Juana Rivas y su hijo mayor denuncian al padre por coacciones al hermano menor para declarar a su favor
- Solicitan suspender el régimen de guardia y custodia exclusiva que tiene el padre sobre el hijo menor de ambos
- La Fiscalía italiana presentó a principios de diciembre un escrito de procesamiento contra Francesco Arcuri
Juana Rivas y su hijo mayor han interpuesto una denuncia en los Juzgados de Málaga contra su expareja y padre, respectivamente, Francesco Arcuri como presunto autor de un delito de coacciones al hijo menor para declarar a su favor. En la denuncia se relata cómo el padre presuntamente habría proferido "múltiples amenazas" con el objetivo de que el testimonio del hijo menor se ajustara a sus indicaciones. "Le coaccionó para que manifestara que tenía una mala relación con su madre y su hermano mayor, y que quería seguir viviendo con el padre, al que tenía mucho aprecio". Esta coacción incluyó, según apunta el auto, en que el menor se viera obligado a mentir durante una pasada declaración judicial.
Asimismo, Rivas y su hijo mayor alegan que Arcuri les ha enviado "mensajes intimidatorios", donde supuestamente les avisaba de que se encontraba en España y que, en caso de producirse episodios de maltrato psicológico contra el hijo menor de ambos, "intervendría de manera inmediata". Una cuestión que, a juicio del representante legal de Rivas, el letrado Carlos Aránguez, resulta "extraña" al recordar que el hijo menor de ambos, que pasará las vacaciones de Navidad con la madre, viajó este domingo solo desde Milán con el servicio de acompañamiento de menores de una aerolínea.
El letrado, quien ha compartido el documento, ha considerado que estos hechos son constitutivos de la presunta comisión de un delito de violencia de género, así como que se investiguen en España. En la denuncia reflejan que Arcuri actuó "con la clara intención de amedrentar" a Rivas con el envío de los "múltiples mensajes".
Habría acusado a Rivas de haber "saboteado" el teléfono del hijo menor
Por otro lado, el documento señala que el padre de los niños habría acusado presuntamente a Rivas y a su hijo mayor de haber "saboteado" el teléfono del hijo menor y que se disponía a informar a quien procediera al respecto.
El abogado ha calificado los hechos como constitutivos de un delito de coacciones, por lo que ha pedido que se remita al tribunal italiano competente dado que estos presuntos hechos se cometieron en ese país, adoptando las medidas "cautelares urgentes oportunas".
Los denunciantes, en compañía del hijo menor, han decidido abandonar su domicilio habitual y marcharse a casa de unos conocidos, según consta en la denuncia. Asimismo, piden que se adopten como medidas cautelares una orden de protección para los tres con la intención de garantizar su "seguridad y bienestar".
También se solicita que se adopte con carácter urgente la medida de suspender el régimen de guardia y custodia exclusiva del hijo menor de ambos. Además de no acercarse ni comunicarse con ellos hasta que no exista una resolución definitiva.
Una historia larga de procedimientos judiciales
Esta denuncia se suma a un largo proceso judicial, por parte de Juana Rivas, desde que en 2016 decidiera no regresar a Italia con sus dos hijos, tras haber denunciado una situación de maltrato por parte de su expareja, quien ya había sido condenado en 2009 por lesionarla. El suceso desencadenó una serie de procedimientos judiciales tanto en España como en Italia, incluyendo una condena a Rivas a cinco años de prisión por sustracción de menores en 2017.
Tras la sentencia, el Tribunal Supremo de España estimó parcialmente el recurso de esta vecina granadina y le rebajó la pena a la mitad al considerar que, aunque fueron dos los menores sustraídos, cometió un único delito. En julio de 2022, el Supremo concedió un indulto parcial a Rivas que conmutó su condena firme por 180 días de trabajos en beneficio de la comunidad y la obligación de realizar un curso de parentalidad positiva, medida de gracia que no eliminaba sus antecedentes en la justicia italiana.
En los últimos meses, el proceso judicial se ha enfocado en el menor de los dos hijos de ambos, ya que el mayor vive con su madre desde el 2022. El joven escribió una carta pidiendo la custodia de su hermano pequeño al argumentar que este "corría peligro" si seguía con su padre. Por el momento, el pasado 3 de diciembre la Fiscalía italiana presentó un escrito de procesamiento contra Francesco Arcuri por presunto maltrato a sus hijos. En concreto, se le acusa de someter a ambos "habitualmente a violencia física, vejaciones, insultos y amenazas".
Por otro lado, el juez Manuel Piñar, quien condenó a Juana en 2018, se enfrenta a acusaciones por un posible delito de odio por una serie de publicaciones en redes sociales. El auto señala que Piñar "habría emitido determinadas manifestaciones, en condiciones de suficiente trascendencia y proyección pública, de contenido o alcance presuntamente despectivo hacia colectivos de migrantes o minorías étnicas", en diferentes publicaciones a lo largo del año 2022. Por su parte, el juez se justificaba argumentando que las publicaciones habían sido obra de un hacker.