La vuelta al cole tras las Navidades y el reto de recuperar la rutina: "Los primeros días siempre son un poco difíciles"
- Muchas comunidades autónomas como Aragón, Galicia o Madrid vuelven a las aulas este miércoles
- En otras como Castilla y León, el retorno de los niños se hará el jueves
Las luces navideñas se apagan, los villancicos se desvanecen y los regalos empiezan a perder el protagonismo que han adquirido en el día a día de muchos estas fiestas. La magia de la Navidad deja paso a una nueva realidad: la vuelta al colegio y con ella, el regreso a la rutina.
En muchas comunidades autónomas, como en Aragón, Galicia o Madrid, los niños vuelven a clase este miércoles, en Castilla y León esperarán a este jueves. La vuelta a clase tras un parón de casi tres semanas supone para muchos niños un choque emocional y organizativo. Y es que, tras semanas de horarios flexibles, noches interminables y una sensación de libertad casi absoluta, retomar la rutina escolar puede ser un desafío.
Laura, madre de dos niños en edad escolar, confiesa sentir una mezcla de alivio y preocupación en estas fechas: "Por un lado, estoy contenta de que vuelvan a tener una rutina y que se relacionen con sus amigos, pero, por otro lado, sé que les cuesta adaptarse". Recuerda el año pasado que su hijo pequeño se quedó llorando a las puertas del colegio, pero no solo eso: "Se levantaba de malhumor y le costaba mucho volver a la rutina, es como si tuviese que aprender otra vez".
El síndrome posvacacional en los más pequeños
Las pausas prolongadas, como las vacaciones de Navidad, pueden ser muy beneficiosas porque los niños aprovechan para descansar, jugar o fortalecer los vínculos familiares, pero pueden llegar a ser perjudiciales si se elimina completamente la rutina. "Hay rutinas que son importantes para los niños, para que sepan anticipar y sepan que hay también un orden en sus vidas", detalla la vocal del Colegio Oficial de la Psicología de Madrid, Mercedes Bermejo.
La psicóloga experta en infancia reconoce que a veces las pausas "son demasiado desestructuradas, donde los niños hay veces que pueden perder estos hábitos básicos como puede ser el sueño, la alimentación y actividades cotidianas y la vuelta a la rutina puede ser mucho más complicada".
El síndrome posvacacional no es exclusivo de los adultos. Los menores también experimentan cambios de humor, irritabilidad y dificultades para concentrarse tras un periodo de descanso prolongado. "Hay niños y niñas a los que también les puede costar la vuelta a la rutina", reconoce Bermejo. "Puede ser un periodo estresante y desmotivador, sobre todo si ha habido una época de vacaciones en el que han tenido mucha libertad o mucha flexibilidad", añade.
En esos casos puede haber una resistencia a la vuelta a la rutina y al colegio después de las Navidades, "por todo lo que implica: los horarios estrictos, deberes, responsabilidades", incide Bermejo. Y ahí es imprescindible facilitar esta transición. Según Bermejo, hay que ayudarles a que esta adaptación sea progresiva y temporal. También es importante establecer una rutina gradual, fomentar la comunicación y ofrecer un entorno tranquilo y organizado en casa puede marcar la diferencia.
"Los primeros días siempre son un poco difíciles", reconoce a RTVE.es María, madre de una niña de seis años. Aun así, para ella es un "alivio" que terminen las vacaciones: "Conciliar es una odisea". Pero reconoce su suerte, su marido y ella tienen todavía a sus padres: "Tiras de los abuelos, gestionas los días libres para que haya siempre alguien en casa, pero aun así no es nada fácil: son dos semanas y media de vacaciones y fechas muy complicadas".
La conciliación familiar: un desafío constante
Con días, semanas e incluso algún mes de antelación, muchos padres empiezan a intentar encajar el puzzle que supone combinar su vida laboral con el cuidado a tiempo completo de sus hijos en Navidad. "Las familias afrontan las vacaciones escolares con terror porque no pueden asumirlas y es triste que estemos en esta situación, donde la crianza del futuro de la sociedad no se prioriza, sobre todo cuando la natalidad en España cae y cae", reconoce a RTVE.es la fundadora de Malasmadres, Laura Baena.
"Lo que hacemos es 'sobrevivir' como podemos, con nuestros propios recursos", insiste Baena, conocedora de que la conciliación aparece en estas fechas disfrazada de días de vacaciones, guarderías o los abuelos. Conciliar "en España es un privilegio pagado y reflejo de ello son los malabares que hay que hacer cuando los colegios están cerrados. Que los dos únicos pilares de la conciliación a día de hoy sigan siendo las abuelas y las escuelas clama al cielo", lamenta la emprendedora.
Pero la conciliación no destaca solo en vacaciones, la vuelta al colegio también supone un reto para los padres. Conciliar la vida laboral con las nuevas rutinas escolares de los hijos puede resultar abrumador. "Es una carrera contrarreloj constante", comenta Carlos, padre de tres hijos. "Intentar que todos estén a tiempo en el colegio, preparar las meriendas, ayudarles con los deberes... ¡Somos dos y a veces no damos abasto!".
Las políticas de conciliación existentes en España, como las reducciones de jornada o las ayudas a la contratación de personal doméstico, son un primer paso, pero muchos padres demandan medidas más flexibles y adaptadas a las necesidades reales de las familias. "A día de hoy la directiva europea 1158/2019 sigue sin su transposición completa, las ocho semanas de permisos siguen sin retribuirse y la ley de familias está congelada. Por tanto, con este panorama, las madres muchas veces solo tienen una salida: la renuncia al puesto de trabajo remunerado, a tener más hijos e hijas y, por supuesto, a su tiempo propio y salud mental", sentencia la fundadora de Malasmadres.