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Claves, plazos y dudas sobre la reducción de la jornada laboral a 37,5 horas pactada entre Trabajo y sindicatos

  • Las empresas tendrían que adaptarse a lo largo de 2025, según un acuerdo que aún tiene que aprobarse en el Congreso
  • Se impondrán multas a las compañías de hasta 10.000 euros por incumplir los tiempos de trabajo

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Claves sobre la reducción de la jornada laboral a 37,5 horas semanales

Si sale adelante, será la primera reducción de la jornada laboral en 40 años, y solo la cuarta en el último siglo. El Ministerio de Trabajo y los sindicatos Comisiones Obreras y UGT han firmado este viernes un acuerdo para recortar la jornada máxima a 37,5 horas semanales manteniendo el mismo salario, un "avance civilizatorio" que "se estudiará en las universidades de todo el mundo", según la titular de esta cartera, Yolanda Díaz. Repasamos las claves de este pacto, alcanzado tras un año de arduas negociaciones y del que se ha descolgado finalmente la patronal.

¿Cómo será la jornada máxima?

Con esta reforma del Estatuto de los Trabajadores, a la que ha tenido acceso RTVE, la duración máxima de la jornada ordinaria de trabajo pasará de 40 horas semanales a 37,5 horas de "trabajo efectivo de promedio en cómputo anual". Esto significa que, según las necesidades de la actividad o el sector, podrá haber temporadas con jornadas más largas y otras más cortas, siempre que la media anual sea de 37,5 horas.

Igual que hasta ahora, la "duración de la jornada de trabajo será la pactada en los convenios colectivos o contratos de trabajo", señala la legislación.

¿A quién beneficiará?

Según Díaz, la reforma beneficiará a unos 12 millones de empleados, sobre todo a la "gente más vulnerable", como trabajadoras de la limpieza, dependientas o cajeras de supermercados. Hasta ahora, quienes se benefician de jornadas inferiores a 40 horas suelen ser sectores más privilegiados, como los empleados públicos o los de la banca o la consultoría, ha explicado la vicepresidenta. "Se acabó que tengamos trabajadores de primera y de segunda", ha reivindicado.

¿Qué pasará con los contratos a tiempo parcial?

Los contratos celebrados a tiempo parcial con una prestación de trabajo de duración igual o superior a las 37,5 horas semanales de promedio "se convertirán automáticamente en contratos de trabajo a tiempo completo" a partir de la aplicación de la nueva jornada legal.

¿Y con los que ya trabajaban menos horas?

En caso de tener contratos con una duración inferior a las 37,5 horas, los trabajadores a tiempo parcial, así como los trabajadores con jornada reducida, tendrán derecho a seguir realizando el mismo número de horas de trabajo que viniesen efectuando antes de la entrada en vigor de la norma. Asimismo, tendrán derecho al incremento proporcional de su salario a partir de la aplicación de la jornada máxima ordinaria de 37,5 horas semanales.

¿Cuándo se aplicará?

Según el pacto tripartito, del que se ha descolgado la patronal finalmente, las empresas donde se aplique una jornada promedio de más de 37,5 horas tendrán de plazo para adaptar sus convenios colectivos hasta el 31 de diciembre de 2025. Por tanto, a lo largo del próximo año ya se aplicaría la medida, tal y como establecía el acuerdo de coalición entre PSOE y Sumar.

Para ello, no obstante, la medida tendrá que pasar el trámite parlamentario y ser aprobada en el Congreso, donde el Gobierno no tiene los apoyos garantizados. Díaz quiere que este trámite arranque "cuanto antes", y su ministerio calcula que podría estar en vifor ya a mediados de 2025, según ha podido saber este medio.

Sin embargo, Trabajo ha chocado con el ministro de Economía, Carlos Cuerpo -de la parte socialista del Gobierno-, quien abrió la puerta a que el plazo de aplicación se alargara a 2026 para dar más tiempo de adaptación a las compañías y también para recabar el máximo apoyo posible.

¿Qué opinan los sindicatos?

Para el secretario general de UGT, Pepe Álvarez, se trata de un "buen acuerdo", mientras que para el secretario general de CC.OO., Unai Sordo, es un acuerdo "completo y sumamente ambicioso", según han resaltado tras la firma del acuerdo en el Ministerio. Álvarez ha considerado que las 37,5 horas son una "parada" para llegar a las 32 horas semanales, la jornada semanal de cuatro días, mientras que Sordo ha confiado en que este cambio pueda tener un "efecto arrastre" en los convenios, bajando las jornadas, y ha destacado el papel que puede tener para mejorar la igualdad laboral, al abordar la parcialidad, así como en la creación de empleo.

Otros sindicatos, como CIG, el mayoritario en Galicia, lo ven "insuficiente" y piden una reducción a 35 horas, mientras que la Unión de Profesionales y Trabajadores Autónomos (UPTA) celebra el acuerdo.

¿Y los empresarios?

Las patronales CEOE y CEPYME han participado durante casi un año en las negociaciones, aunque finalmente se levantaron de la mesa sin llegar a ningún acuerdo. Consideran que esta medida "supone una intromisión en la autonomía de la negociación colectiva" y creen que deben ser los convenios colectivos los que regulen la jornada. Además, aseguran que a medida será negativa para el empleo y el bienestar social por ser "absolutamente ineficiente", según expresó el vicepresidente de la CEOE, Íñigo Fernández de Mesa, en una entrevista en 24 horas de RNE el día que terminaron las negociaciones.

Desde Cepyme, la patronal de las pequeñas y medianas empresas, lamentan que esta norma supondrá un aumento de los costes laborales, con un coste directo de 11.800 millones, y puede elevar la conflictividad en las plantillas. Destacan que las pymes serán las más afectadas "debido a su menor productividad, rentabilidad y sus inferiores recursos organizativos". También se han mostrado críticos desde las organizaciones agrarias como Unión de Uniones, ya que el campo ya está "al límite".

Multas de hasta 10.000 euros por no respetar los tiempos de trabajo

Más allá de la reducción de jornada, cuestión que ha acaparado todos los titulares, la reforma también incluye otros puntos como el registro de las horas de trabajo. Desde 2019, se exigía a las empresas que debían disponer de uno, pero ahora se incluyen más detalles.

Las empresas deberán entregar a los trabajadores a tiempo parcial y a quienes realicen horas extraordinarias un resumen de estas horas junto a la nómina. La reforma del Estatuto de los Trabajadores también incluye que sean los empleados los que marquen sus fichajes “de forma personal y directa, inmediatamente al inicio y finalización de cada jornada”, para que así “la empresa no pueda condicionar su contenido”.

Trabajo y sindicatos suscriben el acuerdo para reducir la jornada laboral a 37,5 horas

Estos fichajes, que serán telemáticos, “identificarán de manera desagregada si las horas realizadas son ordinarias, extraordinarias o complementarias” y se deberá poder “identificar inequívocamente a la persona trabajadora que lo realiza”. Las compañías deberán conservar los registros durante cuatro años y podrán acceder a ellos tanto los trabajadores, como los sindicatos y la Inspección de Trabajo “de forma inmediata” y “en cualquier momento”.

Si la empresa incumple con las obligaciones en cuanto al registro, se presumirá que el trabajador ha completado su jornada ordinaria. También se endurece el régimen sancionador por incumplimiento, con sanciones "individualizadas" por trabajador afectado de hasta 10.000 euros y no una sanción única por empresa, lo que les salía a estas "bastante barato".

Profundiza en la desconexión digital

Además de la reducción de la jornada, el acuerdo de Gobierno y sindicatos profundiza en la definición del derecho a la "desconexión digital". En primer lugar, el borrador del anteproyecto especifica que este derecho y el respeto a la intimidad en el uso de los dispositivos digitales de la empresa se aplica también a quienes teletrabajan.

Posteriormente, concreta que la desconexión digital supone que la empresa no puede pedir ningún trabajo ni siquiera comunicarse con el trabajador cuando no está en sus horas de trabajo. Este tiene derecho, además, a no estar localizable y no recibir llamadas o mensajes de clientes de la empresa.

"El derecho a la desconexión es irrenunciable", añade en el artículo 20 bis, que antes de se limitaba a unas líneas, y ahora menciona también que los medios y las medidas para garantizarlo se definirán por la negociación colectiva y deberán estar orientadas a mejorar el bienestar, la conciliación laboral, personal y familiar, así como a formar a los trabajadores en un uso razonable de la tecnología para evitar el riesgo de "fatiga informática".