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El Gobierno prevé prorrogar por decreto la tasa a las energéticas pese al rechazo de PNV y Junts

  • Podemos avanza que mientras estas dos formaciones sigan al margen, negociará de manera bilateral con los socialistas
  • Hacienda advierte que no puede comprometer los votos de otros partidos y admite que "las posiciones están muy polarizadas"

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Torre de alta tensión con líneas eléctricas extendiéndose en diferentes direcciones, bajo un cielo despejado. Ilustra la infraestructura energética.
Getty

El Gobierno ha acordado con ERC, EH Bildu y BNG prorrogar el gravamen a las empresas energéticas antes de final de año mediante decreto ley, con el objetivo de convalidarlo en el Congreso, pese al rechazo del PNV y Junts a aplicar este impuesto.

Es el resultado de la reunión que el Ejecutivo ha mantenido con estos grupos, a la que también estaban invitados Podemos, Junts y PNV, que no han asistido y de cuyo voto dependen para que salga adelante el decreto en el Congreso. La oferta del Ministerio de Hacienda es garantizar que se tramite después como un proyecto de ley y así poder convertir el gravamen en un impuesto, pues no se pueden crear tributos mediante la figura del decreto.

La fórmula elegida sería jugar con los plazos, retrasando su entrada en vigor hasta después de la votación en el Congreso. De esta manera, en el improbable caso de que se convalidase el decreto, el impuesto se cobraría a las energéticas de forma retroactiva a 1 de enero. Por el contrario, si se cumple lo previsto y lo tumba la mayoría de derechas del Congreso con PP, Vox, PNV y Junts, no llegaría a entrar en vigor.

Creen que esta vía es la "única posible"

En un comunicado, los partidos del acuerdo coinciden en que es la única vía posible para garantizar su entrada en vigor el 1 de enero de 2025, cuando caduca el que está vigente, y cumplir con el acuerdo que alcanzaron el pasado 18 de noviembre para que "las energéticas sigan pagando lo que les corresponde".

Con esa futura tramitación como proyecto, el Ejecutivo quiere lograr atraer los apoyos de formaciones como Podemos, que es reacio al gravamen temporal porque quiere un impuesto permanente, y del PNV, que siempre ha dicho que está en contra del actual formato de prestación de carácter no tributario porque no lo puede recaudar las haciendas forales, pero no ve con malos ojos crear una figura tributaria que sí pueden gestionar Euskadi y Navarra.

Para mostrar su voluntad de lograr un "acuerdo amplio y equilibrado" entre todas las fuerzas políticas necesarias para su aprobación, ERC, Bildu y BNG explican que en el diseño del texto se incluirán las bonificaciones a proyectos renovables propuestas por otros grupos.

Podemos, PNV y Junts se descuelgan de la reunión

Este anuncio llega en un momento en el que las negociaciones para aprobar el impuesto a las energéticas continúan encalladas. Fuentes de Hacienda han señalado a RTVE que "las posiciones están muy polarizadas". Ejemplo de ello han sido las ausencias de Podemos, PNV y Junts en la reunión convocada por Hacienda.

Los de Ione Belarra han decidido no participar ante la ausencia anunciada del PNV y Junts, que han alegado que sus posiciones ya son de sobra conocidas. Tampoco contemplan apoyar el decreto ley que el Gobierno.

En este contexto, fuentes de Podemos han indicado que se han descolgado de la reunión hasta que PNV y Junts se sumen, ya que llevarla a cabo sin ellos "no tiene razón de ser". A su juicio, para avanzar en la negociación es necesario que asistan "los representantes de las energéticas en el Congreso", como define a las dos formaciones.

Además, han avanzado que, mientras sigan al margen, Podemos negociará de manera bilateral con los socialistas, "que fueron quienes se comprometieron a aprobar el impuesto a las energéticas a cambio del voto favorable de los morados a su reforma fiscal".

Hacienda advierte que no puede comprometer los votos de otros partidos

Las fuentes del Ministerio consultadas han indicado que creen que será complicado que se convalide el decreto, ya que Junts y PNV han indicado "claramente" que no aprobarán ningún gravamen. Y aunque no lo quieren dar por perdido, advierten que no pueden comprometer los votos de otros partidos políticos.

A pesar de los choques de opinión entre los socios de investidura, desde el departamento que dirige María Jesús Montero han afirmado estar enfocados también en la negociación en el Senado y en las abstenciones de Junts.

Hacen así referencia al nuevo acercamiento al PP de los independentistas catalanes, que han respaldado en el Senado las enmiendas de los 'populares' para rebajar impuestos por valor de 9.000 millones, aunque la formación se mantiene fiel al acuerdo alcanzado en el Congreso con el PSOE que permitió al Gobierno sacar adelante su paquete fiscal.

Uno de los frentes abiertos en la Cámara alta es la enmienda que el PP ha introducido y que se vota el jueves en el Congreso para derogar la base legal del gravamen temporal a las energéticas que se aprobó en una ley a finales de 2022 y que desde entonces se viene prorrogando.

Si esa enmienda prospera con un apoyo puntual de PNV o Junts, implicaría que el Gobierno tendría que renunciar a la fórmula del decreto y empezar de cero con un proyecto de ley que, como pronto, tendría que empezar a tramitarse el año que viene.