Siria reanuda sus clases una semana después de la caída del régimen de Bachar al Asad
- Desde colegios de primaria hasta universidades, el país ha reiniciado su actividad académica
- Entre las novedades, el aparato estudiantil de control del régimen de Al Asad ha sido suprimido
Las instituciones educativas en Siria, desde colegios de primaria hasta universidades, han reanudado sus actividades este domingo tras permanecer cerradas durante la última semana debido al colapso del régimen de Bachar al Asad.
La televisión estatal, ahora controlada por el nuevo Gobierno de transición, ha informado que el Ministerio de Educación Superior e Investigación Científica ha formado comités temporales para gestionar las universidades del país. Entre las primeras medidas, se han anunciado a los responsables de las comisiones que administrarán las universidades en Damasco, Alepo y Latakia.
La enviada especial de RNE, Laura Alonso, ha estado en una de las facultades que reanuda hoy sus clases.
"Se acabó tener una lealtad tonta e hipócrita"
Los estudiantes dicen que están preocupados pero felices, sobre todo porque ya no está el aparato estudiantil, el órgano del régimen que los controlaba y presionaba.
"Se acabó el aparato estudiantil que nos obligaba a tener una lealtad tonta e hipócrita", comenta Farah, una estudiante de 19 años de filología inglesa. "Podemos ayudarnos unos a otros sin ese organismo que no nos representaba", añade.
Además de los centros educativos, las instituciones públicas y privadas han comenzado a operar nuevamente. Los bancos comerciales han retomado sus funciones, y se están reabasteciendo los cajeros automáticos para que vuelvan a estar plenamente operativos.
"Somos libres de vivir la mejor vida posible"
Las aulas, sin embargo, aún están parcialmente vacías. Algunos padres han optado por no enviar a sus hijos debido a la incertidumbre sobre la situación. Pero, en general, la expectativa es de optimismo: "Es un giro de 180 grados. La gente que nos controlaba aquí, que lo hacía mal, ya no está. Afortunadamente, supuestamente, ya somos libres para vivir la mejor vida posible" dice Hadie, otro estudiante de la facultad.
Entre las celebraciones, algunos festejan el nuevo rumbo político pegando banderas rebeldes sirias en la pared, mientras otros han cargado contra Al Asad, llegando a pedir que sea quemado. Cerca de la universidad, grupos de estudiantes han derribado una estatua de su padre, Hafez al Asad, quien dirigió el país desde 1971 hasta su muerte en el año 2000.
"Siria es para todo el mundo, para todo el pueblo"
El decano, Ali Ahmad Allaham, el mismo que estaba al frente de la facultad con el régimen, prefiere no mirar al pasado. Habla de una "nueva etapa" y tacha de "interesadas" las acusaciones de extremistas contra el nuevo Gobierno de Al Golani. "Siria es para el todo mundo, para todo el pueblo. Los derechos de todos han de ser respetados", insiste.
El nuevo Gobierno busca recuperar la normalidad cuanto antes tras una semana de transición política. En los últimos días, se designó a Mohamed al Bashir como nuevo primer ministro, y que será el encargado de liderar los esfuerzos por estabilizar el país. A lo largo de sus varias alocuciones, el líder de Hayat Tahrir al-Sham, el principal grupo rebelde, Mohamed al Golani, ha prometido que el nuevo proyecto de Siria tiene cabida para todas las minorías y religiones del país.
En su más reciente comunicado, ha prometido a los kurdosirios que vivirán juntos e intentará que vuelvan a las zonas hasta ahora dominadas por Turquía y los rebeldes proturcos.
El desafío principal del Gobierno de transición será garantizar la estabilidad y reconstrucción del país y lograr la unificación entre cada etnia y religión, después de más de una década de guerra civil que dejaron profundas heridas en las instituciones, la infraestructura y la población.