Macron visita el archipiélago de Mayotte y Francia declara el estado de calamidad tras el ciclón Chido
- El presidente francés ha anunciado que permanecerá allí hasta este viernes
- Al menos 31 personas han muerto y 1.370 han resultado heridas, aunque las autoridades temen que las cifras aumenten
El presidente de Francia, Emmanuel Macron, ha visitado este jueves el archipiélago de Mayotte para asegurar a sus habitantes el compromiso del Estado para reconstruir el territorio tras la destrucción del ciclón Chido el pasado sábado. Macron, que ha avanzado que permanecerá allí hasta este viernes, ha acudido al centro hospitalario de Mamoudzou, la capital del archipiélago.
Las autoridades de Mayotte, que está ubicado en el océano índico entre Madagascar y Mozambique, han elevado a 31 los muertos y a 1.370 los heridos. Sin embargo, se teme que el número de víctimas alcance "varios centenares".
La Presidencia Francesa ha transportado en avión "cuatro toneladas de alimentos y productos sanitarios, así como a miembros de las fuerzas de socorro que permanecerán en el lugar", tal y como ha publicado este miércoles por la noche el presidente francés en X.
Declaración de estado de calamidad
Todo este despliegue llega después de que este miércoles el ministro de Ultramar de Francia, François-Noël Buet, haya anunciado la declaración del estado de calamidad natural en Mayotte por esta catástrofe natural, que ha dejado al menos una treintena de muertos.
Además, el Gobierno francés tiene previsto desplegar tiendas de campaña este viernes, ha solicitado unas 10.000 tiendas para alojamiento de emergencia. Además, Francia ha activado el mecanismo de protección civil de la Unión Europea, según ha anunciado el Ministerio de Exteriores.
"Es necesario desplegar medios excepcionales para restablecer rápidamente los servicios vitales y poner en marcha un plan de reconstrucción sostenible para Mayotte. Deben movilizarse todos los recursos para ayudar y apoyar a nuestros compatriotas en este terrible momento", ha subrayado.
La medida tiene un periodo inicial de un mes y permite una gestión "más rápida y eficaz de la crisis". Facilita la aplicación de medidas de emergencia, ya que permite una mayor capacidad de respuesta a las autoridades locales y nacionales, reduciendo los procedimientos administrativos.