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Bélgica regula la prostitución con derechos laborales como vacaciones o bajas por enfermedad

  • Se calcula que Bélgica tiene entre 20.000 y 30.000 trabajadores sexuales, el 90% mujeres
  • La ley ha entrado en vigor este diciembre, dos años después de que se despenalizara la prostitución

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Bruselas regula la prostitución con derechos laborales como vacaciones o bajas por enfermedad

En Bélgica, el 90% de las trabajadoras sexuales son mujeres, y la mayoría tienen contratos de masajistas o de camareras; hasta ahora, aquellas que trabajaban por cuenta ajena, no gozaban de ningún tipo de derecho laboral. Pero desde diciembre, Bélgica sí se los reconoce. Así, pueden firmar contratos, tener bajas por enfermedad o embarazo, o tener derecho a vacaciones. La medida, apoyada por el Parlamento, está cuestionada por asociaciones feministas.

Hace dos años, Bélgica despenalizó la prostitución, lo que convirtió al Estado en pionero en Europa y, el segundo país a nivel mundial, después de que Nueva Zelanda lo hiciera en 2003.

Las condiciones del estatuto del proxeneta

La nueva ley, aprobada en mayo y en vigor desde este mes de diciembre, propone trabajar como asalariado o por cuenta ajena, en cuyo caso se ha elaborado un estatuto para las trabajadoras sexuales que opten realizar su actividad de este modo. Además, en el caso de que estas trabajadoras estén contratadas, la ley aprecia despenalizar ciertas formas de proxenetismo y las regula mediante un estatuto que implica que se sigan unas condiciones para los empleadores.

Aparte de concebirse una autorización específica para los prostíbulos, el contratante ha de garantizar la higiene del local, el reparto de preservativos o controles médicos para las empleadas, así como el no contar con antecedentes penales. También, deberá respetar que las trabajadoras deseen interrumpir el acto sexual cuando lo decidan, o bien declinar a un cliente. En caso de que el usuario no cumpla con las condiciones estipuladas, la trabajadora podrá pulsar lo que sería un botón de emergencia para advertir de que esa persona está vulnerando sus derechos.

La proposición de ley contra el proxenetismo divide al Gobierno

"Solo un 10% podrán ser beneficiarias de esta ley"

En el barrio rojo de Bruselas, la mayoría de los locales son escaparates de la prostitución. Las trabajadoras o los proxenetas los alquilan, pagando 250 euros cada día para trabajar. Hay prostitutas, como Daysi, que celebran que se haya aprobado la ley, porque de este modo "es más fácil obtener un préstamo del banco, un seguro o una pensión". "Será mejor para nosotras", indica.

Algunas asociaciones feministas criticaron que se aprobara la prostitución como oficio porque consideran que se da cobertura legal a la explotación de la mujer. Sin embargo, el Parlamento belga votó de forma unánime para regularizar esta práctica como profesión. Una asociación belga, ubicada en pleno barrio rojo, ve como un gran avance la entrada en vigor de la ley, aunque desconoce a cuántas personas beneficiará. "Probablemente, la mayoría no podrá acceder a estas prestaciones, solo las que están en casa o vitrinas", expresa su directora, que añade que es incierto cómo podrán hacerlo las inmigrantes sin papeles.

"Solo un 10% de las prostitutas, o incluso menos, podrán ser beneficiarias de esta ley", denuncia una prostituta. En Bélgica, se calcula que hay entre 20.000 y 30.000 trabajadores sexuales, de los cuales el 90% son mujeres.