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'República', una historia de Claudio Stassi sobre los maquis inspirada en hechos reales

  • El dibujante italiano se estrena como autor completo con este sorprendente cómic
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Niño con expresión triste apoyado en una bicicleta, con una bandolera y una pequeña bandera republicana. Portada del cómic "República".
Detalle de la portada de 'República' (Planeta Agostini)

Estos últimos años, Claudio Stassi (Palermo, 1978), ha tenido un gran éxito adaptando al cómic tres grandes clásicos de nuestra literatura: La ciudad de los prodigios, de Eduardo Mendoza, Nada, de Carmen Laforet, y Los pacientes del doctor García, de Almudena Grandes. Y ahora, el dibujante italiano nos sorprende, en su debut como guionista, con una historia inspirada por hechos reales: República (Planeta Cómic), la historia de unos maquis y de las imágenes de las celebraciones de la proclamación de la II República, que estuvieron ocultas durante ochenta años.

Pero... ¿Por qué ha querido hacer un cómic sobre esos maquis? "Con mi libro anterior, Los pacientes del doctor García, me metí de lleno en la Guerra Civil. Y leí muchos libros sobre el tema, sobre todo de los maquis, que son como los partisanos italianos, que también se iban a la montaña para luchar contra Mussolini, como aquí contra el franquismo. Y la temática me interesó bastante".

"Y un día -añade el dibujante-, encontré un artículo en un periódico que contaba la historia del hallazgo de unas imágenes de la proclamación de la II República en la casa de Francisco Adame, que fue alcalde de Priego de Córdoba, que las recibió de manos del Presidente de la República, Niceto Alcalá Zamora, con la misión de custodiarlas. Unas imágenes que estuvieron ocultas en un zulo durante casi ochenta años, casi como si fuera una cápsula del tiempo. Las filmaciones fueron realizadas por Fox Movietone, una de las grandes productoras norteamericanas de la época".

Aparecen imágenes inéditas de la celebración de la proclamación de la Segunda República

"Esos dos temas me parecieron tan interesantes que los junté con todas las historias que había leído sobre la guerra civil y la posguerra, con los testimonios de gente que había perdido a familiares y amigos en la guerra. Y así nació esta historia".

Dos niños enfrentados a los horrores de la posguerra

La historia está ambientada en 1943 y los protagonistas son Manolo e Isabel, dos niños de Priego de Córdoba, que en ese momento está gobernado por caciques, lo que ha provocado que muchos hombres, perseguidos por el nuevo régimen, se hayan ido a las montañas a seguir combatiendo. Un día, Manolo encontrará esas imágenes de la proclamación de la II República, ocultas tras una pared. "Quería que los protagonistas fueran niños porque buscaba esa pureza que tienen. Mi padre vivió la Segunda Guerra Mundial siendo un chaval y me contaba que cuando había bombardeos, estaba preocupado por esconderse, para no morir, pero que, al mismo tiempo tenía esa inocencia de los niños, porque también le preocupaba que no iba a poder ir al mercado a por la fruta que le había encargado su madre".

"Entonces esta pureza, cercana un poco a la ignorancia, pero sobre todo al hecho de vivir una una situación de peligro constante constante, porque nació así y es costumbre para ellos... quería que esa pureza fuera la protagonista de la historia. Y añadía a una niña porque no quería la clásica historia entre dos amigos varones. Y hay un momento en el que vemos que estos dos niños, que tienen 11 años, saben qué es el horror de vivir aquella época, pero no entienden qué es el amor. En una viñeta se rozan los dedos y se nota que ahí hay algo que va más allá de la de la amistad. Pero no lo entienden. Sienten un poco de rubor, pero ahí se queda la cosa".

"También me interesaba que los protagonistas fueran niños porque hay una frase muy famosa de Nelson Mandela que decía algo así como que: "los niños nacen buenos, solo se hacen malos si no logran filtrar la maldad del mundo".

"Además también leí que había muchos niños que se estaban encontrando en las cunetas donde se enterraba a los fusilados. Y cuando ya estaba trabajando en el libro hallaron una fosa común en la que había varios muertos, entre ellos un niño que, como única arma, tenía un lápiz y una goma de borrar. Y esto es algo que, todavía a día de hoy, me pone los pelos de punta. Porque a este niño le arrebataron el futuro. Podría haberse convertido en un gran dibujante, en un pintor, en un artista o en un ministro de cultura. Nunca lo sabremos. Y lo mataron, aunque solo era un niño, solo por estar en el bando equivocado".

"Es un milagro que esas imágenes se salvaran"

Volviendo a esas imágenes de la proclamación de la II República, el 14 de abril de 1931, Claudio nos comenta: "Cuando leí el artículo las busqué en Internet y encontré un fragmento en RTVE.es. Pero quería verla entera, porque me impactó el momento de la proclamación. O sea, hay un instante en que la gente empieza a llegar a la Puerta del Sol. Y allí están los guardias civiles. Y cada vez hay más y más gente. Y no hay ningún conflicto con esos guardias. Todo se hace de una manera muy fluida, como si los mismos civiles estuvieran de acuerdo en hacerlo. Es casi como un proceso natural y podemos ver a la gente radiante de felicidad agitando las banderas. Se notaba que era un momento histórico irrepetible. Y esas caras de felicidad.... No se debían a que hubiera ganado un partido u otro, sino que era una cara de felicidad por el bienestar común".

"Esa felicidad que desprenden esas caras me impactó mucho y quería plasmar ese momento en una parte del libro -añade-. Así que me fui hasta Madrid, a la Filmoteca Nacional y les pedi permiso para ver las cintas, que son dos. Lo malo es que no podía hacer fotos ni grabar esas imágenes. Pero les dije que si podía dibujarlas y encontré un vacío legal y allí estuve, más de tres horas, haciendo dibujos de esas imágenes, que pueden verse al final del cómic".

"También me parecía fascinante cómo se salvaron esas imágenes -continúa el dibujante-, que Nieto Alcalá Zamora le diera esas película a su amigo diciéndole que las ocultara, porque si las encontraban los franquistas las iban a destruir, y el alcalde construyó esa especie de zulo, detrás de un armario, donde estuvieron ocultas y a salvo durante 80 años. Algo increíble si tenemos en cuenta el calor que hace en Andalucía y que el material que se usaba entonces para esas películas ardía con gran facilidad. Es un milagro que esas imágenes se salvaran".

"Hubo gente que murió solo porque no eran fascistas"

En el cómic también se narra ese enfrentamiento de la Guardia Civil con los maquis. "Tras la guerra, los franquistas se vengaron provocando numerosas matanzas -nos comenta Claudio-. Y no solo mataron a los republicanos. Hay una parte del libro en la que los maquis hablan entre ellos y uno no es republicano, es anarquista. ese personaje dice: "A mí me da igual vuestra república, yo soy anarquista y si estoy aquí es por otras razones". Pero todos: comunistas, republicanos, demócratas... lo que querían era derrotar a la dictadura. Y derrotarla significaba parar esas matanzas que se producían por todo el país. No nos olvidemos, por ejemplo, de lo que ocurrió en Asturias. por eso también he puesto un personaje asturiano".

"La situación en todo el país daba miedo -añade el dibujante-. Y seguimos encontrando fosas comunes en cuanto cavamos un poco. Miras la historia y te das cuenta que había gente que murieron solo porque porque no eran fascistas. Y eso no hay que olvidarlo. Hay que preservar la memoria de lo que ocurrió para que no se vuelva a repetir".

"Por eso -continúa-, me preocupa tanto el avance de la extrema derecha en Europa. Con algunos partidos partidos que son franquistas, como VOX. Y darles poder significa retroceder años en libertades y derechos civiles. Y eso no puede ser. No tenemos más que ver cómo estamos perdiendo libertades en Italia, con gente como Meloni. Y esto es terrible. Por eso hay que preservar la memoria y yo lo intento con este cómic, al igual que periodistas, directores de cine... lo hacen con sus trabajos. El arte y la información tenemos que ir brazo con brazo, codo con codo, para que la gente, sobre todo las nuevas generaciones, no voten mal".

"Dibujo caras que me encuentro por la calle"

Destacar los estupendos dibujos de Claudio Stassi, al que preguntamos en qué se inspira para sus personajes: "Suelo utilizar a personas comunes. Por ejemplo, dibujo a gente que me encuentro por la calle en libretas que siempre llevo encima. Ahí encontré un dibujo de un chaval, que hice hace varios años, que me ha servido para Manolo, el protagonista".

En cuanto a si se ha sentido más cómodo escribiendo la historia desde cero, en vez de partir de libros, como hasta ahora, Claudio nos comenta: "Ha sido muy complicado, todo un reto. Porque nunca antes había hecho un cómic completo. sabía que escribir una historia no es nada fácil, pero tras las tres adaptaciones que he hecho con Planeta, me dí cuenta de que, aunque partía de los libros, el guion era mío. Y me planteé el reto de hacerlo todo, de probar a escribir. Y si no me salía bien tengo amigos guionistas que podían echarme una mano. Cuando escribí el guion se lo pasé a uno de esos guionistas, Giovanni Di Gregorio, me dijo que le había encantado la historia y que era muy sólida. así que me tiré a la piscina sin flotador".

"Intento que cada obra sea única y distinta de la anterior"

Una de las cosas más sorprendentes de Claudio es que para cada cómic busca su propio estilo. "Lo hago por dos razones -nos confiesa-, la primera porque cada historia tiene un tono y una narrativa diferentes. Y la segunda porque también quiero que en esos cómics se vea mi evolución como artista y como persona. Así que intento que cada obra sea única y distinta de la anterior, porque ya no soy el mismo de hace diez años, ya que nuestras experiencias las filtramos a través de nosotros. Nunca me han gustado los cantantes que, como Eros Ramazzotti, cantan una nueva canción pero parece la misma de hace veinte años".

En cuanto a si seguirá con guiones propios o volverá a las adaptaciones, Claudio Stassi nos comenta: "Me ha gustado mucho escribir mi propia historia y tengo varias ideas en el cajón que no sacaba por miedo. así que creo que este es el momento de hacerlo. Por eso, creo que lo próximo será otra novela gráfica con guion propio. Pero paralelamente estoy trabajando con un editor francés en uno de los grandes clásicos del cómic galo, ya que estoy dibujando la historia del padre de Michael Valliant, el mítico personaje de Jean Graton. Y estoy a punto de acabarla. Y también estoy con el reboot de Julie Wood, una motorista que vive en California y que vive aventuras de estilo clásico, muy diferente a estas novelas gráficas que estaba haciendo hasta ahora".