Muere la persona más longeva del mundo a los 116 años, la japonesa Tomiko Itooka
- Falleció el 29 de diciembre en la residencia de ancianos en la que vivía desde 2019
- Ahora la persona más anciana del mundo es la monja brasileña Inah Canabarro Lucas, también de 116 años
La persona más longeva del mundo, la japonesa Tomiko Itooka, ha muerto a los 116 años, según ha anunciado este sábado la ciudad de Ashiya, sur de Japón, donde vivía. La señora Itooka, que tenía cuatro hijos y cinco nietos, falleció el 29 de diciembre en la residencia de ancianos en la que vivía desde 2019, ha indicado el alcalde de Ashiya en un comunicado.
Nacida el 23 de mayo de 1908 en Osaka, no lejos de Ashiya, Itooka había sido identificada como la decana de la humanidad tras la muerte en agosto de 2024 de la española María Branyas Morera a los 117 años.
"La señora Itooka nos dio valor y esperanza a lo largo de su larga vida", ha comentado el alcalde de Ashiya, Ryosuke Takashima. "Le damos las gracias por ello", ha añadido.
Ahora la persona más anciana del mundo es la monja brasileña Inah Canabarro Lucas, también de 116 años, que nació 16 días después que Itooka, según el Grupo de Investigación Gerontológica.
Un país de personas centenarias
Nacida en una familia de tres hijos y jugadora de voleibol en su juventud, Itooka vivió guerras, pandemias y revoluciones tecnológicas. En su vejez, era aficionada a los plátanos y al Calpis, una bebida a base de fermentos lácticos muy popular en Japón, según el comunicado de prensa del ayuntamiento.
Japón atraviesa actualmente una crisis demográfica, con una población anciana en aumento y una población activa en retroceso que financia un mayor gasto médico y social.
En septiembre, había más de 95.000 centenarios en Japón, el 88% de ellos mujeres. Casi un tercio de los 124 millones de habitantes del país tienen 65 años o más.
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