando en el Partido Comunista.
El "joven emergente" que salió de Valencia Nord
En sus inicios, el valenciano se hizo con un aura e imagen de "joven emergente" con poder que poco a poco logró hacerse un hueco entre las federaciones socialistas de Valencia, cuentan compañeros suyos del PSOE en aquellos años que le vieron crecer con "buenas formas" que le sirvieron para "rodearse de una buena tropa" de fieles.
Pronto, aquel joven profesor de Magisterio que ejerció solo tres meses, empezó a escalar en la estructura socialista de las orillas del Turia. Valencia crecía y se transformaba en una ciudad cosmopolita referente en España y él iba a la par.
Dos años después de su llegada al partido, ya era jefe de gabinete del delegado del Gobierno en la Comunidad Valenciana y en 1987 ascendió a un cargo homólogo, pero en el Gobierno valenciano del Conseller de Trabajo, Miguel Doménech. Además, fue en esa década de los ochenta cuando logró ser secretario general de la agrupación socialista de València Nord, la que le catapultó dentro del PSPV. "Aunque no era una persona muy trabajadora en lo que a iniciativa política se refiere, fue ahí donde tejió sus redes de contactos y se descubrió que era una persona de palabra, lo que prometía lo cumplía. Fuese lo que fuese", cuentan miembros históricos del PSPV a RTVE.es que prefieren mantenerse en el anonimato.
Fama de "pactista" y una gran relación con Rita Barberá
Fue así como logró empezar a forjarse la fama de ser una persona "pactista" que tenía "dotes de entablar empatía con los dirigentes" y un político confiable que cumplía con su palabra dentro del PSOE valenciano. "Era una persona que supo hacerse con poder en Valencia", resume otro histórico del partido.
Ábalos fue así aumentado su posición de privilegio y siguió acumulando responsabilidades dentro del PSPV. En 1999 salió elegido como concejal del Ayuntamiento de Valencia en los "años duros" en los que Rita Barberá dominaba sin rival la ciudad y el partido solo se podía limitar a la oposición legislatura tras legislatura. Precisamente, un año después intentó hacerse con el poder del PSPV, pero perdió el congreso territorial por un estrecho margen de diez votos frente a Joan Ignasi Pla.
Mientras tanto, siguió forjándose su carrera como edil valenciano, un cargo que mantuvo hasta 2009 y que compaginó desde 2003 a 2007 como diputado provincial por Valencia en Les Corts. Barones históricos del PSOE reconocen que durante aquellos años era capaz de "entenderse a la perfección" con la alcaldesa Barberá, a pesar de que Ábalos era parte de la oposición a Rita. "Él mantenía con pactos su red clientelar y encajaba en las listas a los suyos a cambio de poder y favores" en Valencia, comentan. Una red que tejía sin parar y que no dejaba de aumentar, aseguran.
2009, llegada del "estratega" a los "corrillos de la villa y corte de Madrid"
Pero las estrechas calles de la Ciutat Vella y de una Valencia que seguía renovándose en torno al antiguo cauce del Turia se le empezaron a quedar pequeñas. El "joven emergente que tiene poder e iba de la mano de la mayoría" había crecido, consideraba que necesitaba nuevos retos y dio el salto a la política nacional en 2009 como diputado. Despegaba así su carrera en Madrid.
"En la época de diputado forjó relaciones muy estrechas con un trato muy cercano, alegre y campechano. Él nunca había sido una persona de formas abruptas en esos años, aunque sus tropas, sí", comentan los socialistas consultados por RTVE.es. Fue precisamente ese buen trato que daba el que le "ayudó a forjar una imagen de estratega por los corrillos de la villa y corte de Madrid", añade. "Ahora nadie le conoce, pero antes se daban codazos por salir en la foto con él", cuenta otro histórico barón socialista a nivel nacional.
Con un ojo puesto en Madrid, en 2012 se erigió como "un pacificador" que venía a poner orden en la lucha interna que mantenía el PSPV y, doce años después de intentarlo por primera vez, logró hacerse con el poder territorial de la segunda federación socialista por número de militantes más importante de España. Lo hizo tras un pacto interno mediante la abstención de parte de la militancia en la elección con el objetivo de lograr una candidatura que aspirase a ganar el Gobierno autonómico en las elecciones de 2015.
"A raíz de esto, él vive del rebufo de la abstención y luego, más tarde, del triunfo de Pedro Sánchez en el partido en 2017 y su éxito. Él no era nadie, era una persona casual que estuvo en el momento oportuno donde tocaba estar", comentan miembros del PSPV que vivieron en primera línea las negociaciones para que llegase a hacerse con el poder del PSPV. "Él siempre ha sido designado, nunca ha llegado ganando, que digamos. En el PSPV fue puesto, por Sánchez fue puesto y como ministro fue puesto igual", añaden voces críticas del socialismo valenciano que se muestran dolidas por todo el daño que le va a hacer el caso Koldo a su partido.
El "primer sanchista" e impulsor de su candidatura
Pero sin duda, su gran movimiento político que le aupó a lo más alto del partido y del Gobierno de España fue ser uno de los primeros "sanchistas". El exministro fue uno de los fieles de Sánchez cuando fue expulsado como secretario general por el Comité Federal en 2016.
El valenciano creyó en la candidatura del ahora presidente del Gobierno y se dedicó a movilizar a los militantes para lograr que Sánchez lograse la Secretaría General en las primarias de 2017, en las que se impuso por sorpresa a Susana Díaz.
"Cuando en 2017 Pedro llegó a la Secretaría General del partido, si lo de Pedro no tiraba, iba a ser él el 'Plan B'", aseguran miembros del PSOE que se enteraron de esa estrategia porque Ábalos "presumía" de ello y se "jactaba de torcer voluntades" para llevarlo a cabo.
Una vez Sánchez alcanzó la Secretaría General del PSOE, la confianza que depositó el actual presidente del Gobierno en él fue total. Ábalos consiguió unas cotas de poder a nivel nacional que nunca antes había visto. El joven que había salido en 1981 de la federación de Valencia Nord, era una figura respetada y temida dentro del partido. Primero logró ser portavoz del PSOE en el Congreso tras la dimisión de Antonio Hernando y, al poco, se convirtió en secretario de Organización del partido.
Al año siguiente, lideró la moción de censura contra Mariano Rajoy con la corrupción como eje central del debate, que aupó a Sánchez a la Presidencia y, en consecuencia, a él como ministro de Fomento. Se había convertido en una referencia socialista y él lo sabía. "Le gustaba vanagloriarse de dónde colocaba a la gente o que contaban con su visto bueno. Algunos ministros lo consultaban a él en calidad de vicesecretario antes de los nombramientos", cuentan respetados socialistas a RTVE sobre su modo de trabajar en Madrid.
Ministro y secretario de Organización: "Se olvidó de que era mortal"
Sin embargo, cuando se convirtió "en todopoderoso, su tropa no crecía porque en esta vida tienes que ser cariñoso y respetuoso", confiesan valencianos socialistas que durante una etapa de su trayectoria convivieron con él. "A pesar de ser todopoderoso no creció, se vino arriba y hay gente que cuando llega arriba se olvida que son mortales y él fue uno de ellos", dicen sobre una persona a la que cada vez era más habitual verla "usar formas para intimidar y torcer la voluntad de la gente", sobre todo con los críticos con la dirección del partido, aseguran.
A pesar de ello, Ábalos gozó en estos años como ministro de un poder total y era respetado dentro de la formación. Pero, aunque su carrera política no dejaba de crecer y formaba parte del núcleo duro del Gobierno, poco a poco la vida personal y política se fue torciendo. "Durante esos años la tensión entre él y Zapatero era alta. Zapatero no veía con buenos ojos que el papel de mediador con Venezuela lo llevase Ábalos", añaden desde dentro del PSOE.
El caso Delcy, su salida como ministro y el estallido del caso Koldo
De hecho, en 2020 se vio involucrado en el famoso caso Delcy por el encuentro que mantuvo el entonces ministro acompañado de Koldo García con una delegación venezolana en el aeropuerto de Barajas con la vicepresidenta venezolana, Delcy Rodríguez, que tenía prohibido su entrada en espacio Schengen.
En el verano de 2021 llegó su salida del Gobierno por sorpresa, y con él las incógnitas. ¿Qué habría pasado? ¿Por qué este giro de guion que ni los más íntimos habían podido prever? Para entonces, las voces críticas dentro del PSOE aumentaban sobre su labor. "Dentro del partido se hablaba de su vida privada como 'vida disoluta'", cuentan fuentes consultadas por RTVE.es al ser preguntadas por esos años y por si se vivía con preocupación dentro de Ferraz su modo de trabajar, que parecía verse afectada cada vez más por su vida personal, cuentan.
A pesar de su salida, se quedó como diputado del PSOE por Valencia en el Congreso de los Diputados y así ha estado hasta este 2024, cuando se fue al grupo mixto expulsado por su partido cuando se vio acorralado por el estallido del caso Koldo, la sombra del ministro en sus años dorados. Ahora, aquel joven socialista valenciano que creció como la espuma, fue número tres de su partido y llegó a ser mano derecha del presidente Sánchez, ve como el momento de sentarse en el banquillo está más cerca que nunca y su carrera política llega, por el momento, a su fin.