El Ministerio de Cultura adquiere la Casa Gomis en El Prat de Barcelona por 7,2 millones

• La villa está situada en el paraje natural de La Ricarda, un espacio que se vio amenazado por los planes de ampliación de El Prat
• El ministro Urtasun afirma que el Gobierno, la Generalitat y El Prat colaborarán en "la gestión y definición" del proyecto

Casa Gomis en El Prat de Llobregat, obra del arquitecto Antoni Bonet

El Ministerio de Cultura ha comprado la Casa Gomis de El Prat de Llobregat (Barcelona), ubicada en pleno espacio natural de La Ricarda, en las inmediaciones del aeropuerto, para convertirla en un centro cultural público.

Así lo ha anunciado el ministro de Cultura, Ernest Urtasun, desde este enclave, junto a la consellera de Cultura de la Generalitat, Sònia Hernàndez, y el alcalde de El Prat, Lluís Mijoler. "Esto hoy pasa a ser de la ciudadanía, de la Administración, para su conservación, para visitas, para ser un centro cultural 100% público y para su investigación, por el grandísimo valor que tiene", ha añadido.

Durante su intervención, Urtasun ha revelado que ha sido adquirida con fondos del Ministerio de 2024, a finales del año pasado, por un importe de 7.249.077,26 euros, pese a que la compra se ha hecho pública este martes desde el propio recinto.

La casa ha sido adquirida con fondos del Ministerio de 2024, y Urtasun ha agradecido los esfuerzos de la familia por conservar este espacio durante 60 años y ha mencionado que "la gestión y definición del proyecto" de la Casa Gomis lo harán conjuntamente el Gobierno, la Generalitat y el Ayuntamiento de El Prat.

Urtasun también ha señalado que la Casa Gomis es un espacio "imprescindible" para hacer un ejercicio de interpretación de cómo la cultura se relaciona con el medio ambiente y el cambio climático, ya que se encuentra en La Ricarda, que tiene la máxima protección ambiental europea.

Además, ha recordado que Barcelona será Capital Mundial de la Arquitectura en 2026 y que próximamente acogerá el Congreso Internacional de la Arquitectura, y que el objetivo es que "esta casa pueda también jugar un papel fundamental" en estas celebraciones.

La hipotética ampliación de El Prat

La finca donde se halla la casa podría verse afectada por una posible ampliación de la tercera pista del aeropuerto de Barcelona, que rechazan las organizaciones ecologistas y partidos como Catalunya en Comú, al que pertenece el ministro, al tratarse de una zona protegida.

Preguntado por cómo la compra de esta casa puede interferir en este asunto, se ha limitado a expresar que su Ministerio tiene como objetivo la preservación del patrimonio. "Las tres Administraciones estamos haciendo un ejercicio de preservación de patrimonio, sobre la ampliación del aeropuerto esto ya es otro debate", ha asegurado.

Un patrimonio que pasa a manos públicas

Por su parte, la consellera de Cultura ha celebrado esta adquisición, ya que tiene "un valor importantísimo e incuestionable", y ya estaba declarada como Bien Cultural de Interés Nacional (BCIN) en 2021, y valora positivamente que se incremente este patrimonio.

El alcalde de El Prat, Lluís Mijoler, ha destacado la importancia de esta adquisición para dar a conocer "una joya como esta", así como también poner en valor el entorno natural en el que se encuentra, y ve fundamental que se una cultura y conocimiento del medio ambiente a través de este espacio.

Una de las representantes de la familia que poseía este espacio hasta ahora, Inés Gomis, ha agradecido al Ministerio "hacer posible este sueño que tenía la familia" y asegura que se lo han puesto muy fácil, y también ha agradecido la implicación de la Generalitat y el Ayuntamiento.

La casa se convierte en un centro cultural

Hasta ahora la casa se podía visitar de manera puntual y recientemente ha sido una de las sedes del Manifesta 15, la bienal europea de arte nómada. Después de esta compra, el espacio se convertirá en un centro cultural donde se celebrarán encuentros y visitas guiadas, entre otras actividades.

La Casa Gomis fue un proyecto del arquitecto barcelonés Antoni Bonet Castellana para el matrimonio formado por Ricardo Gomis e Inés Bertrand entre 1949 y 1956 y fue construida entre 1957 y 1963, y representa "un ejemplo casi único de vivienda de la alta burguesía catalana de mediados del siglo XX".

La vivienda incorpora espacios para la vida cotidiana de la familia y del personal de servicio, junto con otros de uso polivalente para llevar a cabo reuniones o pequeños actos culturales, y la casa fue uno de los lugares de encuentro de la cultura barcelonesa durante los años 60.