Lula recibe el alta médica y asegura que se "preocupó" por su salud tras la cirugía por una hemorragia intracraneal
- El presidente brasileño ha admitido que se "asustó" tras descubrir la gravedad de su estado de salud
- Aunque puede retomar sus actividades, ha asegurado que seguirá un ritmo moderado durante un tiempo
El presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, ha sido dado de alta el domingo tras una cirugía para tratar una hemorragia intracraneal. El mandatario ha confesado que "se preocupó" al descubrir la gravedad de su estado de salud: "Me asustó el crecimiento del volumen de líquido en mi cabeza; me preocupó", ha afirmado el mandatario en una rueda de prensa.
El líder ha explicado ante los medios que la hemorragia fue consecuencia de una caída sufrida el pasado 19 de octubre en la residencia presidencial, donde golpeó su cabeza contra una bañera.
Aunque inicialmente el incidente fue tratado con sutura, Lula asumió que estaba recuperado y retomó su rutina, incluyendo viajes internacionales y actividades físicas intensas.
Sin embargo, el lunes pasado comenzó a sentir dolores de cabeza, ojos rojos y movimientos lentos, lo que lo llevó a contactar a su equipo médico. "Los síntomas empeoraron, y cuando me sometí a una tomografía, los médicos se alarmaron y pidieron que viajara de urgencia a Sao Paulo", ha relatado.
Tras la cirugía, Lula ha confesado que solo entendió la gravedad de su estado al día siguiente, cuando los médicos le explicaron el procedimiento. Ahora, aunque ha retomado sus actividades, ha asegurado que seguirá un ritmo moderado durante los próximos 60 días.
"Decidí que este año no voy a la playa. Pasaré la Navidad y el Año Nuevo en casa, obedeciendo las recomendaciones médicas", ha declarado el presidente, quien también ha reafirmado su compromiso con el país. "Mi objetivo es entregar Brasil en diciembre de 2026 con tranquilidad democrática, sin hambre y sin mentiras", ha destacado.
Lula evita hablar de reelecciones
En su intervención ante la prensa, el mandatario ha evitado mencionar si buscará la reelección en 2026, cuando tendrá 81 años, pero ha enfatizado que seguirá cuidando su salud para cumplir con su actual mandato.
Sin embargo, el pasado jueves, cuando Da Silva todavía se encontraba en el hospital, su núcleo anunció que el mandatario se presentará en las futuras elecciones presidenciales.
Los médicos afirman igualmente que el mandatario podrá volver a despachar en el Palacio presidencial de Planalto la próxima semana debido a que no sufrió ninguna secuela en la intervención quirúrgica, aunque le han recomendado que mantenga un ritmo de trabajo moderado.
En un vídeo que publicó el viernes en sus redes sociales y en el que aparece caminando sin ninguna dificultad por los corredores del hospital, Lula dijo estar "firme y fuerte", así como preparado para volver a casa "en breve" para seguir "trabajando y cuidando de cada familia brasileña".