Redondo, sobre los centros de crisis: "Ninguna comunidad quiere que sus mujeres sean mujeres de segunda"
- La ministra de Igualdad, Ana Redondo, hace balance sobre la lucha contra la violencia sexual entre otros asuntos
- "Si me preguntaras cual querría que fuera mi legado, sería acabar con la prostitución"
Termina 2024 con una acumulación de inauguraciones de centros de crisis contra la violencia sexual en varias provincias, coincidentes con anuncios de retrasos en su apertura. Y esto en unos meses en los que las noticias sobre agresiones sexuales han tenido una especial visibilidad, desde el caso Alves hasta la reciente sentencia del caso Pelicot o la oleada de testimonios anónimos en redes sociales de mujeres víctimas de violencia sexual tras el caso Errejón.
También son días en los que se cumple el 20 aniversario de la Ley Integral contra la Violencia de Género. Aprovechando la participación de Ana Redondo en el especial elaborado por RTVE.es sobre esa norma y su recorrido, hemos podido hablar con la ministra de Igualdad sobre el balance que hace de otros aspectos y, especialmente, de la lucha contra la violencia sexual.
PREGUNTA. Termina 2024 y prácticamente el año de calendario coincide con su primer año en el puesto. ¿Qué balance hace?
RESPUESTA. Ha habido muchas luces. Yo quiero poner énfasis en lo positivo, porque en este año hemos sacado una ley muy importante adelante, que es la Ley de Paridad y presencia equilibrada. Creo que es una ley que se estudiará dentro de x meses o x años como revolucionaria. Es una ley que nos va a permitir dar un salto cualitativo muy importante en esa igualdad que nos merecemos. No es una ley de cuotas, es una ley anti cuotas. Es una ley que acaba con las cuotas masculinas que hasta hace cuatro días eran del cien por cien. [...] También estoy muy orgullosa de la colaboración institucional. Ha habido un tema que yo me he implicado personalmente y era la apertura de los centros de crisis, de los centros 24 horas. Daros cuenta de que este es un instrumento también de esa red institucional de protección que establece la Ley Integral de libertad sexual. Esta ley lo que nos obliga es a tener centros abiertos y, además, lo hemos conseguido con fondos europeos, que somos el único país. Y esos centros se van a abrir, para que las mujeres víctimas de violencia machista tengan un lugar de acogida, un lugar de acompañamiento, un lugar donde poderse sentirse seguras.
Yo centraría en eso las luces de avances, avances normativos, avances en cuanto al crecimiento de la red de protección, y avances en esa relación, en esa interlocución con las asociaciones y el movimiento asociativo, en movimiento feminista y poner encima de la mesa la agenda feminista. Yo creo que le hemos puesto tanto a nivel nacional como a nivel internacional.
P. Sigamos hablando de los centros de crisis contra la violencia sexual. No se han abierto todos los que se tenían que haber abierto. ¿Qué problema ha habido?
R. Están haciendo un enorme esfuerzo, porque ninguna comunidad autónoma quiere que sus mujeres sean mujeres de segunda, y yo creo que es loable este esfuerzo colectivo para que las mujeres en todo el territorio nacional tengamos la misma protección, las mismas garantías y los mismos recursos. Creo que eso también es un elemento de igualdad, de igualdad territorial.
“Es loable este esfuerzo colectivo para que las mujeres en todo el territorio nacional tengamos la misma protección, las mismas garantías y los mismos recursos“
¿Qué es lo que ha pasado? Ha pasado de todo. Un cambio político en 2023 que no ha sido baladí, porque en muchas Comunidades autónomas, en muchos ayuntamientos entra la extrema derecha a gobernar y sabemos que este no es un elemento prioritario de la extrema derecha. Por lo tanto, ahí hubo un primer momento de dificultad política. [...] Cuando las Comunidades Autónomas se han ido liberando, hemos visto un gran avance y se ha impulsado. A partir de ahí qué es lo que ha ocurrido. Los procedimientos administrativos son garantistas, porque el dinero tiene que ir para donde está destinado y no para otras cosas, esos procedimientos son complejos. Las administraciones muchas veces tienen que licitar y esas licitaciones se quedan desiertas, se tiene que volver a licitar... Ha habido una panoplia de circunstancias muy diversas.
P. ¿Y va a hacer el Ministerio un seguimiento de cómo funcionan estos centros, si esas licitaciones cumplen con los baremos de calidad y con las necesidades de las mujeres que acudan a ellos?
R. Estamos en sintonía permanente con las Comunidades Autónomas. Tenemos un equipo de personas en la Delegación del Gobierno contra la violencia de género que están permanentemente monitorizando esos centros, cómo van, con qué personal cuentan, qué dificultades tienen. En las conferencias sectoriales [...] nos ponemos todos los gobiernos en relación precisamente para tratar los temas que nos preocupan. Efectivamente, esto se va revisando, se va chequeando, se va analizando y seguiremos por supuesto en esa misma línea de cooperación, de cogobernanza y de puesta a disposición del Ministerio, de todo lo que se necesite para que esos centros estén a pleno rendimiento.
P. ¿Está cambiando la conciencia social respecto a la violencia sexual?
R. Yo creo que hay tres elementos… El negacionismo envalentona al machista, le da argumentos, le da fuerza, le permite exteriorizar esa violencia y eso lo estamos viendo a nivel global. Por lo tanto, eso nos preocupa y tenemos que ser conscientes como comunidad, como sociedad, de que eso está avanzando y destruye la democracia, destruye la comunidad, destruye la convivencia. Dos: el tema de las redes sociales. Es verdad que hay una violencia en Internet muy dañina que está llegando directamente a los jóvenes, porque llega al móvil, les llega a su intimidad cuando están en casa y están en su habitación. A lo mejor están viendo porno duro. Me contaba un chaval en una de las reuniones que hemos tenido para analizar este tema que él ya no se excitaba sin tirar del pelo a su novia. [...] Tenemos que ser conscientes y hablar de coeducación, hablar de refuerzo de la educación afectivo-sexual. No puede haber una educación afectivo-sexual a través de la pornografía.
“Tenemos que hablar de coeducación, hablar de refuerzo de la educación afectivo sexual. No puede haber una educación afectivo sexual a través de la pornografía“
[...] Y por último, hay un aspecto que me parece que no debemos dejar escapar. Siempre que hemos evolucionado y se ha dado un paso de gigante hacia la igualdad, [...] ha venido seguido de un retroceso, porque hay una fuerza de regresión que no soporta la igualdad de mujeres y hombres...
P. Un estudio de la Universidad del País Vasco dice que el 30% de universitarios cree que el feminismo no busca la igualdad, sino la superioridad de la mujer sobre el hombre. También podemos hablar de adultos. El mismo presidente Sánchez dijo hace unos meses que tenía amigos que se sentían incómodos y que había retrocedido el "feminismo integrador". Vemos cómo ese feminismo se divide incluso en las manifestaciones. ¿Cómo ha encarado esos retos: la división del feminismo y atraer a los hombres hacia la construcción de la igualdad?
R. Lo primero que tengo que decir es que el presidente Sánchez es un feminista convencido. Es el que me dijo el primer día: Esta Ley de Paridad tiene que salir adelante, tenemos que avanzar en igualdad de oportunidades, tienes todo mi apoyo. Y yo me he sentido en todo momento respaldada y no solo respaldada, sino animada e impulsada y empujada por su feminismo militante. [...] Es verdad que se ha entendido a veces el feminismo como lo contrario al machismo, cuando no tiene nada que ver. Feminismo y machismo no son… los dos platillos de una balanza en absoluto. El machismo es violencia, el machismo es dominación y en la dominación y en la violencia no estamos cómodos ni ellos ni nosotras. En esa relación de sumisión no nos podemos expresar como seres humanos completos. [...] Yo insisto mucho en este mensaje: El feminismo es igualdad. [...]
“ Las redes sociales y el algoritmo nos refuerzan en el prejuicio y nos alejan del diálogo“
Lo que falta muchas veces es formación, es analizar, es empatizar, es hablar. Es lo que estamos haciendo nosotras ahora, es preguntar cómo te sientes, esto crees que es posible, por qué no caminamos juntos. Eso es lo que falta y yo creo que muchas veces sobra el estereotipo, el prejuicio, el enrocarnos en nuestra precomprensión de la realidad con un elemento que en este momento es especialmente negativo. Y es que las redes sociales y el algoritmo nos refuerzan en el prejuicio y nos alejan del diálogo y nos alejan del tender puentes, de la empatía de la comunidad.
P. Me gustaría saber en qué punto está ahora la ley de trata y en qué queda la ley abolicionista después del rechazo que sufrió.
R. Si me preguntaras cuál sería mi legado, mi idea de pasar por el Ministerio... yo diría me encantaría acabar con la prostitución. Es el legado que me gustaría dejar a mis hijas, a mis nietas, a las generaciones futuras. Es verdad que ha habido varios intentos, eran intentos puntuales, simplemente modificar el artículo del Código Penal que lo que hace es reforzar las penas al proxeneta y también al tercero que alquila el espacio para que se ejerza la prostitución, la tercera locativa, y también al consumidor de prostitución. Ese es el paquete de modificación normativa que nos quedamos solas las compañeras del Grupo Parlamentario Socialista en esa defensa. Pero hay que seguir intentándolo, yo creo que es necesario. Sentarnos, ir con más calma, quizás, con más tiempo explicando, escuchando, pero avanzando. Porque la prostitución es el germen de la violencia, es el germen del machismo, es la dominación. Es que el hombre y además el hombre con dinero consigue domeñar, domesticar el cuerpo de la mujer. Yo creo que para una sociedad democrática, una civilización avanzada es intolerable. [...]
Tenemos en cartera la Ley de Trata, que ya ha pasado por una primera lectura del Consejo de Ministros. Lo llevaremos a primeros del año 2025 y de lo que se trata es de avanzar también en alternativas, [...] en dar una alternativa digna económica, de empleo, de integración social a tantas mujeres... Entonces vamos a intentar avanzar en estas dos direcciones. Es difícil, pero yo estoy convencida de que acabaremos el año 2025 con muy buenas noticias, como hemos acabado terminado 2024.