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Magdeburgo intenta recobrar la normalidad tras un atentado que marca la campaña electoral alemana

  • El tema central de la campaña era la crisis económica, pero el atentado puede poner en el centro la seguridad y la migración
  • Las autoridades han detenido a un segundo hombre sospechoso de amenazar con apuñalar a gente de aspecto árabe en otro mercadillo

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Una pareja se abraza enfrente de la ofrenda floral en Magdeburgo
Una pareja se abraza enfrente de la ofrenda floral como homenaje a las vícitmas del atentado en Magdeburgo FILIP SINGER | EPA

Los habitantes de Magdeburgo, capital del estado de Sajonia-Anhalt, al este de Alemania, siguen conmocionados por el atentado en un mercadillo de Navidad tres días después. Este lunes, muchos de ellos han depositado numerosas ofrendas florales en homenaje a las víctimas del atropello masivo que le costó la vida a al menos cinco personas, entre ellas un niño de nueve años y que dejó 200 heridos. 

La alcaldesa, Simone Borris, ha pedido a los habitantes mantener la solidaridad en medio del duelo por las víctimas y no dejarse dividir por los mensajes de odio. 

El parlamento de Sajonia-Anhalt, controlado por una mayoría de cristianodemócratas, socialdemócratas y liberales que encabeza el primer ministro regional y democristiano Reiner Haseloff, se ha reunido este lunes para aclarar el ataque mientras en calles de la ciudad aún se observan las consecuencias de las heridas del ataque.

En los quioscos, el diario Die Welt señalaba que el atentado del pasado viernes fue "un ataque a un símbolo del cristianismo" y Süddeutsche Zeitung recordaba que "el autor era conocido por las autoridades". Los servicios secretos saudíes lo consideraban peligroso y ya habían advertido a las autoridades alemanas. 

El pasado viernes, sobre las 18:00 horas, un coche se lanzó contra la multitud que paseaba entre los puestos navideños y recorrió al menos 400 metros, embistiendo a varias personas. Las autoridades detuvieron a un médico saudí de 50 años como presunto autor del atropello. Tenía permiso de residencia en Alemania y se mostraba crítico con el trato a los refugiados que daba el país.

Segunda amenaza contra un mercadillo navideño 

Este lunes, las fuerzas de seguridad han detenido a un hombre de 67 años sospechoso de amenazar con apuñalar el 25 de diciembre a toda persona que tuviera aspecto árabe en el mercadillo de Navidad de Bremerhaven, en el norte de Alemania. "A todos. Llevaré un cuchillo conmigo. No es broma", decía en la grabación que creó y difundió en TikTok. La Policía ha asegurado que, tras su detención, ya no hay peligro para la población. 

Sin embargo, estos días la seguridad en los mercadillos navideños es una prioridad de las autoridades alemanas.

El atentado marca la campaña electoral 

El atentado en Magdeburgo ha sucedido a las puertas de la campaña electoral alemana para los comicios que se celebrarán en febrero. Los partidos tradicionales se han mostrado prudentes a la hora de sacar conclusiones de la masacre y, aunque el tema central de la campaña era hasta ahora la crisis económica, cuestiones como la seguridad y la migración ya vuelven a estar en el debate político.

Los secretarios generales del Partido Socialdemócrata (SPD), Mathias Miersch, y del Partido Liberal (FDP), el exministro de Justicia Marco Buschmann, han pedido mantener la prudencia durante la campaña y no sacar conclusiones precipitadas de lo ocurrido en Magdeburgo.

"Los partidos democráticos tienen que actuar con serenidad. Las instrumentalizaciones y las conclusiones precipitadas no ayudan a nadie y sólo sirven para escindir nuestra sociedad. En lugar de eso, tenemos que sacar las conclusiones correctas tanto para la arquitectura de seguridad como para la cohesión social", ha declarado Miersch a la revista Der Spiegel.

Buschmann, por su parte, ha asegurado al mismo medio que lo importante es estar al lado de las víctimas y sus familias y no entrar en una lucha por proponer medidas rápidas que sólo tendrían un carácter simbólico.

El presunto autor del atentado, el médico saudí Taleb A, era un apóstata del Islam que había desarrollado, primero, un odio contra su religión de origen y, luego, contra Alemania por presuntos planes para islamizar a Europa.

La cúpula de la ultraderechista Alternativa para Alemania (AfD) se ha mostrado discreta ante lo sucedido, pero representantes del partido en diversos estados federados han tratado de sacar partido y han insistido en sus propuestas de un giro radical en la política migratoria.

En su cuenta de X, AfD ha difundido la convocatoria a un acto en Magdeburgo en el que participará la candidata a la cancillería del partido, Alice Weidel. "Lo que necesitamos ahora no son frases tópicas de los políticos que son responsables de todos sino un lenguaje claro. El que vea las cosas así debe venir esta tarde a Magdeburgo junto con Alice Weidel", dice el mensaje.