Damasco, una capital devastada tras 13 años de guerra
- Las familias buscan a los más de 130.000 desaparecidos durante el régimen de Al Asad
- Sigue en directo la última hora de Siria
El paisaje que uno se encuentra cuando recorre el extrarradio de la capital siria es pura destrucción. Después de 13 años de guerra civil, Damasco ha quedado completamente devastada por los constantes combates y los bombardeos entre las fuerzas de Bachar al Asad y los rebeldes. A su paso solo ha quedado una población sumida en la miseria.
Un equipo del Telediario acompaña a Fadía, madre de cuatro hijos. Vive en una casa muy humilde, casi sin muebles. Llevaba años en una tienda de campaña después de que su primera vivienda fuera destruida en un bombardeo. Es la realidad que viven muchos sirios, que continúan en los campamentos de desplazados debido a que sus casas están bajo los escombros. Para ellos, el retorno es, todavía, una opción imposible.
Más de 130.000 desaparecidos durante el régimen
Fadía cuenta que entre su marido y ella apenas ingresan el equivalente a 80 dólares al mes, una cantidad insuficiente para alimentar y vestir a sus hijos. Ella, como tantos sirios, tiene desaparecidos en su familia y rompe al llorar cuando habla de su hermano. "Mi hermano pequeño, mi flor, se lo llevaron hace 13 años y no sabemos nada", lamenta. En todo el país, las familias buscan a los más de 130.000 desaparecidos durante el régimen de Al Asad.
En las calles, varias personas se acercan a los cámaras de TVE para contar su historia. Uno tras otro, todos aquí buscan a sus seres queridos. "A mis tres hijos los han matado los asesinos y carniceros de Al Asad", dice Abutalal, un hombre roto de dolor.
Guta, atacada con armas químicas
La nueva Administración tiene por delante grandes retos y uno de ellos es el de la reconstrucción, especialmente en las afueras de Damasco, donde el régimen de Al Asad y los bastiones rebeldes libraron numerosas batallas. Guta es uno de estos barrios. La zona fue golpeada hace diez años por un ataque químico con gas sarín que conmocionó al mundo y dejó un profundo trauma a la población.
Fue uno de los episodios más crueles de la guerra civil siria. En él murieron más de un millar de personas, ente ellas, decenas de niños. No hubo tiempo para identificar a la mayoría de fallecidos que están enterrados en el cementerio. Hay tumbas colectivas que tienen hasta medio centenar de cuerpos.
Son muchas y muy profundas las heridas del pueblo sirio, que busca justicia y esperanza y al que le espera un largo camino para la reconstrucción.