Siria y la economía destapan la debilidad de Rusia
- La caída de Al Asad y las perspectivas económicas enturbian la imagen de invulnerabilidad que busca transmitir el Kremlin
- Guerra Ucrania - Rusia, en directo
Rusia es uno de los grandes perdedores de la inesperada caída del régimen de Bachar al Asad. La intervención militar rusa en la guerra civil Siria a partir de 2015 fue decisiva para contener a las fuerzas rebeldes, que ahora han logrado hacerse con el poder. Lo único que ha hecho Putin ante el rápido avance de la oposición a Al Asad ha sido dar refugio a su aliado en Moscú. ¿No ha querido o no ha podido hacer más porque tiene muchos frentes abiertos? ¿Qué impacto puede tener lo ocurrido en Siria en la guerra de Ucrania?
Lo analizamos en el nuevo capítulo del pódcast 'Diario de Ucrania' con Mariano López de Miguel, Doctor en Historia Contemporánea, especialista en Asia Central, el Cáucaso y los Balcanes. Además, profundizamos en otra debilidad de Rusia que está aflorando en las últimas semanas: la inflación desbocada. ¿Cómo está la economía rusa? ¿Puede soportar durante mucho más tiempo la prolongación de la guerra en Ucrania? Se lo preguntamos a Agathe Demarais, investigadora principal sobre Geoeconomía en el European Council on Foreign Relations y columnista de Foreign Policy.
Rusia no llega a todos los frentes
La guerra de Ucrania va camino de cumplir su tercer año y está exigiendo a Rusia más recursos militares y económicos de lo que había calculado. Es una de las razones que explica que Putin no haya podido acudir al rescate de Al Asad con la misma firmeza que en 2015. "La sangría de Ucrania cuesta diariamente cientos de miles de dólares a las arcas rusas y las sanciones, aunque tardíamente, han comenzado a hacer efecto. Si a eso sumamos las pérdidas humanas en combate, es fácil entender que a Rusia le haya costado mantener su presencia en Siria", explica Mariano López de Miguel, que añade otro factor más: el hartazgo de Putin hacia Al Asad por no seguir sus consejos para apaciguar el país.
El experto no descarta que Putin busque algún movimiento en Ucrania para tratar de compensar el daño que ha sufrido la imagen de Rusia con la caída del régimen de Al Assad. "Es cierto que Putin sale tocado. Su imagen no sale muy bien parada. Ahora queda ver si quiere dar un golpe de efecto mandando más tropas a Ucrania. Lo veo complicado, pero todo es posible con Putin", afirma.
Los problemas de la economía rusa
La economía rusa ha empezado a perder la imagen de invulnerabilidad que había transmitido desde que comenzó la guerra. La inflación crece a un ritmo de dos dígitos pese a que el Banco Central ha elevado los tipos de interés hasta el 21%. El propio Putin no ocultó su preocupación hace unos días en un foro de inversores. "La economía rusa no va bien y nunca ha ido bien desde que comenzó la guerra. Lo que pasa es que ha hecho falta tiempo para que surgieran unas grietas que ahora son muy visibles", afirma Agathe Demarais.
La inflación revela algunos de los problemas de la economía rusa: la escasez de mano de obra y la incapacidad para financiarse en los mercados financieros por culpa de las sanciones, lo que obliga a Moscú a seguir consumiendo su colchón fiscal. "El objetivo de las sanciones es dificultar el acceso de Rusia a los recursos financieros y tecnológicos necesarios para librar una guerra contra Ucrania. Y desde esa perspectiva, las sanciones están funcionando", dice Demarais.