Científicos descubren en Rusia una cría de mamut de 50.000 años en buen estado de conservación
- La cría de mamut tiene una altura de 1,2 metros y pesa alrededor de 180 kilogramos
- Se trata de uno de los ejemplares mejor conservados, según el jefe de investigaciones del Museo del Mamut
Un equipo de científicos rusos ha anunciado el hallazgo de una cría de mamut que podría tener 50.000 años de edad. El animal, encontrado en muy buen estado de conservación, ha recibido el nombre de Yana.
"Se trata de uno de los ejemplares mejor conservados que hayan sido hallados hasta el día de hoy a nivel mundial", ha indicado el jefe de investigaciones del Museo del Mamut de la Universidad Federal de Yakutia, Maxim Cheprásov, durante la presentación del descubrimiento. El científico ha expresado que "en total han sido hallados seis mamuts en buen estado de conservación", de los cuales cinco han sido encontrados en Rusia y uno en Canadá.
"El anterior mamut hallado en Rusia fue el bebé Yuka, en 2010", ha rememorado, al puntualizar que en junio de 2024, en Batagáika "fue hallada otra cría de mamut en un estado único de conservación". El cráter de Batagaika, que se ubica en Siberia Oriental, está considerado como el mayor cráter de permafrost —terreno que ha permanecido congelado durante al menos dos años— que existe a nivel mundial, cuyo tamaño crece constantemente debido al calentamiento global y se extiende a lo largo de más de un kilómetro y con una profundidad de hasta 100 metros.
Mide 1,2 metros y pesa unos 180 kilogramos
La cría de mamut Yana, ha explicado Cheprásov, tiene una altura de 1,2 metros y pesa alrededor de 180 kilogramos. "Todavía no ha sido determinada la edad exacta del animal, pero suponemos que sería aproximadamente de un año o ligeramente mayor", ha añadido. Según el experto, "las crías de mamut crecían más rápido que las crías de los caballos, bisontes y lobos actuales, ya que las condiciones climáticas eran más severas y necesitaban crecer más rápidamente antes de los fríos inviernos".
La criatura fue encontrada por pobladores de la localidad de Batagai. "Estuvieron en el momento y en el lugar preciso para ver cómo la mitad del cuerpo emergía de la pared del cráter, a una profundidad de 40 metros", ha comentado Cheprásov. También ha explicado que a causa del peso y de la presión de la tierra, el cuerpo de Yana se partió a la mitad: la primera parte cayó al fondo del cráter y, la segunda, que incluía la pelvis y las extremidades posteriores, terminó en el permafrost y se recuperó posteriormente por los especialistas.
El rector de la Universidad Federal de Yakutia, Anatoli Nikoláev, ha expresado que un descubrimiento como este "no sucede todos los años, se trata realmente de casualidad y suerte", ya que de haber sucedido varios días o semanas después "no hubiera estado tan conservado". "Es un suceso único no solo para nuestra universidad, sino para la ciencia rusa y mundial", ha concluido.