Alemania debate los fallos de seguridad en el atentado de Magdeburgo: Arabia Saudí había dado la voz de alarma
- El detenido por el atropello tenía ya una condena de 2013 por desórdenes públicos y amenazas de cometer delitos
- La policía registró su apartamento hace años, pero no halló pruebas de que el ataque pudiera ser real
El atropello masivo que el viernes pasado le costó la vida al menos a cinco personas en la ciudad de Magdeburgo centra ahora el debate en por qué no se actuó contra un hombre que llevaba años emitiendo señales preocupantes contra Alemania. Los servicios secretos saudíes dieron la voz de alarma por su radicalización en redes, con mensajes que hablaban de degollar a ciudadanos alemanes.
Taleb Abdulmohsen, detenido por el atropello, tenía ya una condena de 2013 por desórdenes públicos y amenazas de cometer delitos. Ya entonces habló de acciones con repercusión internacional y mencionó los atentados de Boston de 2013. La policía registró su apartamento en esa época, pero no halló pruebas de que el ataque pudiera ser real.
"Nunca se puede evitar al 100%, pero los signos estaban ahí, quizá se pudiera haber previsto", cuenta una chica a un equipo de TVE junto a la calle por la que entró el coche arrollando a decenas de personas. No obstante, el motivo del ataque sigue sin estar claro.
El debate se ha vuelto contra el Gobierno de Olaf Scholz, que asumió que no había ninguna amenaza concreta. "Sí, había un alto riesgo abstracto, pero no concreto", ha insistido la ministra de Interior alemana, Nancy Faeser.
Este domingo por la mañana, en el altar improvisado que hay frente al mercadillo navideño, se han visto decenas de bomberos que recordaban a la víctima más vulnerable, el niño de nueve años, que era miembro del cuerpo infantil de bomberos. En las calles de Magdeburgo, apenas se escucha nada, la gente habla en voz baja y camina despacio, tratando aún de asimilar la pesadilla.
Condenado por proferir amenazas
Taleb Abdulmohsen nació en Hufuf, Arabia Saudí, en 1974 y llegó a Alemania en 2006 de manera legal, con un pasaporte y un visado, para especialidad en psiquiatría, tras haber estudiado medicina en su país de origen.
En 2013 fue condenado en Rostock (este de Alemania) a pagar una multa por haber proferido amenazas después de que no se le reconociera parte de la formación médica que había tenido en su país. Esa condena, sin embargo, no fue vista como un impedimento para que en 2016 se le concediera asilo en el país germano.
En su solicitud de asilo, Abdulmohsen alegó que de regresar a Arabia Saudí sería ejecutado por haberse apartado del Islam y fundamentó su alegato con un presunto incidente que había tenido con el agregado cultural de la embajada de su país.
El detenido trabajaba como psiquiatra en un hospital de Bernburgo, a 45 kilómetros de Magdeburgo, y se ocupaba de la rehabilitación de criminales adictos. Su rechazo al Islam en determinado momento empezó a adquirir tonos extremistas que lo llevaron a simpatizar abiertamente con el partido ultraderechista Alternativa para Alemania (AfD) y a sumarse a quienes acusaban a la excanciller Angela Merkel de tener un plan para islamizar Europa.
"Como en Alemania no existe la pena de muerte, Angela Merkel debe pasar el resto de su vida en la cárcel por su criminal proyecto secreto de islamizar Europa. Pero si la pena de muerte se reimplanta, merece que la maten", dijo Abdulmohsen en X el 5 de diciembre en un mensaje citado por Der Spiegel que posteriormente fue borrado.
La fiscalía hasta ahora no ha querido decir mucho sobre los motivos de Taleb Abdulmohsen y lo único que ha confirmado es que entre ellos parece haber estado el descontento con el trato a los refugiados saudíes. Otro incidente de la justicia lo tuvo en febrero de 2024, cuando se presentó ante una comisaría en Berlín para poner una denuncia y se mostró descontento con el comportamiento de los agentes, por lo que hizo un llamado de urgencia a los bomberos a los que pidió asesoría jurídica. Abdulmohsen volvió a ser multado por abuso del llamado de urgencia.
Manifestación de ultraderecha en Magdeburgo
Este sábado por la noche, una manifestación organizada por un pequeño partido de ultraderecha, Die Heimat (La Patria), ha reunido a 2.100 personas en Magdeburgo. En ella se han producido refriegas y algunos "disturbios menores", según ha informado la policía.
Los manifestantes, algunos de ellos con pasamontañas negros, enarbolaron una gran pancarta con la palabra "remigración", término popular entre los partidarios de la extrema derecha que buscan la deportación masiva de inmigrantes y personas consideradas no étnicamente alemanas. Muchos de los simpatizantes reunidos llevaban símbolos relacionados con el neopaganismo y otros movimientos místicos asociados a la extrema derecha.
La ministra del Interior, Nancy Faeser, ha expresado su preocupación por la posibilidad de que el ataque pudiera ser aprovechado por la extrema derecha, pero ha reconocido que poco se puede hacer para impedir reuniones aparentemente coordinadas.
"Tenemos libertad de reunión en este país", ha dicho Faeser, recorriendo el lugar del atentado. "Tenemos que hacer todo lo posible para asegurarnos de que el atentado no sea mal utilizado por ninguno de los bandos".