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Arranca el juicio contra el expresidente francés Sarkozy por la supuesta financiación electoral del dictador Gadafi

  • El exlíder francés se enfrenta a una condena de diez años de cárcel
  • El abogado de Sarkozy intenta declarar incompetente al tribunal

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Sarkozy, en el juicio por financiación electoral irregular con dinero de Gadafi
El expresidente de Francia, Nicolás Sarkozy, a su llegada al tribunal de París que juzga la financiación de su campaña de 2007. Thibaud MORITZ / AFP

El expresidente francés Nicolás Sarkozy se ha presentado este lunes ante un tribunal para ser juzgado por la presunta financiación irregular de la campaña electoral de 2007 con dinero del régimen libio de Muamar el Gadafi.

En este proceso, que va a prolongarse hasta el 10 de abril, el que fuera presidente francés entre 2007 y 2012 está acusado de delitos que acumulan hasta 10 años de cárcel y multas de hasta 375.000 euros. Otros 12 hombres están involucrados en el caso.

Según la Fiscalía, cuando Sarkozy viajó a Libia el 6 de octubre de 2005 (era ministro del Interior), hizo un "pacto de corrupción" con Gadafi. El Ministerio Público ha afirmado que el dictador prometió financiar la campaña del político a las presidenciales de 2007. Tras esa campaña, el político conservador accedió al Elíseo, sede de la Presidencia de la República francesa.

A cambio de eso, los investigadores consideran que, una vez en el poder, Sarkozy se habría comprometido a sacar al régimen libio del aislamiento internacional. El país norteafricano intentaba restablecer relaciones por aquel entonces tras ser acusado durante años por Occidente de estar implicado en acciones terroristas y por la represión interna a la oposición.

Sarkozy se ha presentado ante el Tribunal Correccional de París sin hacer declaraciones ante la prensa. Sí ha sido visto, antes de que comenzara la audiencia, hablando en la sala de la corte con varios abogados y con los otros tres de los principales encausados, los exministros Claude Guéant, Brice Hortefeux y Éric Woerth, así como con su hermano Guillaume.

En el breve interrogatorio de la presidenta del juzgado, Nathalie Gavarino, han faltado algunos de los sospechosos: algunos no acudieron, hay uno al que se le considera muerto y otro está en el Líbano, en busca y captura.

Estrategia de defensa

El abogado de Sarkozy, Jean-Michel Darrois, se ha esforzado en subrayar, durante la primera audiencia de este proceso, que las alegaciones contra Sarkozy las tendría que examinar el Tribunal de Justicia de la República, que es el competente para juzgar a los miembros de Gobierno por hechos relativos al ejercicio de sus cargos.

Darrois ha señalado que la acusación de corrupción pasiva que pesa sobre su cliente solo se puede contemplar porque era capaz de dar una contraprestación al régimen de Gadafi a cambio del dinero que supuestamente le dio para la campaña presidencial de 2007 gracias al cargo público que tenía.

Es decir, que en caso de haber cometido ese delito (algo que niega) eso ocurrió en relación con las que eran sus funciones oficiales. Si se aceptara su recurso, eso justificaría la anulación de este juicio, que en principio debe prolongarse hasta el 10 de abril.

El cargo de acusación pasiva, que es uno por los cuatro por los que está encausado Sarkozy, deriva en primer lugar de la visita que hizo a Libia el 6 de octubre de 2005, cuando era ministro del Interior, durante la que fue recibido por Gadafi.

Sarkozy ha hecho repetidos gestos de desaprobación con la cabeza durante la intervención del representante de la Fiscalía, sobre todo cuando se ha usado la expresión de "pacto de corrupción" con Gadafi, e incluso se ha quejado de palabra, lo que ha dado lugar a la intervención de la presidenta del tribunal. También ha pedido que el Tribunal Correccional de París se declare incompetente otro de los 13 encausados, el exministro Brice Hortefeux, con argumentos muy similares.

Los cuatro jueces deberían decidir más adelante sobre este y otros recursos de procedimiento que se están examinando en esta primera parte del juicio y que en realidad tienen pocas posibilidades de prosperar.

Condenado en dos ocasiones

El expresidente conservador ha sido condenado ya en dos ocasiones, y una de ellas tiene carácter definitivo, después del dictamen hace un mes del Tribunal Supremo, con una pena firme de un año de cárcel por un caso de corrupción y tráfico de influencias, que podrá cumplir en arresto domiciliario con un brazalete electrónico.

Además, Sarkozy ha sido sentenciado en primera instancia por la financiación irregular de su fallida campaña electoral presidencial de 2012 (perdió frente al socialista François Hollande), a una pena de un año de cárcel, la mitad exenta de cumplimiento y la otra mitad en arresto domiciliario.