Claves del acuerdo de pesca para 2025: menos días de captura, pero incentivos a la sostenibilidad

• Desde el Gobierno celebran que se haya "neutralizado" la rebaja del 79% inicialmente propuesta por Bruselas
• Las asociaciones pesqueras critican que habrá que hacer un esfuerzo adicional, que no todos podrán cumplir

El acuerdo de pesca para 2025 divide al Gobierno y al sector

Fumata blanca al reparto de pesca en aguas comunitarias en 2025. Los ministros de Pesca de la Unión Europea (UE) han cerrado este miércoles por unanimidad un acuerdo que reduce los días para salir a faenar en el Mediterráneo, pero establece una serie de mecanismos de compensación que permitirían aumentar las jornadas de pesca, incluso hasta alcanzar los días actuales.

Aunque el Mediterráneo haya centrado los esfuerzos en la negociación de este año, el pacto también incluye cambios en las cuotas del Atlántico: se han conseguido importantes cifras para el rape, el jurel oeste o la cigala, si bien destaca la rebaja del 20% en las capturas de merluza atlántica del norte.

Según el Gobierno, el pacto es bueno para el sector y beneficia a las embarcaciones españolas. Las asociaciones pesqueras, por su parte, critican que, para poder mantener los días de pesca, habrá que hacer un esfuerzo adicional, que no todos podrán cumplir. Estas son las principales claves:

El acuerdo de pesca de la UE genera un nuevo episodio de incertidumbre en el sector

¿Qué se decidía en la reunión de Bruselas?

Los Veintisiete se han reunido durante dos días en Bruselas para acordar los denominados Totales Admisibles de Capturas (TAC) en aguas comunitarias. En su mayoría afectan a la flota del Atlántico y se dividen en dos: los de las aguas ibéricas o del sur (Golfo de Cádiz, Cantábrico y Galicia) y los de las aguas del norte (como Gran Sol), en este segundo caso, acordados entre la Unión Europea y el Reino Unido.

Cabe recordar que en el Mediterráneo, salvo especies puntuales, la pesca está regulada por días en el mar.

¿Qué proponía la Comisión Europea?

La polémica llegó este lunes, cuando la Comisión Europea hizo pública su propuesta de TAC. Esta habría supuesto para la flota de arrastre española una reducción del 79% en los días de pesca en el Mediterráneo, de modo que los 570 barcos que faenan en estas aguas solo podrían salir al mar 27 jornadas al año frente a los 130 días disponibles actualmente.

Tanto el Gobierno como las asociaciones de pescadores españolas mostraron su oposición y tildaron la propuesta de "radical" y "desenfocada". Dicho descontento se tradujo en una huelga del sector este lunes y martes, mientras que también hubo protestas frente a la sede de la CE en Madrid.

¿Qué se ha acordado?

Finalmente, los Veintisiete han acordado por unanimidad reducir un 66% los días de pesca de los arrastreros en el Mediterráneo, si bien se establecen mecanismos para recuperar días de actividad si se cumplen ciertas medidas. El objetivo, ha señalado el comisario europeo de Pesca, Costas Kadis, es “incentivar prácticas sostenibles que protegen los alevines e incrementan la selectividad" (la capacidad de los métodos de pesca de seleccionar los peces y tamaños deseados).

Esto significa que si los pescadores, por ejemplo, adaptan sus redes para hacer la pesca más sostenible, podrán aumentar el número de días que tienen permitido faenar.

El mensaje que se quiere enviar desde Bruselas es que se seguirá pescando "los mismos días prácticamente, casi las mismas posibilidades de pesca pero de manera más sostenible", ha recalcado el comisario. Asimismo, habrá financiación con cargo al Fondo Europeo Marítimo, de Pesca y Acuicultura "para que los pescadores puedan solicitar estas medidas".

¿Qué medidas se deben cumplir?

En total, se han establecido 12 medidas acumulables. Según Kadis, si un barco utiliza todas ellas puede pescar "los mismos días o casi los mismos días que pescó este año".

De ellas, seis se aplican a España. Entre otras, el uso de nuevas mallas, puertas voladoras, la imposición de vedas o el cierre temporal de algunas zonas para proteger a las especies demersales cuya recuperación preocupa a la Comisión: los alevines de merluza y la gamba roja.

El ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación, Luis Planas, ha insistido en que estas medidas "neutralizan" esa reducción del 79% y que "sólo la suma de dos de ellas", el uso de redes de 45mm en pesca costera y de 50mm para aguas profundas, suma ya una compensación del 80%.

¿Cómo quedan las cuotas tras el acuerdo?

• Mediterráneo

Los Veintisiete han acordado mitigar la reducción del 30% que pedía Bruselas al 10% de la gamba roja, una de las especies de la zona que cuenta excepcionalmente con un total admisible de capturas en este mar.

• Atlántico

En el caso del Atlántico, Planas ha destacado que España ha conseguido “muy buenos resultados, que cumplen las expectativas”. Destaca la cuota de la merluza sur, que aumenta ligeramente a 10.953 toneladas, lo que asegura la estabilidad de las flotas del Cantábrico y del golfo de Cádiz, recalcan desde el Ejecutivo.

El ministro ha remarcado las subidas en otras especies como el gallo sur, que incrementa su cuota en 732 toneladas hasta las 3.942; y el rape sur, que aumenta en 625 toneladas hasta las 4.340; mientras que la cuota de lenguado pasa de 5 a 6 toneladas y se duplica la de la cigala del Cantábrico, que pasa de 12,4 a 25 toneladas.

Por contra, la del jurel ha experimentado un recorte significativo del 65,9%, pasando las 43.032 toneladas de 2024 a las 14.668 adoptadas en el acuerdo de 2025. A su vez, se mantienen las mismas cuotas que en 2024 para la cigala del golfo de Cádiz, que en 2025 también alcanzará las 30 toneladas y el abadejo, que suma en las tres zonas de pesca de España un total de 388 toneladas.

• Noruega

En el caso de las especies compartidas con Noruega, el pacto permite aumentar las posibilidades de pesca de bacalao en aguas exclusivas de este país nórdico, así como los accesos mutuos en el Mar del Norte. Según el Ministerio de Agricultura, la flota gallega es de las más beneficiada por esta medida.

Asimismo, las posibilidades de pesca de bacalao ártico para la cuota española, una cuarta parte del total comunitario, pasa de las 2.533 toneladas de este año a 2.617 en 2025 (un 3% más). Además, se mantienen las mismas posibilidades de gallineta ártica, con un total de 106 toneladas explotadas también por la flota bacaladera española.

• Reino Unido

En las aguas del norte, que comprenden las francesas del Golfo de Vizcaya y caladeros en torno a Irlanda y Escocia (como Gran Sol), destaca la reducción del 20% para la cuota de merluza norte frente al recorte del 30% que planteaba Bruselas.

En el caso de la pesca de jurel compartida con la flota británica, tras varios años con cuota cero, pero sí accesoria (y, por tanto, con menor rentabilidad económica que la pesca dirigida), sube en dos zonas de pesca clave hasta un total de 6.719 toneladas en la zona 2a-14 (1.303 toneladas en 2024) y 8.751 toneladas de la zona 8c (1.878 toneladas en 2024).

Mientras que la cuota accesoria del besugo de las zonas 6, 7 y 8 se mantiene en las 85 toneladas y el rape norte experimentará una subida global del 54% hasta las 3.817 toneladas.

En otro orden de cosas, el ministro ha expresado su felicitación por la apertura, después de 32 años, del caladero de la pesca de bacalao en Terranova. Así, la flota pesquera española, principalmente gallega, dispondrá de una cuota de 150 toneladas.

¿Qué dice el Gobierno?

Planas ha mostrado su satisfacción por los resultados obtenidos por España, tras dos intensos días de conversaciones en Bruselas. Según ha dicho, ha sido la negociación "más difícil" desde que asumió el cargo como ministro hace siete años.

En una entrevista en RNE, el ministro ha remarcado que tan necesaria es la protección de los recursos marinos como el mantenimiento de la actividad socioeconómica de la pesca en las zonas costeras, por lo que cree que es una “magnífica noticia” que el acuerdo permita aunar ambas cuestiones. "Tenemos que salvar a los peces, pero tenemos que salvar también a los pescadores porque si no, no habrá futuro", ha expresado.

Por contra, la presidenta de la Comisión de Pesca del Parlamento Europeo (PE), la eurodiputada Carmen Crespo (PP), ha dicho que el acuerdo es negativo para el Mediterráneo y que el Gobierno debería "haber trabajado esto hace mucho tiempo porque Italia y Francia se le han descolgado de una minoría de bloqueo". No obstante, ha admitido que el comisario europeo de Pesca ha sido "sensible" y "se han salvado los muebles", pues la propuesta venía de la anterior CE.

¿Y las asociaciones pesqueras?

Menos optimistas se han mostrado desde el sector. El secretario general de la Confederación Española de Pesca (Cepesca), Javier Garat, ha denunciado en los micrófonos de RNE que el acuerdo "tendrá consecuencias sociales y económicas en el sector pesquero del Mediterráneo”. “Veremos cuántos logran sobrevivir", ha dicho, pues "para poder mantener los días de pesca habrá que hacer un esfuerzo adicional, que no todos podrán cumplir".

Por su parte, el presidente de la Federación Nacional de Cofradías de Pescadores (FNCP), Basilio Otero, ha calificado de "confuso" el acuerdo y ha pedido "una aclaración oficial", tal como recoge Efe.

Mientras que la ecologista Oceana ha manifestado que el acuerdo supone "avances para la futura salud ecosistémica en el Mediterráneo" y WWF ve "una oportunidad para acelerar las buenas prácticas", pero ha pedido que los fondos de la UE para la flota lleguen a tiempo.

¿Cuál es el siguiente paso?

Ahora le llega el turno al Consejo, que deberá adoptar los reglamentos en su próxima reunión. A continuación, se publicarán en el Diario Oficial y se aplicarán a partir del 1 de enero de 2025.