Los rastros de las fosas comunes del régimen Al Asad en Siria: cuerpos sin identificar y con signos de tortura
- Un equipo de RTVE entra el cementerio de Qutayfah, donde hay más de 100 cuerpos que nadie sabe identificar
- Damasco está empapelada con fotos de desaparecidos y repleta de personas que buscan a sus seres queridos
En el cementerio de la pequeña localidad de Qutayfah, a 40 km de Damasco, solo unos palos marcan la sepultura de más de 100 de cuerpos. En medio de las tumbas de piedra hay una zona de 20 metros sin inscripciones y sin nombres. Nadie sabe quiénes son.
El encargado del cementerio, Sheigh Abdul, cuenta a TVE que se trata de una fosa común y que fue él mismo quien los enterró. Asegura que fue obligado a hacerlo por los militares del régimen de Bachar al Asad y dice que algunos de los hombres estaban desnudos y presentaban signos de tortura. "Los hombres de Al Asad trajeron los cuerpos de noche e hicieron un agujero. No querían testigos. Solo estaba yo. Tuve que enterrar a unos 60", recuerda.
Pocos días después, los oficiales volvieron con otros 40 cadáveres. Algunos volvían a presentar signos de tortura. Abdul detalla que a uno de ellos aún le sangraban los ojos.
Más de 130.000 desaparecidos
Tras la caída del régimen, las familias sirias continúan buscando a los más de 130.000 desaparecidos durante el mandato de Al Asad. De todos ellos, se estima que hay decenas de miles de cuerpos que podrían estar en fosas comunes repartidas por todo el país. Ahí estarían enterrados muchos cadáveres que llegaban a los cementerios de forma clandestina procedentes de hospitales o de prisiones.
Esta desesperación se ha trasladado a Damasco. La capital está empapelada con fotos de desaparecidos y repleta de personas que buscan, sin descanso, a sus seres queridos. Mahdi, como muchas otras personas, busca a su hermano. Se lo llevaron de casa sin motivo y no sabe nada de él desde hace tres años.
En la misma plaza, otra mujer muestra las fotos de tres hermanos. Uno de ellos es su marido. "Los sacaron de sus casas, de madrugada, y llevo 10 años sin noticias", denuncia.
La mayoría de estas personas dicen que solo quieren saber si sus familiares están vivos o muertos. Al menos, conocer cuál ha sido su destino.