España refuerza su embajada en Siria con un enviado especial para el Gobierno de transición

• Antonio González-Zavala Peña será el enviado especial para Siria para apoyar a la Encargaduría de negocios
• El político era hasta ahora embajador en misión especial para el Sahel

La gente pasa junto al monumento de Battikha, en la plaza homónima, pintado con los colores de la bandera de la Siria rebelde, en las afueras de Damasco AFP/ANWAR AMRO

El Gobierno ha nombrado al diplomático asturiano, Antonio González-Zavala Peña, enviado especial para Siria, para apoyar al encargado de negocios español en Damasco y reforzar su embajada ante el cambio de Gobierno tras la caída del régimen de Bachar al Asad, según han informado fuentes de Asuntos Exteriores.

Según ha destacado el Ejecutivo en las referencias del Consejo de Ministros, González-Zavala es licenciado en Derecho por la Universidad Complutense de Madrid y, tras una trayectoria en el sector privado, ingresó en la carrera diplomática en 2002. El político de 59 años era hasta ahora embajador en misión especial para el Sahel, y anteriormente hasta junio de este año, embajador en Guinea-Bissau.

Asimismo, ha estado destinado en las embajadas de Bagdad (Irak), Trípoli (Libia) y Dakar (Senegal), siendo condecorado con la Medalla OTAN por sus servicios en la segunda jefatura de la diplomacia española en Kabul (Afganistán). Entre otros distintivos, cuenta con la Cruz al Mérito Militar con distintivo blanco, encomienda de la orden del Mérito Civil y Cruz de Oficial y Encomienda de la Orden de Isabel la Católica.

Este nuevo cargo se enmarca dentro de la estrategia del Ejecutivo de fortalecer la presencia española dada la importancia de Siria, "de lo que se está jugando para Oriente Medio, para el Mediterráneo y para la comunidad internacional", según ha señalado el ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares.

Catar envía su primera delegación diplomática

Por su parte, el portavoz del Ministerio de Exteriores catarí, Majed al Ansari, ha anunciado que una delegación catarí encabezada por el ministro de Estado de ese departamento del país árabe del golfo Pérsico, Naser al Julaifi, ha llegado a Damasco, siendo uno de los primeros Estados árabes que visita Siria tras el cambio de régimen.

Un avión de la aerolínea Qatar Airways, con la delegación diplomática a bordo, se ha convertido así en la primera aeronave catarí que aterriza en el aeropuerto de la capital siria.

El objetivo es "mantener una serie de reuniones con funcionarios sirios, encarnando la firme posición catarí de brindar todo el apoyo a los hermanos en Siria", ha revelado Al Ansari en un mensaje en su cuenta oficial en X.

Catar, que cortó sus relaciones con el régimen sirio tras su violenta represión de las revueltas populares de 2011, fue uno de los primeros países en reabrir su embajada en Damasco tras el derrocamiento de Al Asad. Doha también estableció un puente aéreo para enviar ayuda humanitaria y médica a Siria a través de Turquía y Jordania pocos días después del derrocamiento de Al Asad.

Turquía celebra sus vínculos con el nuevo Gobierno sirio

El presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, ha celebrado a su vez que los nuevos dirigentes de Siria tengan "vínculos con Turquía" y ha prometido intensificar los contactos con Damasco.

"Observamos con orgullo a quienes asumen cargos en el nuevo Gobierno de Siria. Vemos en diferentes puestos a personas que han estudiado en Turquía y están vinculados a nuestra patria", ha señalado Erdogan tras una reunión del Gobierno turco, aunque sin precisar a quién se refería.

"Mantenemos un estrecho diálogo con el líder revolucionario sirio, Ahmed al Sharaa", ha agregado, en referencia al líder del grupo ultraislamista Hayat Tahrir al Sham, también conocido como Abu Mohamed al Golani.

Erdogan ha recordado que en las últimas dos semanas han acudido a Damasco el jefe de los servicios secretos turcos, Ibrahim Kalin, así como la semana anterior, el ministro de Exteriores, Hakan Fidan, "que fue acogido con gran calidez".

Por otra parte, el presidente turco ha insistido en que sigue decidido a erradicar militarmente las milicias kurdosirias YPG, que Ankara considera terroristas por su vinculación al PKK, la guerrilla kurda de Turquía.