La ultraderecha invita a los conservadores a negociar una coalición en Austria al recibir el encargo de formar Gobierno
- El presidente ha encargado formar Gobierno al partido de extrema derecha FPÖ, de Herbert Kickl
- El fin de semana fracasaron las negociaciones entre conservadores, socialdemócratas y liberales
El líder del partido ultraderechista FPÖ, Herbert Kickl, ha invitado al hasta ahora gobernante Partido Popular (ÖVP, centroderecha) a negociar una coalición bajo el lema "gobernar de forma honesta" lo que supone un primer paso para convertirse en el próximo canciller federal de Austria. El presidente austriaco, el progresista Alexander Van der Bellen, ha encargado al grupo formar Gobierno tras su victoria en las últimas elecciones y después del fracaso de las negociaciones entre conservadores, socialdemócratas y liberales para esquivar un Ejecutivo liderado por la extrema derecha.
"No debe haber jueguecitos, ni trucos, ni sabotajes. Se necesita un socio unido, homogéneo y estable, que defienda posiciones unidas. Si esto no se da, entonces no funcionará y tendremos nuevas elecciones", ha afirmado Kickl, cuyo partido en los sondeos ronda ya el 35%, muy por delante de sus rivales. "Creo que podemos gobernar con diligencia y valor, tal y como se lo espera la gente de nosotros", ha firmado el líder ultraderechista.
Kickl ha lamentado, sin embargo, que se han "perdido tres meses" desde que su partido ganó las elecciones generales en septiembre, en las que cosechó el 28,8% de los votos.
Acusa al Gobierno de "conducir al país al desastre"
Por otro lado, el líder del FPÖ ha acusado al gobierno, formado por el ÖVP y los ecologistas de Los verdes, de haber "conducido al país al desastre, no solo en lo presupuestario". Hacía referencia así a la necesidad de consolidar el presupuesto público debido a un déficit acumulado de entre 18.000 y 24.000 millones de euros, que podría acabar en un expediente de la Comisión Europea, algo que la formación de Kickl rechaza.
"Austria no sólo se enfrenta a un gran déficit presupuestario, sino que los demás partidos se han jugado gran parte de su confianza. Por eso tengo un objetivo sencillo: gobernar Austria con honradez", ha dicho el líder del FPÖ. Para ello, el partido, ha continuado, "necesita un socio que tenga objetivos similares a los nuestros, un socio al que podamos creer y en el que podamos confiar".
Las negociaciones entre el ÖVP, el Partido Socialdemócrata (SPÖ) y los liberales de Neos para formar una coalición que alejara al FPÖ del poder fracasaron durante el fin de semana por los desacuerdos entre los partidos sobre cómo consolidar las cuentas públicas del país. El hasta ahora canciller y líder del ÖVP, Karl Nehammer, anunció el sábado su dimisión, lo que llevó al partido conservador a cambiar de postura y abrirse a una negociación con los ultraderechistas.
Durante las conversaciones, mientras el SPÖ reclamaba una mayor participación de las empresas y de los sectores más adinerados de la sociedad en los ahorros del país, los democristianos y liberales insistieron más en incentivos económicos para impulsar la economía del país, que se encuentra en recesión desde hace dos años.
El ÖVP ha acusado en un comunicado al líder socialdemócrata, Andreas Babler, de ser responsable de haber "abierto la puerta" a la cancillería federal para Kickl, por su intransigencia en temas que ha calificado de "viejos dogmas de izquierdas".
Los dos partidos conservadores tienen grandes diferencias
El líder del FPÖ ha anunciado que presentará este lunes a la directiva de su partido la propuesta de entablar conversaciones con el ÖVP bajo el nuevo líder, el hasta ahora secretario general del partido, Christian Stocker. Con ese visto bueno, Kickl iniciaría en los próximos días las negociaciones en pequeños grupos de trabajo, de cuyo contenido y avances irá informando al presidente federal y a la ciudadanía.
"Nuestra mano está tendida al nuevo líder del ÖVP y eso no es fácil, pero es honesto. También es profesional, ya que aquí no hay lugar para susceptibilidades personales", ha declarado. "Pero esta mano tendida va de la mano de la honestidad y confianza recíprocas. Una negociación honesta precede a una gobernanza honesta", ha añadido.
Pese a tener grandes coincidencias en política económica y migratoria, los dos partidos conservadores austríacos tienen grandes diferencias en política europea, exterior y de seguridad. El FPÖ es un partido eurocrítico, con tendencias prorrusas y que rechaza una mayor cooperación de la neutral Austria con la OTAN, mientras que el ÖVP se considera profundamente europeísta y tiene posiciones más moderadas, en general, que la ultraderecha.