Un mes de la caída de Bachar al Asad en Siria: incertidumbre para las minorías y Turquía el "gran beneficiado"
- Ankara advierte que lanzará una operación militar en Siria si las milicias kurdas no se disuelven
- El Gobierno de transición creará un "comité preparatorio" con representación de todos los componentes de la sociedad
Este miércoles se cumple un mes de la caída de Bachar al Asad en Siria. Los primeros pasos hacia la transición han comenzado a darse en un país pendiente de pacificarse tras una década de enfrentamientos, y cuyo Gobierno en funciones debe instaurar su ley en todo el territorio, pero el futuro del país árabe es aún una incógnita. La caída de Al Asad ha supuesto un cambio sustancial en la política del país y en las relaciones con las naciones de su entorno.
"Turquía es el gran beneficiado de la caída de Al Asad, ya que así extiende su poder hacia Siria", explica Ignacio Álvarez-Ossorio, catedrático de Estudios Árabes e Islámicos en la Universidad Complutense de Madrid, en Las Mañanas de RNE con Josep Cuní.
El catedrático ha recordado que "Catar ha sido el primer país que ha enviado un avión para reinaugurar el aeropuerto de Damasco, Arabia Saudí ha mandado ayuda humanitaria y pretende recuperar su cuota de poder y no olvidemos tampoco que Estados Unidos permanece apoyando a los grupos kurdos y pretende establecer un Estado confederal".
Todavía hay muchas incógnitas, aunque ha constituido un gobierno interino dominado por el grupo islamista Hayat Tahrir al Sham (HTS), heredero de la exfilial de Al Qaeda en el país árabe, pero quedan bastantes incógnitas de hacia dónde va el país. El líder de facto del país, Ahmed al Sharaa, insiste en que Siria "ha cambiado" tras la caída del régimen.
"No parece que vaya a establecerse en el corto plazo una democracia en Siria, tal y como pretendían quienes se alzaron contra la dinastía hace 14 años y Al Shara está intentando monopolizar el poder", matiza Álvarez Ossorio.
El líder está intentando que los cargos más relevantes, tanto desde el punto de vista gubernamental como administrativo, se queden en manos de su partido islamista, lo cual le enfrenta con los grupos opositores.
Los kurdos, enemigos de Erdogan
El gran juego regional sigue en pie porque hay muchos países con intereses. En esta nueva etapa los kurdos son los grandes protagonistas. Sus milicias fueron imprescindibles para la caída del régimen, pero a la vez son enemigos de Recep Tayyip Erdogan y Turquía quiere ser no solo mentor, sino también director de ese giro en Siria. "Sin duda, el gran beneficiado de la caída de Bashar al Asad es Turquía, que extiende su poder hacia Siria", ha analizado el catedrático.
Turquía está decidida a lanzar una operación militar en Siria si las nuevas autoridades de Damasco no fuerzan la disolución de las milicias kurdas YPG, ha advertido este martes el ministro de Exteriores turco, Hakan Fidan. Ankara considera a las YPG, que dominan grandes regiones del noreste de Siria, una mera rama del proscrito Partido de Trabajadores de Kurdistán (PKK), la guerrilla kurda de Turquía, y ha subrayado que no deben participar en el proceso de transición. "La nueva administración de Siria debe dar pasos para ocuparse de este asunto. Las conversaciones siguen; tomará un tiempo, es un proceso", ha dicho el ministro en una entrevista exclusiva con la cadena turca CNNTürk.
Pero si las YPG rechazan disolverse, "es evidente que están jugando para ganar tiempo", ha agregado el ministro. "Hemos dado un ultimátum a las YPG: si quieren evitar una operación militar, estas son las condiciones: los combatientes llegados de otros países y los dirigentes del PKK deben abandonar el país. Ellos saben quiénes son, tenemos los nombres", ha asegurado Fidan. "Una vez que hayan dejado las armas, deben integrarse en el nuevo sistema; debe ser un proceso sin derramamiento de sangre. Los kurdos que no sean del PKK deben participar en la vida normal sin temer por su vida ni sus bienes, y la nueva Administración nos ha dado garantías al respecto", ha explicado el ministro.
"No olvidemos tampoco que Estados Unidos permanece apoyando a los grupos kurdos y pretende establecer un Estado confederal. Efectivamente, es muy difícil que todas esas piezas encajen", dice el catedrático de Estudios Árabes e Islámicos en la UCM.
Además, hay otros países que no quieren quedarse relegados. Es el caso de Arabia Saudí, que también ha mandado ayuda humanitaria y que pretende recuperar su cuota de poder. "Qatar ha sido el primer país que ha enviado un avión para inaugurar el aeropuerto de Damasco y está claro que lo que pretende el gobierno actual es garantizar la unidad territorial del territorio en contra de algunos países como Israel", analiza Álvarez-Ossorio.
Un gobierno inclusivo
El nuevo Gobierno de transición sirio creará un "comité preparatorio" con representación de todos los componentes de la sociedad antes de celebrar la esperada Conferencia de Diálogo Nacional para diseñar las líneas generales del futuro del país, que estaba prevista para principios de este mes de enero. Durante una visita a Jordania, el ministro de Exteriores sirio, Asad al Shaibani, ha dicho que las nuevas autoridades están "esperando" a la creación de este comité "que acoja la representación global de Siria de todos los componentes y provincias".
"Será un primer cimiento para establecer la identidad política de Siria del futuro", ha indicado el nuevo jefe de la diplomacia de Siria, que aseguró que el nuevo Gobierno ve la diversidad del país "como una fuente de fuerza para construir un Estado unido", y no "como un problema". La nueva administración siria, dominada por HTS, anunciaron su intención de celebrar un diálogo nacional poco después del derrocamiento de Al Asad, y en un principio iba a tener lugar a principios de este mes de enero.
Los expertos consideran clave que el gobierno de transición sea un Ejecutivo inclusivo. Un tercio del país no es árabe musulmán y hay muchísimos grupos, tanto étnicos como los kurdos, como confesionales, que no pueden ser relegados a un segundo plano y, por lo tanto, es indispensable que el gobierno respete a las minorías.
"Se han lanzado varios mensajes en esa dirección. El nuevo dirigente se ha reunido prácticamente con todos los líderes espirituales, desde los cristianos hasta los drusos y los alauíes, para tranquilizarles y lanzarles el mensaje de que no habrá persecución en función de la etnia", añade el catedrático en RNE.
"Está por ver - asevera - que todos esos mensajes se traduzcan en hechos en la nueva Siria que se pretende crear. Pero también está claro que la comunidad internacional tiene el foco puesto, tiene muchas preocupaciones por lo que pueda ocurrir, y el nuevo Gobierno no quiere cometer errores, porque si comete errores probablemente no verá como se levanta las sanciones, que es un elemento clave para que el país vaya recuperándose de la situación catastrófica en que se encuentra".
68.000 presos en cárceles de Al Asad
Por otra parte, una destacada ONG siria ha asegurado este miércoles haber documentado la muerte de 68.025 personas en las cárceles del régimen de Al Asad desde 2011, cerca de una tercera parte de ellas tras el derrocamiento de su régimen. El Observatorio Sirio de Derechos Humanos ha afirmado además en un comunicado que "de las 19.172 personas cuyas muertes bajo tortura física y psicológica han sido documentadas después de la caída del régimen el 8 de diciembre, hay 120 mujeres".
"Con eso, el número de martirizados [muertos] en las cárceles del régimen desde el inicio de la revolución siria [en 2011] asciende a más de 68.025 civiles", ha agregado la nota de la ONG, con sede en el Reino Unido, pero que cuenta con una amplia red de colaboradores sobre el terreno. Indican que del total, "349 son menores de 18 años de edad, y 188 son mujeres". Los documentados forman parte de "las más de 105.000 personas que el Observatorio ha sabido que han perdido la vida en los centros de detención, el 83% de ellas fueron liquidadas, asesinadas y murieron dentro de estos centros entre mayo de 2013 y octubre de 2015".