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Objetivo combatir la miopía: un tratamiento pionero busca ralentizar esta afección en los más pequeños

  • Cada vez más niños acuden a consulta con problemas visuales y de manera más temprana
  • Un ensayo clínico pionero combina un colirio y unas lentes especiales para frenar la miopía

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Un tratamiento pionero del Hospital Clínico de Madrid trabaja para ralentizar la miopía en los niños

Desde el teléfono móvil, el portátil hasta las consolas, podemos pasarnos horas frente a una pantalla sin siquiera darnos cuenta del impacto que esto puede tener en nuestra salud visual. Y es que uno de los problemas más comunes relacionados con el uso excesivo de dispositivos electrónicos es el desarrollo de miopía, que los expertos ya conocen como la "epidemia del siglo XXI". Incluso, la Organización Mundial de la Salud (OMS) pone cifras y estima que entre un 40% y un 52% de la población mundial será miope en 2050.

"La miopía ocurre cuando el ojo crece más de lo normal y las imágenes, en vez de enfocarse en la parte posterior, o retina, se enfocan delante de ella", explica Rosario Gómez de Liaño, profesora de Oftalmología en la Universidad Complutense de Madrid. Como consecuencia, la persona miope, aunque es capaz de enfocar objetos que están cerca, tiene dificultades para poder hacerlo de lejos. Una condición que, si bien es normal que se desarrolle durante la infancia y adolescencia, cada vez lo está haciendo en edades más tempranas.

"Notamos en las clínicas que cada vez acuden más niños con problemas visuales y de manera más temprana, en torno a los 5 o 6 años", explica a TVE, la oftalmóloga en la Clínica Martínez de Carneros, Paloma Casado de Carneros. En su desarrollo influyen aspectos genéticos, como tener padres miopes, aunque también factores medioambientales relacionados con el estilo de vida.

El uso excesivo de pantallas y la miopía

Se ha demostrado que permanecer mucho tiempo viendo pantallas, móviles o dispositivos empeora e influye en que se desarrolle esta afección que si pasamos más tiempo al aire libre y con la luz solar. Cada vez más, los más jóvenes se pasan largas horas enfocando la vista en una pantalla a una distancia cercana. Esto causa una fatiga ocular constante y un esfuerzo excesivo de los músculos oculares para poder mantener la visión clara.

"Con el tiempo, ese esfuerzo continuo puede provocar cambios en la forma del globo ocular, favoreciendo el desarrollo de la miopía", comenta la oftalmóloga Gómez de Liaño. En España, casi el 20% de los niños entre 5 y 7 años es miope, una prevalencia que, según las estimaciones, podría llegar al 30% en el 2030.

La pandemia y el aislamiento provocó que los más jóvenes se volcarán en la tecnología, disminuyendo las actividades en el exterior. "Nos sumergen más en nuestro mundo interior sin tener en cuenta nuestro entorno. [...] Recuerdo que tuvimos a mucha gente que se descompensó en ese periodo".

No ver bien la pizarra, las matrículas de los coches o los carteles de la calle de enfrente, son algunos de los ejemplos que pueden alertar de que el menor está teniendo problemas de visión. "Estos niños, con frecuencia, se acercan mucho al hacer sus trabajos, sus lecturas y sus tareas". En ese sentido, los expertos resaltan la importancia de mantener revisiones periódicas, así como poner límites en el uso que se hace de estos dispositivos.

Atropina, uno de los tratamientos más eficaces

Tratar la miopía a tiempo puede hacer, según destacan ambas oftalmólogas, que se eviten complicaciones futuras derivadas de una miopía más severa. "Por cada dioptría de más existe más riesgo de desprendimiento de retina, de glaucomas o de cataratas. Además, de que aumenta el estrabismo, aunque no se comente tanto".

Hasta hace no mucho, la única solución disponible para este defecto refractivo era la prescripción de gafas para mejorar la agudeza visual. Sin embargo, en los últimos años, la opción terapéutica más extendida ha pasado a ser la aplicación de pequeñas dosis de la atropina. Un colirio que lleva años utilizándose para dilatar las pupilas durante los exámenes oculares, pero que se ha demostrado que puede ralentizar la miopía.

"Se le pone a bajas dosis para que el niño dilate la pupila y trabaje menos la visión de cerca", explica a TVE el catedrático en oftalmología de la Universidad de Sevilla, Antonio Piñero. Al dilatarlas, estas gotas pueden ayudar a relajar los músculos oculares y aliviar los problemas de visión.

Un ensayo clínico pionero

Sin embargo, un grupo de especialistas de la unidad de Oftalmología Pediátrica y Motilidad Ocular del hospital público madrileño Clínico San Carlos han querido ir un paso más allá. Han desarrollado un ensayo clínico con niños entre 4 y 16 años, y hasta 6 dioptrías, que combina gafas terapéuticas especiales con atropina diluida. El objetivo es comprobar si son más eficaces frente al uso de lentes convencionales con las dosis de atropina diluida.

Según los resultados preliminares, el tratamiento ha demostrado que reduce la progresión de la miopía en niños y adolescentes. El estudio combina atropina diluida al 0,025% con el uso de gafas con lentes oftálmicas de tecnología DIMS. Estas lentes permiten mantener una visión nítida en el centro de la lente y un desenfoque periférico que controla la progresión de la miopía, evitando el alargamiento axial del ojo (longitud entre la retina y el fondo del ojo).

"Hemos observado que la miopía no les avanza en cuanto a longitud axial. Incluso, hay niños a los que no les progresa la longitud del ojo en doce meses", señala la oftalmóloga del Hospital Clínico San Carlos de Madrid, Noemí Güemes.

La miopía, en alza en los jóvenes: cada vez más adolescentes la padecen

Gómez de Liaño, que también ha participado en el ensayo, añade que el objetivo es ofrecerlo como alternativa en la Sanidad Pública. "Cuánto más tarde se inicie la miopía, menos va a tener. Se pueden empezar con tratamientos antes de que la miopía comience". Pero para ello, según subraya, es importante acudir a las revisiones periódicas.

Consejos para prevenir la miopía

Investigaciones señalan que la poca exposición al sol favorece el aumento o la aparición de miopía. "Siempre decimos que lo más importante es la vida exterior. Hay que fomentar que los niños jueguen en el exterior y que el ser humano salga", añade Gómez de Liaño. La luz natural estimula la liberación de la dopamina, un neurotransmisor que contribuye a bloquear el crecimiento axial del globo ocular.

Sin embargo, las pantallas han llegado para quedarse, por lo que los especialistas ponen el foco también en los cambios en el estilo de vida y nuestros hábitos.

"Debemos mantener una distancia de trabajo apropiada (leer a más de 40 centímetros de distancia), disminuir en la medida de lo posible el abuso de pantallas, especialmente con poca luz, y acudir a revisiones médicas periódicas", añade

La optometrista de la Clínica Martínez de los Carneros, María Casado, recuerda también a TVE la Regla 30-30-30 para evitar la fatiga visual. "Cada 30 minutos deberíamos de hacer descansos visuales de 30 segundos y mirar por la ventana a una distancia mayor de 10 metros para que el ojo no esté enfocando siempre a la misma distancia".

Un ejercicio muy sencillo que ayuda a descansar la acomodación y que es recomendable para todo el mundo.