La evasión de impuestos de las multinacionales ahoga en deudas a los estados
Noticia Documentos TV
- Evaden más de 400.000 millones de dólares al año, el equivalente al sueldo de 34 millones de enfermeras
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El COVID y la guerra de Ucrania han puesto de manifiesto la cruda realidad sobre la creciente desigualdad de ingresos de la economía globalizada. Desde la pandemia, las diez personas más ricas del mundo han duplicado sus fortunas, mientras los ingresos del 99% de la humanidad disminuían.
Las multinacionales nunca han sido tan ricas como ahora. Su secreto reside en dominar el arte de eludir impuestos mediante complejos acuerdos fiscales y ocultar sus beneficios en paraísos fiscales con los que privan a los estados de unos valiosos ingresos necesarios para acometer las políticas sociales.
En 2015, un grupo de reconocidos expertos se reunió para luchar contra las desleales prácticas de las multinacionales y han conseguido acabar con algunos de los privilegios de los que gozaban hasta entonces.
Multinacionales: eluden, evaden y ganan
Los estados necesitan dinero desesperadamente para hacer frente al calentamiento global y sus consecuencias, así como a catástrofes naturales y alimentarias. Pero, en especial, necesitan fondos con los que financiar sus servicios sociales más básicos, como la sanidad, la educación o las pensiones. En los últimos cuarenta años, esos ingresos no llenan las arcas de los países o lo hacen a cuentagotas.
“El dinero está en el bolsillo de las grandes corporaciones“
“El dinero está en el bolsillo de las grandes corporaciones”, advierte el premio Nobel de Economía, el estadounidense Joseph Stiglitz. Desde finales de los años 80, con la globalización de la economía, el número de multinacionales ha aumentado de unos pocos miles a más de 120.000, en la actualidad. Obtienen billones de dólares de beneficios al año, pero la mayoría de ellas no paga impuestos.
“Jeff Bezos pagó cero impuestos sobre la renta durante varios años“
El director del Observatorio Fiscal de la UE, Gabriel Zucman revela que “Jeff Bezos pagó cero impuestos sobre la renta durante varios años”. Como el magnate estadounidense y fundador de Amazon, buena parte de los dirigentes de las grandes corporaciones ocultan, además, sus beneficios legalmente en paraísos fiscales, gracias a un sistema fiscal internacional creado hace ahora un siglo que les permite declarar sus ganancias donde más les convenga.
“Se trata de deslocalizar artificialmente sus beneficios a territorios con fiscalidad baja o inexistente”, explica Zucman, cuyos trabajos han sacado a la luz el alcance de la evasión fiscal de las multinacionales. “Es una gran estafa a nivel nacional y global”, sentencia la prestigiosa economista india, Jayati Ghosh.
Una estafa de la que no se libra ningún país. A escala mundial, la pérdida de los ingresos que los estados debieran obtener de las grandes corporaciones es descomunal, casi 600.000 millones de dólares, según el FMI. Y “no cabe duda de que, sin dinero público, nuestra sociedad no funciona”, añade Stiglitz.
Sin impuestos esto es un 'sálvese quien pueda'
Las consecuencias más notables de la escasez de fondos en los países se traducen en desazón social, desigualdad y violación de derechos. La abogada noruega Eva Joly, exmagistrada y exdiputada europea, asegura que “las multinacionales llevan décadas minimizando su base imponible en todo el mundo”.
““¿Quién pierde?, la gente corriente que tiene que pagar más impuestos porque las empresas no pagan lo que les corresponde“
En 40 años, el tipo impositivo medio gravado sobre los beneficios de las empresas más rentables del planeta se redujo a la mitad. Hablamos del 45%, en 1980, al 23’5%, en 2020. “¿Quién pierde?, la gente corriente que tiene que pagar más impuestos porque las empresas no pagan lo que les corresponde”, denuncia Stiglitz.
En 2019, el eurodiputado danés, Jeppe Kofod, cuantificaba que “la evasión fiscal y la elusión fiscal cuestan cerca de un billón de euros al año, es decir, 2.000 euros por ciudadano”.
Una historia de justicia
En 2015, seis activistas del Norte y del Sur global se comprometieron a trabajar por construir economías más sostenibles, igualitarias e inclusivas. Reputados expertos sensibles con la justicia fiscal, como los prestigiosos economistas Joseph Stiglitz, Jayati Ghosh y Thomas Piketty y las abogadas, Eva Joly, Irene Ovonji-Odida y Magdalena Sepúlveda, constituyeron la Comisión Independiente para la Reforma de la Fiscalidad Corporativa Internacional, la ICRICT.
Su objetivo prioritario era combatir las prácticas desleales de optimización fiscal utilizadas por las multinacionales. “Tenemos un sistema fiscal en el que los agentes económicos más poderosos consiguen escapar a la fiscalidad”, explica Piketty.
“Tenemos un sistema fiscal en el que los agentes económicos más poderosos consiguen escapar a la fiscalidad“
Bajo la convicción de que, si el sistema que permite a los más ricos del planeta eludir el pago de lo que deben es legal, entonces, hay que cambiar las leyes. El grupo ya ha conseguido terminar con algunos de los privilegios fiscales de los que gozaban las multinacionales.
Uno de los que más repercusión ha tenido es el acuerdo de octubre de 2021, cuando, tras nueve años de negociaciones, 136 países firmaron la primera reforma del sistema fiscal internacional en un siglo.
Entre los cambios destaca el de que las grandes corporaciones tendrán que pagar un impuesto de sociedades, independientemente de donde desarrollen su actividad económica, por la que tributarán con un tipo impositivo efectivo mínimo global de, al menos, el 15%.
Según la ICRICT, el acuerdo es un paso en la buena dirección, aunque denuncia la falta de ambición, en especial, porque a la hora de repartir esos beneficios, el acuerdo deja fuera a los países en desarrollo. Los miembros de la Comisión luchan ahora para garantizar que paguen no sólo las multinacionales sino también las mayores fortunas del mundo.