La Navidad lejos de casa, un mosaico de historias: de la "nostalgia" venezolana al "deseo navideño de volver" ghanés
- Según el último informe del INE, en España residen algo más de seis millones y medio de extranjeros
- La Navidad es una época de reencuentro que se convierte en un recordatorio agridulce para los que se encuentran lejos de casa
"Estas fechas son muy nostálgicas porque cuando vivíamos en Venezuela, aun en distintos estados, uno se reunía con la familia", cuenta María (nombre ficticio) a RTVE.es. Hace escasos tres meses que llegó a España desde Venezuela y estas son las primeras Navidades que pasa lejos de su país y de su familia.
"Ahora estamos todos regados en todas partes del mundo", confiesa con tristeza. María escapó del régimen de Maduro junto a su marido y sus dos hijos menores. En el otro continente queda su hijo mayor, que años atrás había emigrado a Colombia, y gran parte de su familia, entre ellos su madre.
Su marido, militar de carrera ya jubilado, se negó a reincorporarse al servicio tras varias llamadas y ahí asumieron que tenían que marcharse: "Al no presentarse empieza la persecución", explica María, que reconoce que ella también iba a las manifestaciones en apoyo de la opositora venezolana María Corina Machado y "por eso también nos perseguían".
A pesar de la nostalgia, la familia se esfuerza por mantener vivas sus tradiciones. Este año, prepararán una cena especial con los platos que les recuerdan a Venezuela, y tratarán de recrear el ambiente festivo que tanto añoran. Pero si para algo cuentan las horas es para poder hacer una videollamada con los suyos.
"Ojalá y ellos tengan luz para ese momento, porque como todavía quitan la luz diez horas al día, uno tiene que jugar con el horario en que ellos tengan luz y señal de internet para poder comunicarse con ellos, con lo que queda rezar para poder vernos", sentencia María.
La Navidad es para muchos una época de reencuentro, alegría y tradiciones que se convierte en un recordatorio agridulce para todos aquellos que se encuentran lejos de su tierra natal. En España son muchos los que como María celebran estas fiestas lejos de sus familias y amigos.
Según el último informe del Instituto Nacional de Estadística (INE), en España residen algo más de seis millones y medio de extranjeros, procedentes de más de 190 países. Para ellos, la celebración de estas fechas tan señaladas, lejos de sus países de origen, se tiñe de una mezcla de nostalgia y esperanza.
Volver a casa por Navidad, un sueño para muchos
Kwame Addo llegó hace dos años en cayuco desde su Ghana natal en busca de una vida mejor. Hoy vive en Barcelona y aunque tiene trabajo, no puede permitirse "el lujo" de volver a casa en estas fechas. Esta va a ser su tercera Navidad aquí, pero este ayudante de cocina aún se siente "muy solo": "Sobre todo cuando veo a las familias reunidas en el restaurante en fechas tan especiales".
“ Mi deseo de Navidad va a ser volver a casa el año que viene y celebrarlo con mi familia“
A sus 35 años, recuerda que "la Navidad en Ghana es una celebración muy grande". Coincide con la temporada de cosecha del cacao, uno de los principales productos de exportación de Ghana, y eso hace que la celebración sea doble.
Uno de los momentos más especiales para este ghanés era cuando decoraba su casa con sus hermanas: "También íbamos a misa y siempre había chicos cantando villancicos".
Este año reconoce que va a intentar recrear "algunos platos típicos, pero no es lo mismo". Allí se reunía toda la familia y comían "platos como la sopa okra y el fufu", un puré hecho a base de tubérculos. "Pasábamos días enteros cocinando y bailando", rememora con ojos vidriosos.
Nunca pensó que una de las cosas más complicadas para él lejos de casa serían las Navidades. "Este año mi deseo de Navidad va a ser volver a casa el año que viene y celebrarlo con mi familia", sentencia.
Ante la soledad de muchos, numerosas asociaciones y organizaciones sociales trabajan para ofrecer apoyo a los inmigrantes durante todo el año, y especialmente en fechas señaladas como la Navidad. "La Navidad es una oportunidad para mostrar nuestra solidaridad con las personas más vulnerables", afirma Elena, voluntaria de una asociación de ayuda a los inmigrantes en Madrid.
La religión también desempeña un papel fundamental en la vida de muchos inmigrantes en estas fechas. Las iglesias organizan celebraciones y actos solidarios, ofreciendo un espacio de encuentro y apoyo a sus comunidades.
"El corazón partido" pese al paso de los años
Maribí del Valle y Edgar Chacón tienen "el corazón partido" desde que dejaron Venezuela hace seis años y en estas fechas más si cabe. Este matrimonio con cuatro hijos reconoce que las Navidades eran bastante más duras los primeros años, pero siguen añorando "aquellos tiempos".
"La celebración de Navidad es del cielo a la tierra en comparación con Venezuela", detalla Edgar. El clima estable de Venezuela les permitía celebrar estas fechas en la calle: "Nos reuníamos en casa de mi padre, pero salíamos a la calle con los vecinos, hacíamos la cena de fin de año y celebrábamos", recuerda.
Esas reuniones son las que más echa en falta Edgar. En Venezuela dejó a sus ocho hermanos y a su madre y "particularmente ahora" se pone sentimental, empieza a recordar y pensar que "mientras todos se reúnen alrededor de su madre", él no va a poder.
Los fuegos artificiales eran otra de sus pasiones en esta época y es algo que, como lo anterior, aquí no ha podido hacer. Viven en Cantimpalos, un pequeño pueblo en la Segovia, y todos estos años han buscado "la manera de adaptarse", pero reconocen que "media vida allá no es posible borrarla de la mente".
Y aunque en estas fechas les gustaría volver a su tierra y estar con los suyos, su casa ya está aquí. Enfermeros de profesión dejaron su país atrás ante la imposibilidad de mantener una economía estable. "Tratamos en nuestro país de poder sobrevivir a esa economía inestable y no fue posible", cuenta ahora Maribí.
"En Venezuela no veíamos futuro, antes de marcharnos pensábamos que en el futuro la economía se estabilizaría, pero fíjate, ya tenemos seis años aquí en España y Venezuela sigue igual o peor", explica la mujer, que reconoce que la decisión de marcharse ha sido la adecuada.
Por eso, Maribí y Edgar hacen "lo imposible por pasar las Navidades todos juntos". Ahora aquí viven ellos seis más la mujer de uno de sus hijos y sus dos nietos: "Cada vez que nos reunimos, nos reunimos todos y tratamos de estrechar y fortalecer los lazos familiares", sentencian.
Kwame y María no tienen esa posibilidad. Miles de kilómetros se interponen entre ellos y sus familias. Con la esperanza puesta en que eso cambie, brindarán este año por reunirse con los suyos en 2025.