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Ábalos, en el 'ojo de la tormenta' antes de declarar en el Supremo tras las últimas acusaciones de Aldama

  • El exministro declara este jueves en el Supremo por su presunta implicación en la trama de las mascarillas
  • El presunto "nexo corruptor" al que apunta la UCO en su informe le ha señalado de manera directa ante el juez

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Ábalos está imputado en el caso Koldo por su "papel relevante y necesario".
Ábalos está imputado en el caso Koldo por su "papel relevante y necesario". AGENCIAS

Han pasado ya diez meses desde que estallase el conocido como caso Koldo y, desde entonces, la causa no ha parado de evolucionar hasta la declaración voluntaria como imputado del exministro de Transportes José Luis Ábalos de este jueves, que hablará por primera vez en sede judicial desde que el informe de la UCO y el juez instructor de la Audiencia Nacional Ismael Moreno le señalasen por “su papel relevante” en el fraude de las mascarillas, que asciende a más de 50 millones de euros.

El exministro está siendo investigado por el magistrado Leopoldo Puente de la sala de lo penal del Tribunal Supremo por presuntos delitos de cohecho, malversación, tráfico de influencias y pertenencia a organización criminal. También declararán la semana que viene los otros dos principales encausados, su exasesor, que da nombre al caso, Koldo García, y el presunto conseguidor de la trama, Víctor de Aldama.

La declaración voluntaria de Ábalos ha estado a punto de truncarse al inicio de esta semana, cuando el juez Leopoldo Puente decidió no admitir la petición de su defensa de señalar una fecha distinta tras los papeles presentados por el presunto "nexo corruptor" de la trama, el empresario Víctor de Aldama, quien le señaló de nuevo, al asegurar que habría pactado con él un piso de 1,9 millones a cambio de contratos "pre adjudicados" en el madrileño barrio del Paseo de la Castellana.

Será la primera vez que el que fuese la 'mano derecha' del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, tenga la oportunidad de dar su versión ante el juez de los hechos en toda esta causa judicial, que arrancó con una denuncia del senador ‘popular’ y diputado de la asamblea de Madrid Alfonso Serrano.

El "papel relevante y principal" de Ábalos

Aquella querella presentada ante la Fiscalía Anticorrupción terminó con la expulsión del PSOE de uno de los 'pesos pesados' de Sánchez, una decisión que no le hizo dejar su acta de diputado. Ábalos decidió marcharse al grupo mixto, lo que le aseguraba que fuese el Supremo el que tuviese que entrar en escena por estar aforado.

El caso Koldo arrancó con la detención de 21 personas, entre las que se encontraban Koldo García y De Aldama, las dos piezas clave de este puzle. Ambos fueron puestos en libertad tras acogerse a su derecho a no declarar ante el juez.

A pesar de que en un inicio el exministro no estaba imputado, el paso del tiempo y los informes de la UCO acabaron con el juez de la Audiencia Nacional Ismael Moreno, que instruye la causa, señalándole de manera directa por su "papel relevante y principal" en la trama de las mascarillas.

Desde el inicio, tanto el Gobierno como el PSOE han puesto un cordón sanitario para impedir que el caso acabase salpicándoles. El partido le abrió un expediente disciplinario que acabó posteriormente con su expulsión. Por parte del Ejecutivo siempre se ha mantenido el mantra de que "quien la hace, que la pague", sin olvidar las palabras de la vicepresidenta primera, María Jesús Montero, que aseguró que ella "sabría qué hacer" en caso de estar en la situación de Ábalos, invitándole a que dejase su acta de diputado, cosa que no ocurrió.

En el informe de la UCO, Ábalos quedaba marcado desde el inicio por el presunto pago por parte de un "testaferro" del alquiler de un piso en Madrid para la pareja del exministro por valor de más de 82.000 euros. Además, la Guardia Civil también destacó el chalet en La Línea de la Concepción del que llegó a "disponer" para su uso e, incluso, podría haber alquilado "para obtener rendimientos económicos". Una propiedad adquirida por Aldama a través de sus múltiples sociedades.

De la denuncia del PP a la tormenta desatada por Aldama

En todo este tiempo, el caso no ha parado de evolucionar, con dos momentos claves. El primero, el informe de la Unidad Central Operativa de la Guardia Civil donde se señala a Víctor de Aldama como "el nexo corruptor" de todo este entramado; la segunda parte, aunque parezca no tener conexión alguna, fue la imputación del empresario en otro caso distinto, el del fraude de los hidrocarburos, que acabó con él en prisión y la posterior declaración voluntaria con la que presionó el botón rojo.

El que fuese presidente del Zamora Club de Fútbol, fue imputado en el caso de los hidrocarburos donde se defraudaron más de 180 millones de euros y por el que entró en prisión provisional el pasado 10 de octubre, cuando el juez de la Audiencia Nacional Santiago Pedraz tomó la decisión atendiendo al criterio de la Fiscalía Anticorrupción.

Este nuevo escenario hizo que todo el guion del caso Koldo diese un giro de 180 grados. Cuando apenas llevaba diez días encarcelado en Soto del Real, el empresario decidió pedir declarar de manera voluntaria en su causa abierta por las mascarillas ante el juez Ismael Moreno de la Audiencia Nacional, instructor de esta causa.

Tras esa declaración, la Fiscalía Anticorrupción pidió a Pedraz, el instructor de los hidrocarburos, que dejase en libertad provisional a De Aldama. Ese mismo día, el 21 de octubre y pocas horas después de su comparecencia voluntaria ante el juez Moreno, quedó en libertad.

De Aldama señala al presidente del Gobierno y a varios ministros

"Que no se preocupe el señor Sánchez, va a tener pruebas". Con estas contundentes palabras respondía De Aldama a los medios a su salida de prisión, horas después de haber acusado de cobro de comisiones a Ábalos, Koldo García y al secretario de organización del PSOE, Santos Cerdán. También habló de una relación directa con Sánchez y varios ministros del Gobierno.

En concreto, el presunto conseguidor de la trama dijo que había pagado 400.000 euros al exministro, 200.000 a Koldo y 15.000 más a Cerdán. Unas acusaciones que todos los señalados negaron.

De la amenaza inicial pasó más de una semana hasta que De Aldama volvió a salir en escena. Lo haría en una entrevista en la cadena Cope, donde se mostró menos beligerante en sus acusaciones y aseguró que su trato con Sánchez se limitó al mitin donde se presentó a Pepu Hernández como candidato a la alcaldía de Madrid y donde se tomaron la foto de la discordia, además de otra vez en el 60º cumpleaños de Ábalos. También aseguró que jamás estuvo en Moncloa.

En esa entrevista, el empresario volvió a insistir en las comisiones que presuntamente habría pagado a Ábalos, a Koldo y a Cerdán, además de señalar a ministros como María Jesús Montero o Ángel Víctor Torres.

Ambos desmintieron al "nexo corruptor" del caso Koldo en la comisión de investigación que se lleva a cabo en el Senado de manera paralela a la investigación judicial. Antes, el PSOE ya anunció una querella contra De Aldama por injurias y calumnias a las personas señaladas en su declaración voluntaria en sede judicial.

"No creo que esto pudiese asentarse sin que Sánchez se enterase, y digo 'no' firmemente, porque el señor Sánchez, si no llamaba seis o siete veces al día a Ábalos, no le llamaba ninguna", insinuaba el empresario en su primera entrevista tras ser excarcelado.

Un piso de 1,9 millones a cambio de contratos "pre adjudicados"

Esas pruebas con las que Aldama amenazó a su salida de prisión se concretaron dos semanas después, con un escrito presentado por su defensa el 4 de diciembre ante el Supremo, que decidió asumir la parte de la causa que instruye la Audiencia Nacional relacionada con Ábalos, es decir, incluyó al propio empresario y a Koldo García. Ambos tendrán que declarar días después del exministro, en concreto, el 16 y 17 de diciembre.

En aquel documento, De Aldama ha dado datos más concretos sobre Ábalos y asegura que pactó con él la entrega de un piso en la zona del Paseo de la Castellana (Madrid), valorado en casi dos millones de euros a cambio de contratos públicos "pre adjudicados".

El empresario asegura que "proyectó" junto a Ábalos "una operación por la cual adquiriría, sin contraprestación, el inmueble del Paseo de la Castellana número 164 de Madrid".

El pacto era la "garantía en favor de José Luis Ábalos del cumplimiento del compromiso por parte de determinadas constructoras de abonar comisiones si resultaban adjudicatarias de determinados contratos públicos".

En ese mismo escrito volvía a señalar al actual ministro de Política Territorial y Memoria Democrática y ex presidente de Canarias, Ángel Víctor Torres, a quien, además de decir que le pidió 50.000 euros, también dijo que usaba un piso que tenía en Atocha para encuentros de diversos tipos.

Unas nuevas acusaciones que hicieron volver a reaccionar a Torres, que las tachó de "absoluta vileza", además de asegurar que podía probar que son falsas y la ampliación de la querella contra De Aldama por injurias y calumnias.

Vaivén de solicitudes que termina con la declaración de Ábalos

Esta misma semana, el caso Koldo entraba en uno de sus puntos álgidos con la declaración del exministro ante el Supremo. Será la primera vez en la que podrá defenderse de las acusaciones vertidas por De Aldama y donde declarará como imputado por delitos de tráfico de influencias, cohecho, malversación y pertenencia a organización criminal por su "papel relevante y principal" en la trama de las mascarillas.

Después de aceptar la declaración voluntaria, Ábalos solicitó al magistrado un aplazamiento de la misma, como consecuencia del escrito presentado la semana pasada por la defensa del presunto ‘conseguidor’ del caso Koldo en el que se le señalaba de nuevo.

El juez Leopoldo Puente decidió este mismo lunes desestimar la petición del exministro de Transportes, además de suspender la declaración de este 12 de diciembre. Finalmente, el magistrado decidió mantener la fecha y la fórmula voluntaria tras un nuevo escrito presentado por la defensa en el que se aceptaba el día propuesto inicialmente.

El exministro ha insistido un día antes de su declaración ante el magistrado en desacreditar a De Aldama, tras asegurar en un corrilo con periodistas en el Congreso que sus acusaciones "son tan burdas que ofenden".

Este jueves se podrá ver por fin a Ábalos en el Supremo para declarar como investigado en una causa en la que aún queda mucho por definir. La semana que viene les llega el turno a Koldo García y al propio Aldama.