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Kavelashvili toma posesión como presidente de Georgia entre protestas y el rechazo de la oposición

  • Cientos de manifestantes se han congregado a las puertas del Parlamento y han enseñado tarjetas rojas al político
  • Su predecesora, la proeuropea Salomé Zurabishvili, ha abandonado la residencia presidencial y se ha unido a las protestas

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Mijaíl Kavelashvili, nuevo presidente de Georgia en medio de fuertes protestas

Nuevo capítulo en la crisis política de Georgia. Este domingo el exfutbolista y diputado, Mijaíl Kavelashvili, ha tomado posesión como presidente del país, pese a las protestas ciudadanas, que se extienden desde hace dos meses, y al rechazo de la oposición de su predecesora, la proeuropea Salomé Zurabishvili, que no reconoce su victoria.

La jura del cargo, que se ha celebrado de manera breve en la sede del Parlamento georgiano, ha convertido a Kavelashvili, conocido por sus opiniones ultraconservadoras y antioccidentales, en el primero de los seis presidentes del país elegido por un colegio electoral de 300 miembros, en el que no participó la oposición.

En su discurso de investidura, Kavelashvili ha afirmado que "Georgia se enfrenta a una polarización artificial de la sociedad impuesta desde el exterior". "Aprecio a todos los ciudadanos de Georgia, independientemente de sus opiniones políticas. Seré el presidente de todos", ha dicho el nuevo presidente, que ha prometido empeñar todos su esfuerzos para consolidar y unir a la sociedad.

La víspera los partidos opositores Coalición por el Cambio, Georgia Fuerte, Unidad-Movimiento Nacional y Gajaria por Georgia publicaron un comunicado conjunto en el que instaron a la comunidad internacional a no reconocer las elecciones del 26 de octubre, Aseguran se falsificaron los resultados, por lo que piden que se rechace el nombramiento de Kavelashvili —al que consideran parte de una "conspiración" de Moscú— y que se repitan los comicios.

Zurabishvili abandona la residencia presidencial y se une a las protestas

Su predecesora, que no ha abandonado la residencia presidencial hasta poco antes de la investidura, se ha unido a los manifestantes que había a las puertas y ha dicho que sigue siendo la "única presidenta legítima de Georgia".

"Nada a cambiado, esté yo o no en la residencia. Esta residencia presidencial fue un símbolo mientras estuvo en ella un presidente legítimo", ha dicho Salomé Zurabishvili, que ha calificado de "parodia" la ceremonia. "No tenemos miedo a nada, ni siquiera a la cárcel. "Me llevo la legitimidad y la bandera y, lo más importante, vuestra confianza", ha dicho ante los aplausos de los presentes.

Este sábado, cuando miles de personas formaron una cadena humana contra la decisión del Gobierno de aplazar hasta 2028 el comienzo de las negociaciones para la adhesión a la Unión Europea, el alcalde de Tiflis, Kaja Kaladze amenazó a Zurabishvili con medidas legales si no abandonaba la residencia presidencial. "La apropiación de un edificio gubernamental es un delito que se castiga con penas de entre 3 y 15 años de prisión", advirtió el edil.

Tarjetas rojas para el nuevo presidente georgiano

También esta jornada, cientos de opositores se han dirigido hacia la sede del Parlamento, donde han protestado con pitadas y han enseñado tarjetas rojas en alusión al pasado futbolístico de Kavelashvili. Según Constitución georgiana, el presidente ejerce como jefe del Estado, pero sus funciones son meramente representativas, ya que el poder Ejecutivo recae sobre el Gobierno, que es conformado por la mayoría parlamentaria.

 EFE/EPA/DAVID MDZINARISHVILI