Ucrania afronta su tercera Navidad en guerra: "Es difícil mantener el espíritu navideño"
- Los ucranianos tratan de encontrar motivos de celebración después de casi tres años de guerra
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Ucrania vive una nueva Navidad en guerra, la tercera desde que comenzó la invasión rusa. Con una situación delicada en el frente y sin visos de un alto el fuego a corto plazo, los ucranianos se aferran a las pequeñas cosas para tratar de encontrar algo de luz y alegría en estas fechas que son sinónimo de celebración y alegría en buena parte del mundo.
¿Cómo se celebra la Navidad en un país que lleva casi tres año sufriendo una guerra? ¿Cómo está el ánimo de los ucranianos? Son algunas de las preguntas que abordamos en el nuevo capítulo del podcast 'Diario de Ucrania' con la ayuda de cinco ucranianos y ucranianas con los que ya hablamos las dos Navidades pasadas: Oleksander, Tatiana, Ígor, Bohdan e Iryna. Una conversación que nos sirve de termómetro para medir la evolución del estado de de Ucrania después de casi tres años de guerra.
El desgaste hace mella en el espíritu navideño
Los cinco protagonistas de este capítulo coinciden en que es difícil mantener vivo el espíritu navideño en estas circunstancias. "Parece que este año voy más abajo que arriba", nos dice Ígor. "Ha sido un año duro. En el columpio del ánimo estoy muy más tiempo que antes en el punto más bajo. Los ánimos van decayendo. Hay más razones para estar de bajón", reconoce Tatiana.
Iryna, que vive en Kiev, comparte el diagnóstico. "Siempre esperábamos las fiestas navideñas como algo brillante en medio de un invierno riguroso y severo. Ahora todo ha cambiado. Ya no nos reunimos muchas personas juntas, preferimos quedarnos en casa, pasar tranquilo estas fiestas con una familia", asegura. Su receta para mantenerse a flote pasa por no hacer muchos planes. "Lo que hacemos es vivir el día de hoy, no hacerse muchas ilusiones y aferrarse a las cosas que nos gustan: leer libros, ver buenas películas y estar en contacto con la gente que queremos. Pero este año, creo que todos nosotros nos sentimos más solos", se lamenta.
Los ataques rusos apagan la luz y el ánimo
Hace unas semanas ya contamos que los continuos ataques rusos contra las infraestructuras energéticas ucranianas provocan continuos apagones en el país que minan la moral de la población a las puertas del invierno. "Tengo luz, pero hoy estoy sin calefacción. Estoy sentada aquí en mi casa temblando de frío, literalmente", nos cuenta Iryna.
Oleksander, que vive en Lyiv, nos habla de algunos trucos para lidiar con los apagones. "En el baño tengo un árbol de Navidad con luces rojas y verdes que funciona con pilas. Hay que intentar divertirse en este tipo de situaciones porque, si no, es imposible vivir en este mundo oscuro y frío". Esas pequeñas diversiones también ayudan a Tatiana a sobrellevar las dificultades. "Si hay cortes de luz, me voy con mi marido a la cafetería o a comprar al supermercado. O nos compramos una nueva lamparita para orientarnos por la casa".
Los jóvenes como fuente de energía
Los cinco ucranianos que participan en este capítulo son hispanistas y profesores universitarios que están en contacto con la gente joven, la generación del futuro de Ucrania. "Yo solo tengo presente", dice Oleksander, "pero ellos sí piensan en el futuro. Hablan de sus planes profesional, de sus planes familiares. Tienen mucho entusiasmo y eso me ayuda muchísimo porque tengo como una fuente de energía". Para Tatiana, el contacto con sus jóvenes alumnos también le proporciona vitamina espiritual. "Para mí también son una fuente inagotable de energía porque quieren vivir, quieren tener ese futuro".
Esa efervescencia juvenil también se plasma en la vida social y cultura de las principales ciudades, incluso en Járkiv, muy cerca del frente, donde vive Ígor. "Hay mucha movida de jóvenes, incluso en estos días oscuros y fríos de diciembre. Han aparecido nuevos bares, nuevos locales. Un extranjero podría tener la sensación de que no hay una guerra", asegura. "Todos los teatros están llenos. Ahora la gente va más a los teatros y a los museos que antes de la guerra porque eso también ayuda a subir el ánimo", remata Iryna.
Aunque es difícil hacer planes para 2025, los cinco tienen ya la vista puesta en el mes de septiembre. Esperan reunirse todos en Odesa, en el Congreso anual que organiza la Asociación de Hispanistas de Ucrania.