Trabajo y sindicatos suscriben el acuerdo para reducir la jornada laboral a 37,5 horas: "Lo está esperando la gente"

• El pacto establece que las empresas deben adaptarse antes del 31 de diciembre de 2025
• Yolanda Díaz celebra un "avance civilizatorio" que beneficiará a 12 millones de trabajadores, especialmente los más vulnerables

Trabajo y sindicatos suscriben el acuerdo para reducir la jornada laboral a 37,5 horas

El Gobierno y los sindicatos han firmado este viernes el acuerdo para reducir la jornada laboral a 37,5 horas semanales sin rebajar los salarios, lo que tendrá que entrar en vigor antes del 31 de diciembre de 2025. En el texto han estampado su firma la vicepresidenta segunda del Gobierno y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, el secretario general de CC.OO., Unai Sordo, y el de UGT, Pepe Álvarez, pero no la patronal, que se ha descolgado de la negociación tras casi un año de arduas conversaciones.

Se trata de un "avance civilizatorio que hace progresar a nuestro país", una "gran conquista laboral" que "se va a estudiar en todas las universidades del mundo", según ha reivindicado Díaz en una rueda de prensa tras suscribir este pacto en la sede del Ministerio. Se trata de la primera reducción de jornada en 40 años, un periodo en el que la productividad por hora trabajada ha aumentado más de un 50%, por lo que "ha llegado la hora de repartirla".

También los sindicatos se han congratulado por esta medida. Para Sordo es un "acuerdo completo y sumamente ambicioso, no un acuerdo de mínimos" y según Álvarez es "un buen acuerdo". Según el líder de UGT las 37,5 horas son una "parada" para llegar a las 32 horas semanales, la jornada semanal de 4 días.

La medida llega tras meses de bloqueo en la mesa de negociación con la patronal y también, en los últimos días, con desencuentros entre la parte socialista del Gobierno -con el Ministerio de Economía a la cabeza- y la de Sumar, de la que depende Trabajo.

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Beneficiará a 12 millones de empleados, los más "vulnerables"

La reforma beneficiará a unos 12 millones de empleados, sobre todo a la "gente más vulnerable", como trabajadoras de la limpieza, dependientas o cajeras de supermercados, ha defendido Díaz. "Se acabó que tengamos trabajadores de primera y de segunda", ha añadido, explicando que hasta ahora quienes se benefician de jornadas inferiores a 40 horas son empleados públicos o de sectores como la banca o la consultoría.

El acuerdo es "el resultado de un consenso social que hoy es imparable", ya que "dos de cada tres españoles quieren reducir la jornada laboral, voten a lo que voten", según la ministra. "El consenso social es el de la calle, y es el que está esperando la gente".

"Hoy es un día muy importante, pero no es el final de nada", ha asegurado por su parte Sordo, ya que "la tramitación parlamentaria está todavía por desplegar". Esta reforma tendrá que ser aprobada en el Congreso para entrar en vigor, un trámite que no tiene aún fecha -aunque Díaz ha confiado en que sea "cuanto antes"- ni los apoyos parlamentarios garantizados.

Tanto el líder de Comisiones como el de UGT han advertido de que no descartan "movilizaciones" si finalmente el acuerdo para implantar la reducción de jornada no sale adelante como está previsto o si hay propuestas "regresivas para los intereses de la clase trabajadora", según Sordo.

Firma sin la patronal y tras una negociación "tediosa"

La firma se llevará a cabo sin contar con representantes de la patronal, que tras 11 meses de negociaciones se quedaron fuera del acuerdo. De la mesa tripartita del diálogo social se pasó, así, a una mesa bilateral, solo entre Gobierno y los representantes de los trabajadores, que han cerrado este pacto.

Estos meses "no han sido sencillos" y las reuniones y las interrupciones han sido "tediosas", según Díaz, que pese a ello ha agradecido a la CEOE que haya participado en las reuniones.

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"Me hubiera gustado que hoy hubiéramos tenido dos atriles más aquí, es un acuerdo que con la CEOE y con CEPYME [Confederación Española de la Pequeña y Mediana Empresa] hubiera tenido más valor, somos conscientes, pero ha habido un tiempo largo", ha lamentado el secretario general de UGT, idea en la que también ha incidido Unai Sordo.

La CEOE, según Álvarez, todavía tiene tiempo a sumarse a la negociación, que también ha invitado a apoyar la media a todos los partidos en su trámite parlamentario, ya que "dos de cada tres personas apoyan que se reduzca el tiempo de trabajo" y el Congreso debe reflejar esta "soberanía popular". "En los últimos 100 años solo se ha tocado la jornada laboral en cuatro ocasiones, nadie debería de perderse la fiesta que va a representar para los trabajadores de nuestro país un acuerdo de estas características", ha afirmado.

Discrepancias en el Gobierno en cuanto a plazos y ayudas

Empresas y sindicatos tendrán hasta el 31 de diciembre de 2025 para negociar los convenios colectivos y hacer las adaptaciones necesarias para que la jornada se reduzca hasta las 37,5 horas. El tiempo empezará a correr cuando se apruebe la normativa y entre en vigor al publicarse en el Boletín Oficial del Estado. Es el plazo que pactaron PSOE y Sumar en el acuerdo de coalición aprobado tras las elecciones generales del año pasado.

El Gobierno está decidido a llevar al Congreso de los Diputados la reforma a pesar de que existen discrepancias entre el ministro de Economía, Carlos Cuerpo, y Díaz respecto a los plazos y las ayudas a las pequeñas y medianas empresas.

Frente a la postura de Sumar, reflejada en el acuerdo con los sindicatos, Cuerpo defiende una aplicación "gradual", abriendo la puerta a que se extienda hasta 2026 para recabar los apoyos parlamentarios necesarios, y ha hablado también de "acompañar a las empresas" en su adaptación.

Por su parte, la patronal considera que la rebaja de la jornada laboral por ley es una "intromisión en la autonomía de la negociación colectiva, consagrada en el artículo 37.1 de la Constitución", y una medida negativa para el empleo y el bienestar social por ser "absolutamente ineficiente", según expresó el vicepresidente de la CEOE, Íñigo Fernández de Mesa, en una entrevista en 24 horas de RNE el día que terminaron las negociaciones.

Medidas sobre desconexión digital y registro de jornada

Aunque la reducción de jornada ha acaparado todos los titulares, el acuerdo también incluye medidas sobre el derecho a la desconexión digital y mejora las condiciones del registro de jornada hacia uno digital, transparente, fiable e interoperable con la Inspección de Trabajo, que "va a saber en tiempo real cuál es la jornada que hacen los trabajadores", según Díaz. También se endurece el régimen sancionador por incumplimiento, con sanciones "individualizadas" por trabajador afectado y no única por empresa, lo que les salía a estas "bastante barato".

Sobre el primer punto, el derecho al descanso fuera de la jornada laboral, Díaz ha destacado que "de nada va a servir que reduzcamos la jornada laboral si tu jefe te llama por la noche o recibas un mensaje mientras estemos en las cenas de Navidad".

"Este no es el final de ningún camino, sino el inicio de la transformación para democratizar el tiempo, que es lo fundamental de nuestras vidas", ha recalcado la vicepresidenta.