Condenas de hasta 16 años de cárcel para los acusados de complicidad en el juicio por la decapitación de Samuel Paty
- El juicio contra estos ocho adultos acusados sigue al juicio contra seis estudiantes que se celebró a finales de 2023
- El autor material del asesinato, Abdoullakh Anzorov, de 18 años, fue abatido por la policía en el momento del arresto
El tribunal de París ha condenado a las ocho personas acusadas de complicidad en el asesinato del profesor francés Samuel Paty, decapitado en su colegio de secundaria en las afueras de París en 2020, a penas que llegan hasta los 16 años para los dos cómplices del crimen.
El autor material del asesinato, Abdoullakh Anzorov, de 18 años, fue abatido por la policía en el momento del arresto.
El profesor de secundaria fue acuchillado y decapitado por un refugiado checheno el 16 de octubre de 2020 en las cercanías de un instituto de la periferia parisina de Conflans-Sainte-Honorine, días después de haber impartido una clase sobre libertad de expresión y laicismo en la que mostró caricaturas de Mahoma.
El juicio contra estos ocho adultos acusados sigue al juicio contra seis estudiantes que se celebró a finales de 2023.
En aquel momento, el tribunal condenó a penas de hasta 20 meses de prisión a los acusados, ya que consideró que las infracciones de los menores encausados estaban "perfectamente demostradas" y explicó que las penas dictadas tenían en cuenta "la gravedad de los hechos", así como la personalidad de los acusados.
La principal protagonista del proceso fue la más joven de los seis, una adolescente que tenía 13 años cuando Paty fue asesinado a la salida del colegio de Bois d'Aulne. Acusada de denuncia calumniosa y condenada a 18 meses exentos de cumplimiento, los jueces dieron por probado que la menor desencadenó una mecánica infernal al mentir sobre el desarrollo de una clase del profesor de Historia a la que ella no asistió, dedicada a las polémicas caricaturas del profeta Mahoma que ya habían estado en el origen del ataque yihadista contra la revista satírica Charlie Hebdo en enero de 2015.
Campaña en redes sociales contra Paty
Nueve días antes del atentado del 16 de octubre de 2020, la adolescente, que había sido sancionada por razones que nada tenían que ver con Paty, contó que en esa clase sobre la libertad de expresión y el significado del laicismo el docente había pedido a los alumnos musulmanes que salieran del aula mientras proyectaba las famosas caricaturas.
En realidad, el profesor únicamente había propuesto a los que pudieran sentirse ofendidos por esas imágenes publicadas por Charlie Hebdo que no miraran durante la proyección.
Pero el relato que la chica hizo a su padre, Brahim Chnina, uno de los que han sido juzgados en esta ocasión, lanzase una campaña en las redes sociales contra Paty, para el que reclamó entre otras cosas su despido con ayuda de Abdelhakim Sefriouui, un activista islamista.
Una campaña que tuvo un eco particular en Abdoullakh Anzorov, un refugiado checheno de 18 años que vivía en la ciudad de Evreux, a 80 kilómetros de allí, y que estaba radicalizado por motivos religiosos.
El día del crimen, Anzorov fue hasta Conflans Saint Honorine armado con cuchillos y en el exterior del colegio abordó a un alumno, al que prometió 300 euros si le ayudaba a identificar a Paty cuando saliera del centro.
El chico, condenado ahora a seis meses de cárcel en firme sustituibles por brazelete, se lo contó a otros cuatro amigos —también castigados a penas de cárcel, pero exentas de cumplimiento— a los que propuso compartir el dinero a cambio de señalar al profesor al joven checheno que, según su versión, tenía intención de filmarlo "pidiendo perdón por la caricatura del profeta".